Hace una semana que estoy con Axel, hemos estado poniendo orden a su vida poco a poco y creo que es el momento de dejarlo.
-¿Entonces esto es todo? -dice un Axel sumamente triste.
-Axel, no estés así. Nos seguiremos viendo.
-No, ________, ya no estarás a mi lado. Ya no serás lo primero que vea al despertar. Ya no veré tu hermosa sonrisa a cada segundo.
-Deja de hacer un drama, por favor. -tomo su mano -Las cosas tienen que ser así.
-Quédate. Por favor. Solo un día más. -no soy capaz de negarme al ver toda la tristeza que lo absorbe.
-De acuerdo. Solo hoy, mañana me iré. -el sonríe y me abraza fuertemente haciendo crujir todo mi cuerpecito.Al final me quedé 2 semanas con Axel, ambos nos encariñamos más de lo que yo esperaba. Pero tenía que seguir con la escuela y ponerme al corriente antes de salir de vacaciones. El está reacomodando su vida de a poco. Ya creamos su canal e hicimos su primer vídeo. Solo está esperando el momento adecuado, según él, para subirlo, piensa que me va a afectar que salga con él en un vídeo siendo la novia de Sebastián. Es muy considerado. Aún así le pediré ayuda a alguien para que lo ayude con su nueva carrera como YouTuber.
Mis papás me regañaron por preferir a un desconocido antes que a ellos.
Sebastián sigue celoso de él, es por eso que no le diré que lo estoy ayudando. Desde que volví centró su atención completamente en mí. De hecho, hicimos una semana de vídeos, bueno, él la hizo, yo solo participé. Vomité después de hacer el reto de Chubby Bunny y el de las grageas también. Hicimos otro de nuestra vida diaria. Hicimos el tag de los novios. Y el mejor de todos, hicimos un vídeo para nuestra hija. Sentí que estaba en un sueño, uno muy loco, no podía creer que le estaba hablando a mi hija y mucho menos podía creer que Sebastián será su padre. Eso sobrepasa mis más locos sueños. Pero amo ser parte del equipo.-¡Mi amor! -grita Sebas desde el baño. Mario, Arango y yo comenzamos a reír, sé perfectamente que quiere.
-Déjame adivinar, se acabó el papel. -digo detrás de la puerta riendo.
-Sí, pásame uno.
-Espérame. -digo a la puerta y regreso a la sala. -Mario, ¿en dónde está el papel?
-Yo se lo doy. -pone los ojos en blanco y se levanta de su cómodo asiento. Me acomodo en mi lugar otra vez.
-¿Y qué tal la llevas? -pregunta Sebas Arango. Supongo que se refiere a lo que pasó con Axel.
-Bien. Fue muy lindo. Estando frente a todos se comporta distinto, tal vez por eso no les agrada, pero me cuidó y se preocupó de por mí en todo momento. -digo con cierta melancolía.
-No me digas que lo extrañas. -dice Arango sorprendido.
-Supongo que sí. No lo sé, cuando me contó su historia dejé de sentir cualquier tipo de rencor hacia él. Siempre fue tan vulnerable y ahora es muy fuerte. Lo admiro. Y admiro como ha enfrentado cada situación. -digo encogiendo mis hombros.
-Bueno, a ti te secuestró. No creo que sea de admirar.
-Ok, sí. Tal vez eso fue lo único que no pensó bien. -reconozco.
-Cualquiera perdería la cordura con alguien tan linda. -me guiña un ojo y lo veo extrañada.
-No soy la gran cosa, pero él sí la perdió y yo también. -
-¿Exactamente qué pasó con él? -dice acortando aún más la distancia entre ambos.
-Sabes que confío en ti, esto no se lo puedes decir a nadie, ¿ok? -Sebas asiente.
-Somos como hermanos, confía en mí. -el simula sellar sus labios.
-Me besé con él. -confieso en un susurro y Sebas me ve incrédulo.
-¿Por qué hiciste eso, _________? -pregunta confuso y con un tono de voz igual de bajo que el mío.
-Por estúpida, estaba muy confundida y seguía levemente enojada con Sebastián por abandonarme con él.
-Admito que ese fue un gran error de Sebastián. -asiento levemente.
¿Me harías un favor? -
-Claro, dime.
