(Narrador omnisciente):
El señor Bieber, estaba posado en la entrada del salón, mirando el gran salón.
Era una fiesta muy buena, con clase, pues claro toda la gente era de recursos altos. Frunció el ceño. No había nada más que pura vieja, pensó él.
-Señor su mesa es la nueve-Le informo el mesero.
–Gracias-Agradeció y camino hacia la mesa nueve.
En medio estaba el pasillo solo, a los lados del salón estaban acomodadas las mesas redondas, donde ya posaban personas sentadas. En su mesa se dio cuenta de que tenía la bandera de Canadá y Estados Unidos. Sonrío a los presentes en la mesa, quien le devolvieron el gesto.
Se desabrocho el saco gris, dejándose el bulto que se les da, asfixiándolo. Miro a su alrededor. Todo estaba bello, la decoración era con elegancia y mostraba paz.
Se percató de una mirada hacia él. Con cuidado al voltear, vio que la siguiente mesa, en la vista había dos mujeres, que mujeres eran unas jóvenes. Una de pelo negro lacio y brilloso, se lo estaba comiendo con la mirada. La chica de alado al verla, bajo su mirada sonriendo de vergüenza. Sonrió. Tenía un bonito peinado.
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Los meseros retiraron cada plato de las mesas, ya había acabado la hora de la cena. La comida había sido estupenda presentación, algunos platillos de desagrado para Justin, pero quedo satisfecho.
En la mesa, se pudo hacer amigo de un británico, quien lo metieron en su mesa, por la falta de una familia. Derek William.
Era un apuesto británico. Ojos verdes, cabello con rulos, alto, su pecho estaba fuerte al igual que sus brazos, por su camisa se distinguía que tenía tatuajes. Era apuesto con diecinueve años.
-Disculpen, disculpen-Llamo un hombre alto desde el escenario. La gente dejo de hacer platica y le puso atención.-Gracias, daremos inicio a la entrega del empresario con el mejor esfuerzo.
La gente aplaudió, el presentador fue hacia la mesa de color café, donde había un pequeño reconocimiento, de vidrio pasado en metal de color negro, se veía muy brillante.
-Y el certificado es para la persona, quien ya lleva cinco años, de asombro a su trabajo-Abrió el sobre dorado- El Señor Parker.
La gente aplaudió con una sonrisa, una que otras personas se les veía la falsedad de alegría que sienten. Delante de la mesa nueve, la mesa diez, David se paró abrochándose el saco. Justin al verlo, sus ojos se abrieron como platos, y ese era el hombre, el hombre que su padre tanto odiaba.
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Placer (Primera Temporada) -TERMINADA-
Romance–No quiero problemas, Justin-Suspiro David-. Tengo demasiado trabajo para estar perdiendo el tiempo contigo- ...