Capítulo 17: Axel

100 2 0
                                    

Todo sería tan distinto si te hubiese correspondido desde hace tanto. -dice triste mientras frota mi espalda.
-Lo sé.
-Nena, algún día me amaste sin conocerme bien. Solo déjame intentarlo y si no me amas más te puedes ir.
-Está bien. -accedo. Amo a Sebastián y nada de lo que haga Axel me va a hacer regresar. El besa mi cara suavemente.
-Gracias, _________. Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que seas la chica más feliz del mundo entero.
-Sí. -digo aún en su pecho.
-¿Por qué no te fuiste? La puerta estaba abierta. En serio no esperaba verte de nuevo.
-Yo no esperaba que fueses tan lindo y que confiaras en mí. No te podía hacer eso.
-¿Y Sebastián? -pregunta acariciando mi cabello.
-En mi casa. Supongo que ahí va a estar hasta que regrese. -me encojo de hombros.
-¿Sigues enojada con él?
-Sí, es un imbécil. Se fue dejándome ahí aún cuando tenía una pistola en la cabeza.
-Es de juguete, no me arriesgaría a que algo te pasara. -dice con una sonrisa.
-¿Lo ves? Hasta tú te preocupaste por qué no me pasara nada y él se fue así, sin importarle mi vida.
-Pega muy fuerte. -soba su mejilla y río levemente.
-Supongo que sí.
-Pero lo amas, ¿no?
-Hoy cumplimos un mes pero lo amaba desde mucho antes. Tú lo sabes.
-Siempre hablabas de él. -pone los ojos en blanco. -Eran las únicas veces en que te ignoraba. -confiesa.
-Sí, ¿sabes? Sí notaba cuando me ignorabas y cuando no. Eres muy mal actor.
-Claro que no. Hoy fue de mis mejores actuaciones viéndome como un loco secuestrador.
-¿Estabas actuando? Pero si así eres siempre. -digo riendo.
-Ja, que chistosa. -dice intentando acomodarse recargándose en mi. Esta muy pesado y yo soy algo débil así que los dos nos vamos para atrás.
-Eres un tonto. -digo riendo.
-Y tú una debilucha. -él se ríe ligeramente pero a la vez se queja. Me incorporo.
-¿Ya te tomaste tu medicina?
-Umm, sí, obviamente. -dice nervioso.
-Axel, si te quieres poner bien debes de tomártela. -voy por su botella de agua y las tres pastillas que se debe tomar. Le doy una mano para sentarlo pero en lugar de eso me jala y caigo encima de él. Nuestras caras están frente a frente.
-Bésame. -susurra sobre mis labios.
-Axel, por favor.
-_______, solo una vez, por favor. -suspiro y uno mis labios a los suyos. Son suaves y carnosos. Es un beso suave y lento. Pone sus manos en mi cintura. Me alejo y me pongo de pie. Piensa en Sebas, tú amas a Sebas.
-Te amo. -dice él.
-Necesito un poco de aire, ¿sí? Regresó rápido. Te lo juro. -digo tomando discretamente mi celular, Sebastián escuchó todo y sigue escuchando.
-Sabes que confío en ti, solo no tardes mucho. -asiento.
-Por favor, tomate tu medicina.
-Sí, hermosa.
Camino unas cuadras y llego a un pequeño parque. Me siento en la primera banca que veo.
-¿Viste eso? -digo poniendo el celular frente a mí.
-Preciosa, ¿estás intentando torturarme? Cada que guardes tu celular ahí, llámame.
-No había un lugar mejor. -digo acomodando mi escote con la mano que tengo disponible. -Mi batería está por acabarse, Sebas.
-Te extraño.
-Creo que yo también. No lo sé, estoy confundida.
-¿Te gustó su beso? -pregunta serio.
-No, no lo sé. -confieso.
-Si te gustó. Mierda, _________, vuelve a casa ya. -está desesperado. Me conoce bien.
-Ya lo escuchaste, le voy a dar una semana. Esta mal, solo necesita un poco de afecto y cuidado.
-Pero no de ti. Tú eres mía.
-Te recuerdo que él único que se preocupó por mi, fue él, Sebastián. -digo con algo de rencor. Sigo sin creer que me haya abandonado.
-¿Preocuparse? ________, ¡te secuestró!
-Yo me vine con él por voluntad propia. Eso no es un secuestro.
-¿Por voluntad propia? No te engañes, preciosa.
-No me engaño. Decidí venirme con él cuando vi que no había una jodida persona en el aeropuerto a quien le importara. -digo alzando mi voz.
-_________, mierda, entiéndeme. ¿Cómo planeabas que te ayudara si no tenía algo con que defendernos? Nos iba a matar a los dos.
-Así que decidiste que mejor me mataran a mí. Gracias, eh. Eres el novio del año.
-Deja de comportarte de esa manera, _______. Sabes que te amo. Y no quiero pelear contigo.
-¡Entonces no me hubieses abandonado! Juntos habríamos podido salir de esa. Pero tú huiste por miedo.
-¿Crees que fue fácil para mí ver que en cualquier minuto él podía dispararte? Me sentía jodidamente mal. Eres mi mundo. No soportaba verte así, entonces decidí que lo podía atacar, solo necesitaba un arma y el señor de seguridad del aeropuerto amablemente me prestó la suya, pero cuando volví tú ya habías decidido irte con ese imbécil.
-No le digas así. Como sea él me está protegiendo ahora.
-No, no me digas. ¿Ya te gusta de nuevo? -dice enojado. Viéndome a los ojos.
-No, Sebastián. Axel es perfectamente guapo. Y buena persona. Y lindo y comprensivo. Pero por más que lo intente yo te amo a ti. ¡Y no tienes idea de cuánto me gustaría que no fuese así! Podría tener una nueva vida a lado de Axel, pero no, por qué a quién amo es a ti.
-No sé cómo sentirme con eso. Pero yo también te amo, ________. Mucho, demasiado.
-Hace un mes nos conocimos. -digo con anhelo mientras suspiro.
-Fue el mejor día de toda mi vida. Encontrarme con esa bella sonrisa, y tus hermosos ojos. Nunca olvidare tu reacción cuando viste que era yo quien estaba a tu lado.
-Fue totalmente imposible. Ni en mis más locos sueños me habría sucedido eso.
-La parte buena es que no estás soñando.
-Y también la mala. Ve nuestra realidad. Estamos separados.
-Esta será la semana más larga de mi vida. -el acaricia su pantalla simulando que me acaricia a mí. Yo pongo mi mano sobre la suya.
-Me estoy quedando sin pila. Te amo. Nos vemos pronto mi amor.
-¿Qué? No, ________, no te vayas. Te amo. -mi celular se apaga.
-También te amo. -susurro a la nada. Regreso a mi casa temporal.

¿Destino o Casualidad? «Sebastián Villalobos y Tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora