Capitulo 8

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MARATON 2/2


Trague saliva ¿qué podía decir? Delante de mi, agarrándome el brazo estaba el chico por el que había llorado no sé cuantos meses. Rápidamente mis ojos de llenaron de lagrimas, me mordí el labio para no llorar, no quería parecer débil. Mi corazón latía fuertemente, me tuve que contener para no abalanzarme sobre él y ponerme a llorar como un bebe desconsolado.

Ahí estaba Yayo, esperando una respuesta, pero de mi boca no salía otra cosa que no fuera un llanto. Los 19 le sentaron fenomenal, pero estaba cambiado. Sus músculos estaban algo más marcados- llevaba una camiseta de tiranta gorda negra- estaba un poco bronceado, se dejo creer un poco el cabello, perfecto para pasar la manos por él en un beso... Sacudí mi cabeza.

- Hola- dije en un susurro y mi voz sonó ronca.

Tanto desee este momento y ahora no sé que decir. Yayodeslizo su mano por mi brazo derecho y me soltó, dejo por el camino que había tocado su mano un camino de cosquillas, como extrañaba su tacto.

- ____...

- Yayo...

Los dos dijimos a la vez nuestros nombres, mi voz nombre nunca había sonado tan bien. Mi corazón seguía latiendo, mi cabeza empezaba a dar vueltas, di un tras pies hacía atrás. Muchas emociones, muy poco tiempo. Yayome agarro de la mano izquierda para evitar que me cayera... Oh, no. Pegue un gemido de dolor, me había cogido de la muñeca, donde estaba mi vendaje, donde estaban las rajas por él.

- ¿Qué es?- dijo serio, sin quitar su mirada ni su mano de mi muñeca.

Su tono serio me recordó, a nuestros primeros encuentro, su voz sería y sexy. ___, no pienses en eso ahora... Tienes un problema bien grande.

- Un... Apoyé mal la mano... Eh...- intenté apartar mi mano de él.

Pero me lo impidió, su fuerza era mayor que a mía.

- No me mientas- dice mirándome a los ojos.

Casi se me doblan a las rodillas y me caigo al suelo.

- No te miento... ¿Sabes?- lo pille desprevenido y aparte mi mano- Nos acabamos de reencontrar ¿y tan solo me dices eso?

Yayoseguía serio, ni sonreía ni frunció el ceño. No sabía que le pasaba por la cabeza.

- Te cortaste ¿cierto?

- Yo... Yayo... No es lo que aparenta.

Yayome miro, no dijo nada, parecía una piedra. Soltó bruscamente mi mano y dio medía vuelta. Vi como se iba, vi como se alejaba de mí, de nuevo.

- ¡YAYO!- grite. Él paso de mi- No, no lo hagas de nuevo.

Las lagrimas empezaron a bajar por mis mejillas hice de mis manos unos puños, por mi cuerpo corría el sentimiento de la impotencia. Lo estaba viendo alejar como lo vi hace meses, hace muchos meses. Fui tras él tuve que correr, pero Yayome oyó y empezó a correr también, pero más rápido. Nos introdujimos en el bosque, no sabía donde estaba, seguramente perdida, me faltaba la respiración, pero no lo iba a perder de nuevo.

En la oscuridad la imagen de Yayoera borrosa y estaba lejos, muy lejos. Se me paró la respiración, me paré, apoyé las manos en mis rodillas y agache la cabeza, empecé a respirar fuertemente. Miles de insultos me vinieron a la cabeza. Eres idiota ___, otra vez lo perdiste.

- Yayo...- susurre.

No se oían pisadas a lo lejos, seguramente estará tan lejos que ni me escuchara.

- Yayo- grite.

Mi respiración no me da para más. Levante la cabeza, estaba sola en mitad de un bosque de mi internado. Yayohuyó de mí y estoy perdida.

- Bien ____, perfecto- me dije a mi misma.

Me seque las mejillas. Aun que lo comprendo, no tiene un buen recuerdo con los cortes...

- Eres idiota, la más idiota del mundo.

Volví a bajar mi cabeza. Oí como crujían unas hojas...

- Si. Eres idiota- dijo una voz masculina, su voz.

Levante la cabeza expulsando un gemido. Yayoestaba en la sombra de un gran árbol... Lejos de mí. Yayodio unos pasos más cerca.

- Por lo menos estas viva- cada vez más cerca.

Noté su cercanía, mi corazón empezó a ir más deprisa. Toco mi brazo izquierdo y bajo hasta mi muñeca, vi la mueca que hizo cuando toco las vendas.

- ¿De qué me sirve estar viva si no estas conmigo?- dije en apenas un susurro, pero el silenció del bosque hizo que Yayolo escuchara sin problemas.

- Yo... ___...- empezó a decir Yayo.

- Déjalo.

No quería escuchar palabras sueltas, no quería escuchar nada que me rompiera más el corazón.

- Yayo...- susurre.

Su nombre de mi voz sonó cargado de sentimientos, se notaban mis ganas de llorar y que le iba a pedir algo.

- ¿Si?- dijo firme.

- ¿Me puedes abrazar?- dije avergonzada después de mis palabas.

Después de la mueca, creo que esta es la 2ª vez que su cara se mueve... Me sonrió. Note como avanzaba nervioso y acortaba la poca distancia que nos quedaba. Me envolvió en sus brazos. Por primera vez desde hace mucho tiempo me sentía como en casa, cómoda...feliz. No pude evitar que se me escaparan unas lágrimas de felicidad. Puse mis brazos en su espalda, pegándome más a él

- Yayo... Te extrañe- dije en mi llanto.

Yayono me dijo nada, pero creo y quiero creer que escuche un pequeño gemido de un llanto y con eso me basto.


Besos donde no les da la luz *u*


2° Mundos Opuestos (YayoGutierrez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora