Desde nuestro encuentro en el ascensor, Schoomaker y yo no habíamos vuelto a hablar de lo que había entre nosotros. Sí que hablábamos, pero sólo si estábamos con el resto de la pandilla; a solas, nunca.
Para mí, el tiempo transcurrido entre nuestra conversación en el ascensor y Halloween se pasó volando entre los preparativos con los disfraces que llevaríamos al tradicional baile que se celebraba todos los años en el colegio.
Las chicas y yo, al no estar de acuerdo en disfraces tradicionales, habíamos optado por disfrazarnos de actores y actrices en las películas. Y eso lo demostramos ese día cuando nos estábamos arreglando para ir al baile.
- Lena, ¿puedes pasarme la laca, por favor?
- Nat, tanta laca te va a afectar al cerebro.
- Lena, el disfraz de Marilyn Monroe requiere mucha preparación.
Y vaya si la requería. Nat llevaba un vestido blanco vaporoso que le llegaba hasta el muslo, junto con tacones blancos. Se había peinado su largo cabello rubio con ondas y se había maquillado como Marilyn. Era la viva imagen de ella en la película “Los caballeros las prefieren rubias”.
- Como tú digas Monroe.
- Chicas, ¿habéis visto mi colgante? – preguntó Charlie.
- No, pero deben de estar con los Loubotin de Penny.
Charlie era la nueva Rose Dewitt Bukater, de la película “Titanic”. Estaba vestida como en la escena en la que Jack besaba a Rose en la popa del barco con la canción “My heart will go on” de fondo. Llevaba una blusa blanca con una falda larga en color azul oscuro, con una chaqueta azul con bordados dorados y una especie de chal crema. Y por supuesto, “El corazón de la mar”, ese colgante del diamante azul, solo que en este caso se trataba de un diamante falso.
Penny había optado por disfrazarse de Angelina Jolie en “Mr & Mrs Smith”. Llevaba un vestido largo hasta los pies en color negro, con tirantes finos del mismo color, sus pies calzaban los típicos Loubotin, stilettos negros con suela roja y se había maquillado como Angelina.
Y yo, por último, había optado por disfrazarme como mi ídolo, la famosa Audrey Hepburn. Había elegido un clásico suyo para inspirarme en mi disfraz, y el elegido había sido “Desayuno con diamantes”. Llevaba un vestido de seda negro, recto y largo hasta casi llegar al suelo. Me había alisado completamente el pelo y recogido en un moño alto, adornado con un broche de diamantes falsos. Y, como complementos, llevaba unos guantes de seda negros y un gran collar de perlas falsas con un diamante también falso.
Mientras me retocaba el rímel, llamaron a la puerta de la habitación. Charlie corrió a abrir, sabiendo de antemano quien estaba detrás de la puerta, y abrazándole tras abrir.
- Buenas noches chicas. Estáis preciosas, pero ninguna supera a mi Charlie. – añadió con una sonrisa orgullosa.
Johnny llevaba una camisa blanca desgastada, junto con una chaqueta de pana marrón y pantalón a juego, y su pelo castaño se lo había peinado hacia atrás con gomina, dándole un gran parecido a Jack Dawson, el protagonista masculino de “Titanic”.
Antes de que Johnny y Charlie comenzaran con otra sesión de cursilerías, Nat los cogió a cada uno del brazo, saliendo con ellos de la habitación:
- Venga, vámonos ya, que llegaremos tarde a la fiesta.
- ¿Y los demás? – pregunté.
- El resto nos esperan en la fiesta, así que vámonos. – añadió Johnny tirando de nosotras para que saliéramos de una vez de la habitación.
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St. Peter College
Romance¿Qué harías si tu novio te engaña con tu mejor amiga?¿Si tus padres se divorcian? ¿Si tu padre se vuelve a casar con la mujer con la que engañó a tu madre? Pues eso es lo que le pasa a Lena Williams. Tiene dos opciones para su último año en el insti...