Capítulo 34:

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Emma’s POV:

Parecía como si mis dedos estuvieran bañados de mantequilla, las llaves se me resbalaban, pero se exactamente por qué es.

El mensaje de Justin, al principio medio tanta emoción por su mensaje, pero al leerlo la felicidad se convirtió en miedo. Trate de fingir que nada pasaba pero creo que falle.

¿Cómo Justin sabía lo que estaba haciendo?

¿Cómo sabía que estaba Dan?

Con todas mis fuerzas metí la llave en la puerta de la casa, girándola y abriéndola. Me arrepentí muy rápido, el temor crecía.

Sentía como mis axilas estaban chorreando de sudor, mis piernas volviéndose de gelatina. Quiero llorar. ¿Dónde quedo lo valiente?

Cerrando la puerta, coloco las llaves en la mesa de madera. Escucho un ruido y rápidamente me volteo. Es solo Marco, con un montón de maletas. Me alivio.

-Buenas tardes, señorita-saluda Marco y sonrió leve mirando las maletas.

-¿Mi padre sale de viaje?

-Oh no, señorita. Son las de su esposo y suyas. Su esposo me encargo que las alistara.

Lo miro sin entender. Se escuchan las pisadas de las escaleras.

-Mi amor llegas al fin.-su tono de voz no me satisface.

-Hola.

-Gracias Marco, puedes retirarte.

Marco asiente y se pierde. Trago saliva.

-¿Tuviste una mañana estupenda cariño?-evito contestar-Si quieres puedes ir a escribirlo en tu diario. Marco lo ha guardado en tu bolso grande.

-Justin, sé que estás enojado. Lo siento…-me acerco a él pero el retrocede.

-Tendrás que quitarte esa ropa, quemarla y después bañarte bien para que no sienta su colonia. Solo así aceptare un abrazo tuyo.

-Tu comportamiento no me favorece, Justin.

-¿Crees que me favorece abrazarte y pensar cuantas veces te abrazo ese imbécil? ¡No!

Siento como mi interior se aprieta y mi corazón está explotando, lloro por dentro. Sentir el rechazo más fuerte, y con unas palabras ponentes. ¿Cómo defenderte? Sientes las palabras trabadas en la lengua.

-Esto es absurdo. Te comportas como un niñito.

Justin sonríe de lado.

-Así es. Los niños por lo general no sueltan su juguete, por eso no te soltare de mí nunca.

-Te equivocas. No soy tu juguete.

Cruzo mis brazos, Justin ve mis pechos y se muerde el labio.

-Me encanta como se te suben.

Respiro hondo y me quedo paralizada, el rubor se sube a mis mejillas y bajo la mirada.

-He pensado que tus pechos están hechos a la medida de mis manos.

Sube sus manos y las abre en palma, mostrándome.

-Justin-me quejo y bajo la mirada a mis zapatos.

Se acerca a mí. Toca mi mentón subiéndolo. Me pierdo en sus ojos.

-Ni grandes, ni pequeños, simplemente son perfectos.

Su mano soba mi antebrazo, luego mi codo para pasarse a mi cintura. Su aliento llega a mi boca. Siento mis pechos endurecerse bajo la tela delgada y fina.

Placer (Primera Temporada) -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora