2° Mundos Opuestos (YayoGutierrez)

Capitulo 9

Yayo me cogió de los brazos y me separo de él.

- Sera mejor que nos vayamos ya- dijo sin mirarme.

Yo tan solo afirme con mi cabeza, ya que me había quedado sin palabras. Yayo se separó de mí. Extrañé que echara su brazo sobre mis hombros, que me cogiera la mano... Que me besara. Pero ese abrazo fue suficiente para estar sonriendo todo el camino de vuelta. No hablamos, pero suficiente lio tenía yo en mi cabeza. Llegamos al punto donde nos dividíamos.

- Bueno...-dije mirando al suelo.

- Adiós- dijo él.

Lo mire, su cara no había cambiado. No me quería separar, ahora que lo había encontrado no lo quería volver a perder. Yayo se dio la vuelta y fue para su residencia. Me quede viendo como se iba, yo sonreía, normal... Mi vida acababa de volver. Fui a mi residencia, me quite la cadena de mi cuello y abrí la puerta. Las cosas estaban sin deshacer y cama no estaba con sabanas. Tampoco es que ahora fuera a dormir mucho. Me quite mis converse y me senté en la cama. Estaba aquí de nuevo, en el lugar donde todo empezó... Y todo volverá a estar como antes.

Me quede sentada en mi cama, mirando toda mi habitación.... Mi cabeza se lleno de "y si.... ¿Y si ya no me quiere? ¿Y si no me dirige la palabra? ¿Y si me odia? Deje caer mi cabeza en la cama. Me puse las manos en los ojos. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

NARRA YAYO.

Estaba ahí... La había tenido de nuevo entres mis brazos, había visto de nuevo su cara... sus ojos... sus labios. Pegue otra calada a mi cigarro, luego lo mire, estaba recién empezado, expulse el humo y apague el cigarro. El encuentro que tanto había esperado... se había convertido en una pelea. Pero mejor así. El amor te atrapa, te convierte en una marioneta y cuando te vuelves débil, te mata. Y no me va a pasar una tercera vez.

Pero... ¿y si tu manejaras al amor? ¿Y si el amor se convirtiera en tu marioneta? El pasado fue oscuro... pero puede haber un presente luminoso. Cuando una persona se convierte en una parte de tu vida... tu vida cambia. ¿Y si....

Me levante de la cama, no conseguía dormirme, miles de ideas pasaban por mi cabeza. Mientras que no te enamores de nuevo... no pasara nada ¿no? Pero como quien dice, quien juega con fuego se quema.

NARRA ____.

Al final me dormí ¿Cómo? No lo sé. Hoy era domingo, mañana empezaban las clases. Hoy tocara el día de contar mi estúpida historia a todo el mundo. Me senté en la cama, busque mis gafas en la mesita de noche, me las coloque y fui al baño, las deje en una repisa y me metí en la ducha.

Minutos después logre salir, no quería salir, no quería que empezara la misma rutina. Me envolví en una toalla y sacudí mi pelo con otra. Pegaron a la puerta ¿tan pronto iba a venir a preguntarme sobre que me paso? Suspire y fui hacia la puerta. La abrí y abrí la boca de sorpresa. Ahí estaba Yayo, con una chaqueta de cuero, una camiseta blanca, unos jeans oscuro y sus militares. Precioso, como siempre.

- Ho...hola- dije medio tartamudeando.

- ¿Te pillo en un mal momento?- dijo mirándome.

Mi pelo mojado y tan solo llevaba una toalla por encima de las rodillas.

- No...- dije mintiendo, se me ruborizaron las mejillas.

- - Yayo apoyo su brazo en el marco de mi puerta y se acercó más a mi- ¿Quieres dar una vuelta?

- S...Si... Espera un segundo y...

- -Yayo sonrió de lado- Esperare lo que haga falta.

Mire detrás de mí... Mi habitación no estaba muy mal.

- ¿Quieres pasar?- pregunte.

Yayo se encogió de hombros, me aparte de la puerta y él pasó. Fui a mi armario cogí la ropa y me metí dentro del baño. Deje la ropa en la repisa, la mire y... se me había olvidado la camiseta. Me empecé a vestir, me puse mis braguitas, mi short y mi sujetador... Era negro y apretaba mis pechos... ¿Y ahora? Abrí la puerta y salí en busca de la camiseta.

Me daba vergüenza mirar a Yayo, aunque él me había visto con menos ropa... Pero había pasado mucho tiempo, era como un desconocido. Lo mire de reojo, él observaba mi cuerpo... Cuando vio que lo miraba, sacudió su cabeza y miro al suelo.

NARRA YAYO.

Contrólate, Yayo, contrólate. Esto no era lo que habíamos planeado... ___ se agacho para coger su camiseta, su trasero resalto ¿Cuántas veces había pasado mis manos por ahí? Sacudí mi cabeza intentando relajarme, mi sangre empezaba a viajar a mi miembro. Puse mi mano en mi entrepierna para intentar relajarme.

NARRA ____ .

Yayo se mordió el labio... Sonreí, me gustaba esto... Era como al principio, un juego. Encontré la camiseta, la agarre y me la puse. La estire y lo mire.

- ¿Vamos?- dije sonriendo.

- Eh... Si... Sal tu primero.

Reí, pero apenas se noto. Salimos de mi cuarto, de mi residencia. Empezamos a caminar por los alrededores... Ahora todo era perfecto... bueno... Casi. Pero mejor que antes, si. Me tuve que detener, iba a cogerle de la mano... No ___, todavía no, hay que darle un tiempo.

- ¿Un café?- me pregunto

- Mejor un zumo de naranja- dije sonriendo.

Fuimos hasta una especie de cafetería que tenía el internado. Nos sentamos, uno enfrente del otro. Nos trajeron nuestras bebidas, yo al final pedí otro café.

- ¿Para que querías quedar?- dije jugando con mis manos, estaba nerviosa.

- ¿Y por qué no?- dijo sonriendo... una sonrisa burlona.

Sus típicas preguntas, su típico tono, su típica sonrisa... Este era el primer Yayo que conocí... Había vuelto a cambiar, peor aquí estaba yo de nuevo, para que volviera a ser tierno... cariñoso.

- Eh... Te quería decir una cosa...- Yayo entrelazo sus manos y las puso sobre la mesa, se acercó un poco a mi.

- ¿Si...?- pregunte.

- Pues...- la respiración de Yayo daba en mi cara, me aturdía- Me llamo Yayo. - soltó sus manos y me tendió una.

... ¿Eh? De que iba a esto.

- ¿Y como se llama usted?

- -Tuve que contener las risas- ___, ____ Gray- le cogí la mano.

- Encantado de conocerla- dijo sonriendo

- ¿Enserio? ¿Todo desde nuevo?

- No sé de que habla... Yo no la conozco- dijo sonriendo y volviéndose a recostar sobre su silla- Jamás había visto su cara y estoy seguro, porque si la hubiera visto.... una cara tan hermosa no se puede olvidar.

Besos donde no les da la luz *u*