Definitivamente, Chris estaba muy celoso. Demasiado celoso. Por mucho que yo le había asegurado a su vuelta de Washington que Fred y yo no teníamos nada, Chris no se lo terminaba de creer del todo. Y eso lo demostró perfectamente el día de San Patricio.
Mi querido amigo Jerry, como buen irlandés que era, celebraba tres fechas al año con especial emoción: el día de San Patricio, el Bloomsday y el día que se había declarado que Irlanda era una república. En esas fechas tan señaladas, Jerry intentaba contagiarnos su espíritu irlandés y que nos hiciésemos irlandeses por un día. En tales fechas, Jerry se enfundaba en su esmoquin verde y proclamaba que tal o cual día era fiesta. Y por supuesto, organizaba unas fiestas absolutamente geniales, cuya condición para asistir era vestirse de verde.
El día predilecto de Jerry era San Patricio, y la fiesta que Jerry organizaba ese día era memorable, según me habían contado las chicas. Y por eso, esa misma noche habría una.
Pero antes de la fiesta, perspectiva por la que estaba muy emocionada, tenía que asistir a las reuniones que tendría con los rectores de las universidades más famosas de USA, que visitarían St. Peter College ese mismo día.
Tal y como me había contado Nat, cada año, los rectores de las universidades más importantes del país eran invitados al internado para la famosa semana universitaria, semana en la que, después de hablar con los rectores, los alumnos Senior enviaban sus solicitudes para entrar en las universidades.
Y allí me encontraba yo, esperando en la biblioteca junto con mis amigos mientras que no me tocaba ir a la entrevista con el rector de Yale. La biblioteca se encontraba llena en esos momentos, y no precisamente de gente que quería estudiar, sino que estaba llena de alumnos Sénior, que habían convertido la biblioteca en una cafetería improvisada, y de alumnos de cursos inferiores que venían a ver cómo era el procedimiento de admisión de las universidades.
- Nat, por favor, pásame la solitud para Harvard – le pidió Charlie a la rubia, que era la que se encontraba más cerca del montón de papeles que habíamos juntado entre todos.
- ¿Harvard? – le preguntó Johnny extrañado.
- Tienen la mejor facultad de Derecho del país. – explicó ella cogiendo la solicitud que le tendía Nat.
- De todas maneras, no te pega Harvard. – le dijo su novio. – Es para niños ricos mimados.
Chris le pegó una colleja a Johnny, que se llevó la mano a la nuca con gesto de dolor.
- Tampoco hacía falta pegar tan fuerte Schoomaker. Sabes que lo que digo es cierto.
- Y tú ya sabes que quiero ir a Harvard desde que tengo consciencia. – replicó Chris con una sonrisa burlona.
Johnny giró los ojos, lo que provocó risa colectiva.
- Johnny, ahora sí que tengo motivos para no ir a visitarte a Princeton. – le dijo mi novio.
- No sé que tienes en contra de Princeton. Es una universidad excelente.
- Está en Nueva Jersey. – añadí yo con un bufido.
- ¿Lo ves Johnny? Existe alguien que me apoya.
- Lena no cuenta. – dijo Kevin.
- ¿Y eso por qué? – pregunté.
- Lena, tú eres neoyorkina. Tu opinión sobre Nueva Jersey siempre será mala.
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St. Peter College
Romance¿Qué harías si tu novio te engaña con tu mejor amiga?¿Si tus padres se divorcian? ¿Si tu padre se vuelve a casar con la mujer con la que engañó a tu madre? Pues eso es lo que le pasa a Lena Williams. Tiene dos opciones para su último año en el insti...