-¡Biiiiiip biiiiiip! -oí sonar el despertador desde la mesita de noche.
Alargué la mano hasta el y lo apagué. Me quité perezosamente las mantas y metí los pies en las calentitas zapatillas de andar por casa.
Me dirigí hacía el baño para tomar una ducha y despejarme. Me lavé los dientes, desenrosque la toalla de mi pelo negro y hecho un vistazo al espejo, donde unos intensos ojos verdes me miraban.
Volví a mi habitación, cogí del armario una camisa a cuadros que puse por encima de una camiseta negra. Alcancé unos pantalones negros y me calcé unas deportivas blancas.
Bajé a desayunar a la cocina, donde mi abuela había preparado un delicioso cola cao acompañado de un apetitoso croasant.
Yo vivía la mayor parte del tiempo con ella, ya que mi madre trabajaba en un centro para discapacitados y se pasaba la mayor parte del tiempo allí. Desde que mi padre desapareció al cumplir yo los dos años mi madre cambió y empezó a vivir para los demás haciendo voluntariado y pasando ratos con los más ancianos y discapacitados, era genial, pero no me gustaba por el simple hecho de que ya no se ocupaba de ella misma, ni de mi abuela, ni de mi. Aunque suene muy egoísta hecho de menos los momentos que pasaba con ella, que cada vez iban a menos hasta que dejamos de pasar tiempo juntas.
Subí al piso de arriba a coger mi mochila y mi flauta travesera. No recordaba haber dejado el instrumento a los pies de mi cama, aun así pasé de ese pequeño detalle. En el día de hoy tenía un pequeño concierto donde tocaría con la banda.
Me despedí de mi abuela y le deseé buen día y lo mismo hizo ella.
Me encaminé a la parada del autobús, que ya se veía venir. Me subí en el, poniéndome los cascos para escuchar música y sentándome en un asiento. Dos paradas más alante recibiría compañía.
Ahora mismo debería estar con Zoey, pero la muy despistada se habría quedado dormida y había perdido el bus.
Era lunes, primer día de la semana. A primera hora historia, era la asignatura que más me costaba pero también he de decir que el profesor Harry me ayudaba bastante. Tengo THDA, lo que es lo mismo, soy muy inquieta. Y para rematar el asunto también dislexia.
Se para el autobús y sube una chica rubia de bonitos ojos azules. Se dirige hacia mi y se sienta a mi lado.
-Buenos días -digo yo saludando con un gran entusiasmo.
-Buenos días Cara -me respondió ella.
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Ya están Cara y Zoey solo nos falta una.
Esperamos que os guste y si es así dadle a la ★ y comentad. YA SOMOS LIBRES *abrazan a su querida libertad*
Ya empieza la Navidad, esperamos que os porteis bien para que así Papá Noel y los Reyes Magos no puedan poner excusas para traeros libros.
Que lo paseis en grande estas fiestas y no pareis de leer.
~Se despiden las doncellas literarias.~
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Vida de semidiosas
أدب الهواةTodo es nuevo para nosotras, ahora mismo no sabemos muy bien lo que esta pasando. Nos acaban de decir que somos semidiosas, se supone que somos hijas de un mortal y un dios, a saber que dios. -Pellizcame porque esto es un sueño -dijo Saray. -Mejor d...