2° Mundos Opuestos (YayoGutierrez)

Capitulo 17

Me sentí descansada, como nunca lo había echo. La suave tela de la sabana rozaba por mi cuerpo desnudo. No me había despertado ninguna sirena, si no otra melodía…

- Cuando llueve a cántaros y mi corazón duele, siempre estarás cerca. Esto lo sé con certeza. Tú y yo juntos a través de los días y las noches. No me preocupo porque todo va a estar bien. La gente sigue hablando, pueden decir lo que quieran. Pero todo lo que sé es que todo va a estar bien.

Yayo se dio cuenta de que me había despertado, se había duchado y llevaba puesto su pantalón, vino hacía la cama. Yo me senté en la cama, tapándome con la sabana, su voz era perfecta suave… Sonaba incluso mejor que aquel día en su casa y que estuviera cantando era algo muy bueno. Yayo se sentó en la cama y me agarro de la mano

- Sé que algunos buscan en el mundo para encontrar algo como lo que tenemos nosotros. Sé que la gente intentará dividir algo tan real. Por eso, hasta el fin de los tiempos te digo que no hay nadie. Nadie, nadie, nadie que pueda meterse en el medio de lo que siento. Nadie, nadie, nadie que puede meterse en el medio de lo que siento por ti, ti, ti. Nadie puede meterse en el medio de lo que siento por ti.

Termino por darme un beso en los labios. Cuando se apartó aplaudí, esta canción la había reconocido.

- No one, de Alicia Keys, perfecta- dije sonriendo

- Se me ocurrió mientras me duchaba.

- ¿Por qué cantas?

- Tenerte aquí de nuevo, hace que vuelva a tener ganas de vivir.

Me agarre del cuello de Yayo, me lancé y bese sus labios, tan fuerte que Yayo se tumbo en la cama y yo encima de él, sin sabana que me cubriera.

- Te quiero- le susurre en los labios.

- Vístete o me arrepentiré de haberme puesto el pantalón- me susurro en el oído.

Me senté de nuevo en la cama, entonces vi en los suelos de la cama su camiseta, me la cogí y me la coloque, luego mis gafas. Volví a la realidad, era martes y teníamos clase, me lleve la mano a la frente.

- ¿Por qué no me levantaste?- pregunte.

- Te veías como un ángel durmiendo.

- Pero Yayo, este es nuestro ultimo año, luego iremos a la universidad… No podemos perder clase.

- Ya, ya – Yayo me besó- No empecemos a sulfurarnos, acabamos de rencontrarnos, mucha gente no va esta primera semana, ya sabes que no se suele hacer nada .Así que respira y dime ¿te apetece un café?

No pude evitar reírme, pero luego respire. Peine mi cabello con mis manos y lo volví a mirar.

- Vamos.

Me quite la camiseta, se la lance, le guiñe un ojo y recogiendo unas cosas de mi armario rápidamente, me metí en el baño dándole con las puertas en las narices a Yayo.

~~MINUTOS DESPUES~~

- Me podría acostumbrar a esto todas las mañanas.

- Cuando vivamos juntos- dijo sonriendo.

Yayo apretó una de sus manos que tenía libre y estaba sobre la mesa, agarrando mi mano, su otra mano estaba con su café. Sonreí al imaginarme una vida con él, levantándome cada mañana viendo su preciosa cara, casarnos, tener nuestros bebes, envejecer a su lado.

- Sera fantástico- dije suspirando.

- Huyamos, vayamos a Las Vegas, casémonos en secreto. Con lo que yo tengo ahorrado de lo que me da mi padre me da para comprarnos un piso cutre, pero nuestro…

- No bromees con eso que me lo creo- dije sonriendo.

- No bromeo, vayámonos ____. Puedes hacer los estudios por Internet.

Realmente me lo plantee dos veces, pero el sonoro timbre que indicaba un cambio de clase, me volvió a la vida real.

- Yayo, ojala pudiéramos hacerlos. Por ahora solo podemos dar un paseo, ya que estamos faltando a clase.

Yayo se levanto, yo me enganche de su brazo.

- Piénsalo, yo tengo 19 años…- me dijo Yayo mientras caminábamos.

- No Max.

- Y si…

- - le corte- Bésame viejecito.

- ¿Viejecito?- pregunto riendo.

- Si, eres viejo, tienes 19 años… ¡Oh! ¿eso es una cana?

- ¿Dónde? ¿Dónde?- Yayo empezó a tocar su pelo.

- - Empecé a correr lento- Era una broma- dije riéndome.

- Corre niñita, corre- dijo Yayo riendo y empezando correr detrás mía.

Besos donde no les da la luz *-*