Narra Zoey
-¿Qué ha pasado? -preguntó Jason casi tan serio como Quiron. Parecía preocupado. Bueno no me extraña, después de todo era su campamento.
-El campamento Júpiter esta en problemas. Poco a poco se están transformando todos en estatuas. No sabemos que está pasando pero por lo que dice Frank en la carta empezó hace tan solo unos días y apenas quedan semidioses que no sean de piedra. Puede que ya estén muertos o que si logramos destruir lo que sea que haya causado eso volverán a la vida.
No es posible. ¿¡¿¡Semidioses volviéndose estatuas?!?! Todos estabamos boquiabiertos.
-Tenemos que ir a ayudarles inmediatamente -propuso Percy.
-Tienes razón. Debemos ayudarles -dijo Will.
-No. Nadie va a ir al campamento. Frank nos informó que es contagioso. No podéis arriesgarnos a convertiros en estatuas. Aún menos ahora, justo antes de empezar con vuestra misión...
-¿No será cosa de Medusa? -pregunta Cara. Cierto, si no recuerdo mal Medusa convierte a sus víctimas en piedra con solo mirarles a los ojos. Pero no es contagioso así que no creo que sea cosa de ella. Estaba a punto de decírselo cuando Saray se me adelantó.
-Si fuera ella se supone que no sería contagioso ¿no?
-Aun así Medusa no puede ser la causante. Nos encargamos de ella hace mucho -explicó Percy.
-¿Y entonces que hacemos? -intervine por primera vez en la conversación.
-Por el momento nada. No creo que sea una simple coincidencia que haya una profecía a la vez que pasa esto. Deben estar relacionados. Así que por el momento nos centraremos en vuestra misión, creo que así descubriremos lo que pasa realmente -añadió Quiron.
-¿Y por donde empezamos? -pregunté impaciente.
-Lo primero que haremos será ir al Olimpo -dijo Jason.
- Entonces ¿eso existe de verdad? -preguntó Cara.
-Sí, está en el Empire State -le respondió Percy.
-Creo que lo demás será improvisar asi que ¿por qué no nos vamos todos a descansar? Mañana será un día muy duro -dijo Will mientras se estiraba.
-Es una buena idea, iros todos a descansar, mañana os tendreis que ir. Esperemos que todo salga bien -afirmó Quiron mientras salia de la sala.
Miré a Percy y el me envió una sonrisa de ánimo, verdaderamente lo necesitaba.
Al salir de la casa una gran cantidad de campistas se arremolinaron a nuestro alrededor, en busca de información. No sabía que hacer así que Jason, Will y Percy explicaron todo, guardandose alguna información, la del Campamento Júpiter. Alguién me agarró de la muñeca y me sacó de allí. Cuando le ví la cara dejé de oponer fuerza. Leo me condució hasta su cabaña y me hizo quedarme en el porche. Al cabo de unos minutos salió con un bulto en las manos.
-Esto es para tí, lo necesitaras, pero no puedes abrirlo hasta que llegue el momento -dijo tendiendome un paquete.
-¿Y cómo voy a saber yo eso?
-Lo sabrás.
-Eso suena a lo típico que dicen en las películas, pero yo no tengo un guión, enserio, ¿como lo voy a hacer?
-No lo sé, supongo que lo sabrás -y con eso se dió la vuelta y entró en la cabaña de Hefesto. -Buena suerte, la necesitarás -fueron sus últimas palabras.
Me dirigí hacia la cabaña tres. Llevaba entre mis manos un misterioso paquete, que no podía abrir, iba a ser una tortura.
Al entrar me encontré a Percy y Tayson hablando.
-Hola -saludé.
-Hola -me respondieron al unisono.
Tayson se levantó y se abalanzó sobre mi, cogiendome en volanda.
-Me tengo que ir, me despediría de vosotros mañana pero papá me ha llamado y tengo que acudir -dijo entre lágrimas.
-No te preocupes, lo entiendo. Además ya nos volveremos a ver.
Y así me despedí de mi hermano que salió en pocos minutos de la cabaña, llevando tras de si una diminuta maleta roja de ruedas.
Las siguientes horas pasaron muy rápido, juraría que más de lo que me habría gustado. La cena fue el mejor festín que me había tomado junto a Percy.
-Sabes, me encanta la comida azul -soltó.
-¿Azul?
-Sí, mi madre tiñe sus pasteles de azul y tomo bebidas azules y también si pido comida azul para comer aparece por ejemplo una hamburguesa con patatas azules -aseguró.
Me empecé a reir, me parecía algo muy gracioso.
-Que más da el color de la comida.
-No da igual, la comida sabe mejor si es azul -dijo con una sonrisa.
Yo seguía riendome y a él también se le escaparon algunas risas.
Lo siguiente fue lo peor, no podía dormirme y no paraba de dar vueltas en la cama. Miré el reloj. Las tres de la mañana. Todavía quedaban varias horas para que amaneciera. Ya tenía todo preparado. Había cogido una mochila y metido todo tipo de provisiones y lo que me aconsejaba mi hermano.
Mi cabeza no paraba de darle vueltas al asunto. Estatuas. Misión. Profecía. ¿Cómo acabaría todo esto? ¿Cómo acabariamos nosotros? ¿Cómo acabaría yo?
-¿No puedes dormir? -preguntó una voz en la oscuridad.
-No -confesé.
-Yo también estaba así en mi primera misión. Seguro que un montón de cosas rondaran por tu cabeza pero no te preocupes, todo saldrá bien.
-Si tú lo dices.
-Pues claro que lo digo yo. Te voy a enseñar una cosa, no se lo puedes decir a nadie. Solo los campistas pertenecientes a esta cabaña lo puedes saber. Eso equivale a Tayson, tú y yo. Creo que las demás cabañas esconden también sus propios secretos, pero creeme, nada es mejor que este.
Nos levantamos y me guió en la penumbra, con la poca luz de la Luna que se filtraba por la ventana. Le dió a algún botón y el suelo se abrió. Ví una escalera por la que bajamos.
Llegamos a una sala con olor a sal. Estaba oscuro pero noté una especie de arena bajo mis pies. Cuando la vista se me adaptó observé mi alrededor y descubrí una especie de estanque, donde rompian debilmente unas pequeñas olas. La sala tenia forma circulas y las paredes eran de roca.
-Wauuuu -murmuré. -Es precioso.
-Ven, ¿sabes que lo hijos de Poseidón respiramos bajo el agua? Y si quieres puedes ser impermeable -dijo metiendose hasta las rodillas.
Yo le seguí, comprobando que todo lo que había dicho era verdad y practicando un poco con mis poderes con el agua.
Pasó el tiempo y derrotada por todo el esfuerzó me tumbé en la arena y caí en un profundo sueño. Mi hermano trajó unas mantas con la que me arropó y se tumbó a mi lado, sin saber lo que nos depararía la suerte. Sin saber lo que las Moiras tenían preparado para nosotros.
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Este capítulo es algo más largo de lo normal, pero necesitabamos sacar todo a fuera. No eramos capaces de quedarnos con nada. Esperamos que os haya gustado y la hayais disfrutado tanto como nosotras.
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~Se despiden las doncellas literarias.~
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Vida de semidiosas
FanfictionTodo es nuevo para nosotras, ahora mismo no sabemos muy bien lo que esta pasando. Nos acaban de decir que somos semidiosas, se supone que somos hijas de un mortal y un dios, a saber que dios. -Pellizcame porque esto es un sueño -dijo Saray. -Mejor d...