Capitulo 32

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~ESA MISMA NOCHE~

Llego el taxis. El conductor me entrego el sobre que tenía mi autorización firmada, que decía que me cambiaran al estudio a distancia, la deje en la recepción, mañana domingo la verían y el lunes empezaría los estudios a distancia. Mientras que yo hacía eso, el taxista se encargó de colocar mis maletas en su maletero.

¿De verdad iba a hacer esto? ¿De verdad iba a dejar a Yayo? ¿Sería capaz de vivir sin él? Lo tenía que conseguir, por la vida que crecía dentro de mí. Me sequé unas pequeñas lágrimas que bajaban por mi cara.

- ¿Ya podemos irnos?- me pregunto el hombre, que me miraba.

- Si, vayámonos- dije.

Pegué un pequeño suspiro, mirando por última vez las fachadas de este internado ¿Cuántas cosas pasaron en él? Demasiadas para acordarme de todas. Algo dentro de mi me decía que no estaba preparada para irme, que esto era una locura y demasiado precipitado. Pero otro algo dentro de mi, justamente en mi barriga, me decía que me tenía que ir, que, quizás, dentro de unos años, me volvería a encontrar con Yayo y volviéramos a estar juntos, si, una idea demasiado loca.

Y rápidamente me metí dentro del taxis, sin saber donde iría, solo con la esperanza de no haberme equivocado. Miré el reloj, nerviosa, eran las 10 y medía, ya no hay marcha atrás, él estará entrando en mi cuarto y quizás llorando por mi ausencia. El coche se alejaba despacio del internado, coloque una mano en el frío cristal, el internado se desvanecía en la oscuridad y las lágrimas sucumbían mis mejillas.

- Espero verte pronto, Yayo- susurré.

~~HACE UNAS CUANTAS HORAS~~

Pegaron a la puerta de mi habitación, rápidamente escondí todo. Fui hacia la puerta con una de mis mejores sonrisas. La abrí, detrás de ella se encontraba Yayo, sonriendo... tan inocente, no sabía lo que se avecinaba.

- ¿Y qué te apetece hacer?- me pregunto.

Salí de mi habitación. No me importaba lo que hiciéramos, solo quería pasar mi última tarde aquí con él, besándolo, quería dejarle a él y llevarme yo, un buen recuerdo.

- Lo que sea- susurre en sus labios, luego le bese.

- ¿Algo calmado?

- No estaría mal- dije sonriendo.

- Pues que te parece si...- empezó a decir Yayo, pero le corte.

- ¡Ya sé! ¡Ya sé! Quiero ir donde todo empezó- dije sonriendo.

Si, sería un buen sitio para terminarlo todo.

- Pues vayamos al bosque- dijo sonriendo y besando mi frente.

Después de unos cuantos minutos, llegamos al bosque donde se solían celebrar las fiestas, nada más salir del camino, vi el árbol donde lo vi por primera vez y se rio, donde lo volví a ver después de muchos meses y desapareció en un pestañeo. Lo arrastré hasta el árbol, esta vez fui yo la que se apoyó en el árbol.

- Tú estabas aquí, un amigo a cada lado, me miraste y...

- Nos reímos- término diciendo Yayo.

- Me dolió. Pero gracias a eso y al agobio de estar aquí sola, enferme. Fui a la enfermería y alguien quería faltar a clases- dije tocando con el dedo su hombro- Yo me desmayé y me desperté en tus brazos.

- Te dije que eras la excepción, ya que rechazaste que te agarrara de la cintura- dijo Yayo abrazándome de la cintura- Y todo empezó.

Y todo terminó, dije en mi mente.

- ¿Quién iba a pensar que estaríamos ahora así?- dijo Yayo.

- Pues nadie.

- Te amo ___.

- Y yo a ti, Yayo.

Nos dimos un dulce beso. Luego dimos un paseo por el bosque, no deje de mirar a Yayo, quería recordar cada parte de su cara para añorarlo cada noche. Tuve que esconder unas cuanta lágrimas. Yayo hablaba feliz, contándome cosas divertidas, mientras que yo me moría por dentro. Quería ser feliz, disfrutar de esta última tarde con él, lo intenté. Llegamos a mi puerta después de un largo paseo.

- ¿Y si vienes a mi habitación a las 10 y medía?- dije lamiendo mi labio.

- ¿Y por qué no ya?- dijo besando mi cuello y pegando un pequeño mordisco.

- Déjame que prepare unas cuantas cosas.

- Vale, no tardes- dijo besándome.

- Diez y medía, ni antes ni más tarde- dije y se me empezaron a aguar los ojos, gracias a Dios, Yayo ya se alejaba.

- Aquí estaré- me dijo Yayo.

- Estará la puerta abierta- dije sin apenas voz- No olvides que te amo- dije derramando lágrimas silenciosas.

~~EN EL TAXI DE NUEVO~~

Fue una tarde algo sosa, pero no podía dar más de mí, no tenía ganas de hacer nada y tenía el tiempo contado. Ya no se veía el internado, conducía por la ciudad, creo recordar que por aquí Yayo me llevó a la cafetería, en nuestra primera cita.

NARRA YAYO.

Y... las diez y medía justo. No sé por qué quería esta hora, pero así lo quería y no iba a discutir con mi chica. Subí por el ascensor. Llegué delante de su habitación, empuje la puerta, que como ella me dijo, estaba abierta. Estaba oscura, no se veía nada.

- ¿Dónde esta mi chica?- susurre.

Al ver que no escuchaba nada ni tampoco veía nada, encendí la luz. No me podía creer con lo que me encontraba, una habitación vacía... más que eso, abandonada. A mi cabeza vino el momento en el que los padres de ___ se la llevaron, fui a su cuarto, con la esperanza de que hubiera algo que me diera esperanzas de que volviera, pero al igual que hoy, no encontré nada, ni una mísera mota de polvo.

Esta era su habitación, no me había equivocado. Mire por todas partes, pero nada, ni resto de ella ni de sus cosas. Iba a irme, a buscarla. Pero al moverme y al hacer una corriente de aire, algo se movió en el escritorio... una carta. Fui con miedo hacía ella, la agarre con mis manos que temblaban, era una carta hecha a mano por ___. Empecé a leer no muy seguro de querer hacerlo, ya que suponía lo que había pasado, me había abandonado, de nuevo.

10 capítulos mas y se acaba la novela:/

Besos donde no les da la luz *-*

2° Mundos Opuestos (YayoGutierrez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora