Capítulo XVI

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Narra Cara

Me levanté por la mañana temprano y preparé las cosas para el viaje. Metí en una mochila mi arco-flauta, agua y algo de comida, alguna muda de ropa y la ambrosia que me había dado Will. Lo guardé todo en silencio para no despertar a nadie.

-¿Nerviosa? -casi se me cae la mochila al suelo del susto. Miré alrededor y ví a Will que me miraba desde su litera.

-Que susto me has dado. La verdad es que si. Un poco. No he salido del campamento desde que llegamos y que tengamos una misión tan pronto...

-Tranquila, lo harás bien, ya lo verás.

-Eso espero -se levantó, cogió una mochila que tenía a los pies de la cama y se dirigió hacia la puerta.

-Venga vamos, los otros estarán esperándonos -me acerqué a él y salimos juntos.

Avanzamos hacia el comedor sin apenas cruzarnos con nadie. Todo el mundo estaba durmiendo todavía.

Caminamos en silencio. No dejé de darle vueltas a la misión, la profecía y lo que estaba pasando en el campamento Júpiter. ¿Qué era lo del batir de alas? ¿Porque se volvían piedra los semidioses? Esas y miles de preguntas muy similares pasaban por mi mente.

Al llegar ya estaban Zoey y Percy sentados en una mesa desayunando.

-Hola -saludó Will.

-Hola a todos -dije yo.

-Hola -contestaron los dos.

Me senté al lado de Zoey y pedí un sándwich y un zumo que aparecieron al instante en la mesa. Will se puso a mi lado. Jason y Saray llegaron al poco rato.

-Sentimos la tardanza.

-No pasa nada. Ya estamos todos -indicó Percy.

Se sentaron al lado de Will y pidieron sus desayunos.

-¿Entonces ahora tenemos que ir al Empire State no? -preguntó Zoey.

-Si -dijo Jason.

¿Y después? -preguntó -en la profecía no especifica mucho.

-Ya lo iremos descubriendo - musitó Jason.

-Vale, cuanto antes vayamos, antes lo descubriremos -añadió Saray.

Nos pusimos todos de pie y fuimos hacia la entrada del campamento. Percy, Jason y Will iban delante y nosotras tres les seguimos detrás.

-¿Nerviosas? pregunté.

-Si, pero también estoy emocionada. Formamos parte de una gran profecía -respondió Saray.

-Yo igual. Muchos semidioses no han tenido ninguna misión y llevan aquí mas tiempo que nosotras -le apoyó Zoey. -¿Y tú?

-Igual. No salimos desde la actuación. Parece que ha pasado un siglo desde entonces.

-Ya -respondieron las dos.

Pasamos el árbol de Thalia con el vellomcillo de oro y llegamos a las grandes puertas que marcaban el inició del campamento. Los chicos la atravesaron sin dudar y nosotras nos paramos un segundo y nos miramos.

-Allá vamos -dijo Saray -y las tres salimos de la seguridad del campamento.

Fuera a unos metros había un hombre alto al lado de una furgoneta. Al acercarnos un poco me pareció distinguir miles de ojos azules en todo su cuerpo.

-¿Chicas, todos eso son ojos?

-Te iba a preguntar lo mismo -dijo Saray.

-Parece ser que si.

Percy disminuyó la velocidad y se acercó a nosotras.

-Os presento a Argos. Es el guardia de seguridad del campamento. No habla demasiado así que no intentéis dialogar mucho con él. 

Will y Jason ya habían entrado la furgoneta y nosotros los seguimos. Saray, Percy y yo nos sentamos en los tres asientos de atrás del todo y los otros delante nuestro. Por último entró Argos y se sentó en el asiento del conductor.

-Al Empire State -le indicó Will.

Sin decir nada arrancó el vehículo marcando el comienzo de nuestra misión.

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Esperamos que este capítulo, por tarde que haya llegado os haya gustado. Hemos tenido muchos problemas a la hora de escribir y no por falta de imaginación, pero al fin aquí está.

Leed, comentad y votad.

~Se despiden las doncellas literarias.~

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