-¿Puedes ayudar a Axel a hacer vídeos en YouTube? -susurro.
-¿Qué? _________, eso es mucho. -el también está susurrando.
-Ándale Sebas, dale una oportunidad. Necesita conseguir un trabajo y a ustedes no les va nada mal haciendo vídeos, ¿sí? -junto mis palmas rogándole y hago un puchero.
-Esta bien. Pero solo una vez, después que él se las arregle solo.
-¡Gracias!-le doy un abrazo de agradecimiento cuando escucho a Mario y Sebas carraspear.
-Solo le estaba agradeciendo. -le explico a Sebas rodando los ojos. El va a decir algo pero su teléfono suena y se va a otro lado.
-¿Agradeciendo qué? -pregunta el indiscreto de Mario.
-Que voy a... -comienza a explicar Arango.
-Que me va a ayudar a elegir el vestido para mi graduación. -miento. Arango me ve extrañado al igual que Mario.
-¿Y por qué mejor no te ayuda Juana?
-Por qué está en Colombia, dah. -le respondo a Mario y Arango ríe.
-Claro, tenias que escoger al más niña de nosotros. -dice Mario, y Arango le avienta un cojín.
-Cállese, marica, que cuando vea lo hermosa que va estar esta criatura va a querer conseguirse una novia.
-¿O sea que en este momento no me veo hermosa? -reclamo señalándome.
-Claro que sí, preciosa. Tú siempre te ves hermosa. -Sebas se sienta a mi lado y besa mi mejilla.
-Te amo. -le digo recostándome en su hombro.
-Ay, no __________, si van a empezar con cursilerías váyanse a otro lado.
-Mario, ¿hace cuánto que no te dan? Estas tan gruñón. -bromeó y los dos Sebas ríen.
-Ja, ja. Qué divertida. Pero tienes razón, ya necesito un poco de diversión. -dice dramático.
-Y yo necesito amigas. -digo considerándolo seriamente, con Christian y Sebastián A no puedo hablar de todo. Sebas recibe otra llamada y se va de nueva cuenta.
-¿Estás de vacaciones, verdad? -me pregunta Arango. Yo asiento, hace una semana que salí de vacaciones.
-Prepara tu maleta, nena. -Arango me levanta y me empuja afuera. -Nos vamos a Acapulco.
-¿Qué? ¿Cómo así? Marica, tengo cosas que hacer mañana. -alega Mario jalándome hacia adentro otra vez.
-No seas ridículo, ¿dormir es tu gran plan? -dice Arango llevándome de nuevo a la salida. -Nos vamos a Acapulco en cuánto _______ regrese con su maleta.
-¿Y mis papás qué? Aún no me mando sola, Sebastián. -digo zafándome de su agarre.
-Pero qué cosa más tierna, parce. Es nena de casa todavía usted. -dice Mario con una sonrisa burlona.
-Pues sí. -le muestro la lengua como mujer madura de 17 años.
-Anda, ve por tus cosas en lo que nosotros nos alistamos también. -Arango me termina de sacar y cierra la puerta en mis narices.
-No sean bobos, ¿cómo planean que me vaya si mi bolso está ahí adentro? -grito detrás y oigo sus risas del otro lado.
-Ya va, _________. Ahora mismo te lo pasamos.
-Rápido. -grito cruzando los brazos. Mario se asoma por el pequeño espacio que abrió de la puerta y me da mi bolso.
-¿Y cómo me voy? -protesto.
-Llámele a un taxi, sonsa. -Mario señala su cabeza dándome a entender que piense.
-¿Y Sebastián? -pregunto intentando entrar pero Mario no me deja.
-Yo que sé, ese hombre solo piensa en trabajo.- suspiro y pongo los ojos en blanco por qué es verdad.
-Esta bien. Vuelvo en una hora. -le informo y doy media vuelta comenzando a caminar para esperar un Uber.
-Si no llegas en una hora te dejamos, eh. -me advierte Mario cerrando la puerta.
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¿Destino o Casualidad? «Sebastián Villalobos y Tú»
FanfictionEn esta novela nada pasa por que sí, aunque te aferres a creer que fue una sencilla y mera casualidad, no lo es, por qué, vamos, algo que es para siempre no pasa por «simple casualidad»