Placer (Primera Temporada) -TERMINADA-

Capítulo 38:

Justin’s POV:

La botella de vidrio se coloca en la bandeja de metal.

-Señor, ya ha tomado demasiado.-Habla bestia a unos cuantos pasos de mí.

Se nota preocupado. A simple vista me da miedo, por eso es que lo llaman “bestia” tiene una forma de ser, fría… da miedo.

-¿Sabes? Tiene lujos, le he dado lujos. Ve a tu alrededor-digo y pierdo el equilibrio, me sostengo-. ¿Qué es lo que tiene el? ¿Por qué esta con él?

Bestia se encoge de hombros.

-Señor, lo respeto y todo. Pero también piense en lo que hace mal.

Mis ojos se entre cierran... me arden. Maldición estoy sumamente tomado.

-¿Mal? ¿Qué cosas?-He sido bueno con ella.

-Le está siendo infiel, señor.

Emily pasa por mi cabeza. Me la he tirado cinco veces este día, me había comportado un animal con ella. Pero tenía que olvidarme de ella. Emily era magnifica en la cama, tenía la manera de mover las caderas, y como tomaba mi miembro.

-Ella me está siendo infiel… ¡en estos momentos!-Exploto de furia.

-Señor…

Unos timbres se escuchan. Me provoca un dolor en la cabeza y me sostengo del sillón y me tiro en él.

Bestia se va y solo escucho unos sus murmullos.

-Su esposa acaba de llegar.

Cierro los ojos y asiento.

-Llévala a nuestro dormitorio, iré en seguida.

-Con su permiso.-Bestia se va.

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Emma’s POV:

-Las mucamas se han tomado el día de guardar sus cosas, señora.-Sebastián un sirviente de la nueva casa.

-Gracias, Sebastián-le agradezco-. ¿Dónde está mi esposo?

En el camino hacia casa, mis cuerpo temblaba. Matt me decía cosas que no escuchaba… entraban por una oreja y salían por la otra, solo asentía a todo. Leía y leía miles de veces ese mensaje, no me tome la molestia de contestarle. Tenía miedo. Y ahora pregunto por él, para calmarme.

-Me ha avisado que subirá enseguida, mi señora.

Respira, respira.

-Puedes retirarte, Sebastián.

Sebastián se gira y sale de la habitación. Suelto el aire y mi pie juega, pegando con el piso de madera. Se escuchan murmullos, reconozco la voz de Sebastián y luego… la voz ronca. Justin.

La habitación es grande, lujosa y caliente… es agradable. Una puerta, camino hacia ella y la abro, es el baño. Me introdujo en ella y cierro la puerta.

-Maldita sea, es tu esposo.

*Te quiere castigar* pienso en mi mente. Que irónico, esconderse  de tu esposo.

-Sal de ahí.-Su voz ronca tiene algo más.

Ha tomado, esta borracho.

-¡Un momento!-respondo alto- , demonios.

Me recargo en la pared fría. Es elegante el baño.

La puerta se abre de golpe, y gracias al cielo puedo retirarme para que esta no me dé en la cara.