Stiles abrió los ojos cuando escuchó la voz en su cabeza. No recordaba cuánto tiempo llevaba allí, quizás un mes, dos semanas o unos días. Solo sabía que, al principio, su mente había estado completamente en blanco hasta que empezó a recuperar sus recuerdos. Recuerdos de su otra vida. Y luego llegó la voz.
La primera vez había sido un susurro lejano al fondo de su cabeza. Poco a poco se había ido intensificando hasta que, como ahora, era clara y fuerte. Sin embargo, Stiles no sabía a quién le pertenecía.
A su lado había una mujer muy guapa, de ojos marrones como la miel y no muy alta. Su nombre era Claudia, y Stiles casi había llorado cuando la volvió a ver después de tanto tiempo. Estaba exactamente igual a como la recordaba, casi diez años atrás.
En cuanto la vio el primer día de estar allí, Stiles corrió a abrazarla, y ella lo sostuvo entre sus brazos con una enorme sonrisa en el rostro, como cuando era un niño. Cuando recuperó el habla, el chico le dijo cuantísimo la había echado de menos todo el tiempo. No podía creerse que estuviera volviendo a ver a su madre. Pensaba que nunca más podría hacerlo.
Claudia le explicó que se encontraban en un lugar llamado El Otro Lado, y que poco a poco iría recuperando la memoria sobre su antigua vida. Todo el mundo llegaba allí con el simple recuerdo de su nombre y, conforme pasaba el tiempo, iban acordándose de más detalles.
Stiles se sentía infinitamente feliz por haber recordado a su madre entre las primeras cosas. En ese punto, ya se acordaba de todo lo que había vivido hasta el momento de su muerte, que era lo último que todos los que pasaban a El Otro Lado podían recordar.
El espacio de tiempo desde que una persona moría hasta que se encaminaba hacia la luz era completamente desconocido para todos ellos.
Stiles miró a su madre y decidió que era hora de preguntarle lo que le había estado rondando por la cabeza los últimos días, prácticamente desde el momento en que escuchó la voz por primera vez.
-Mamá, si ninguno de los que estamos aquí recuerda el espacio de tiempo que pasa desde que morimos hasta que cruzamos hacia El Otro Lado, ¿cómo podemos saber que ese espacio de tiempo existe realmente?
Su madre le sonrió y le paso una mano por el pelo, apartándole los mechones de la frente como solía hacerlo. Stiles se sintió como un niño pequeño al que su madre aún le peina antes de salir de casa, pero no le importó en absoluto. No le importó porque el Stiles de 8 años que se había quedado sin madre de la noche a la mañana había visto cómo las madres de sus amigos los peinaban antes de salir, mientras que a él no lo peinaba nadie. Y ahora estaba recuperando todos esos momentos que había perdido junto a ella.
-No has perdido la costumbre de hacer preguntas para poder comprenderlo todo, ¿verdad?
Stiles sonrió y negó enérgicamente con la cabeza.
-Pues verás -empezó su madre, -como bien has dicho, ninguno de los que estamos aquí recordamos lo que fue de nosotros desde que morimos. Sin embargo, a algunos de los que cruzan a El Otro Lado -a muy pocos, en realidad- les empiezan a llegar pequeños recuerdos de su etapa como fantasmas en el mundo de los vivos. Se trata de cortos momentos de cuando estaban todavía allí. Nadie sabe por qué, pero lo recuerdan.
Stiles asintió, asimilando la información.
-Entonces, ¿dónde está esa gente ahora? -preguntó, curioso.
-Ya no están aquí.
-¿Cómo que no están aquí? ¿Dónde más pueden estar?
Stiles no comprendía a dónde quería llegar a parar su madre.
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Safe and sound || Stydia
FanfictionUn día cualquiera de verano, a Stiles le ocurre algo que cambia su forma de ver la vida: consigue salir vivo de un tiroteo. Poco después conoce a Lydia, una extraña chica que poco a poco se hará su amiga y le ayudará a superar los problemas que está...