Narra Lucie
Estoy sumamente nerviosa, mañana por la tarde vuelo a España para comenzar con él músical. No es lo que tenía pensado pero qué más da, trabajo es trabajo.
Me encuentro practicando mi rutina como bailarina extra.
Ser extra es algo que nunca me imaginé al comenzar a bailar, siempre me vi en muchos escenarios siendo la protagonista de cada musical, aparte de bailar canto, es algo que siempre me ha gustado. Con Emma bailábamos y cantábamos siempre.
Esta noche ella conocerá a sus hermanos, espero que no se ponga nerviosa a reconocer a Matt. Me extraña que sean la una de la madrugada y no me llamara para contarme qué tal le fue. Ya es tarde para yo llamarla.
Pensé que ese idiota dios griego, sería más frio con ella. Tenía miedo que solo la llevara a su casa y no se preocupara mucho, pero rompió todos mis miedos.
Apague la música y tome la taza de café que estaba en la mesa de la cocina. Me apoye en ella. Cierro mis ojos y lo único que veo, son esos ojos verdes que hacen que mi piel se erice.
¡No puedes enamorarte de él Lucie!
Sé que no debo sentir nada por Peter, su mundo y mi mundo son completamente distintos. Es un millonario, lo sé pero es distinto a los demás. Crecí en ese mundo. También conocí a su padre y es totalmente distinto. Hanna siempre me hablaba que era romanticón, que la llenaba de detalles y siempre sentí envidia por ella, porque Hanna lo detestaba.
¡¿Quién puede detestar a ese sexy hombre?!
Salí de mis pensamientos para dirigirme al baño, por una refrescante ducha.
Una vez que termine, comencé a navegar por internet. Inconscientemente me encontré buscando fotos de él. Se le veía junto a su equipo de trabajo, en otras con su casco blanco viendo papeles y así seguía su álbum de fotos. Me detuve en una fotografía que salía de la mano en una cafetería junto a Heather. Fue ahí cuando se supo que tenían un hijo en común.
Recuerdo que Hanna me llamo dos semanas después de eso, diciéndome que estaba embarazada y que se vendría a vivir conmigo. Pensé que su hijo en ese momento, no se sabía que era mujer, era de Peter. Pero una vez llegando aquí me confeso ser amante del padre de él, la rabia me cegó y le grite mil barbaridades.
Refregué mis ojos. Es hora de dormir. Al ver la última fotografía era de su familia. Había un encabezado de "La gran familia Miller". Ese momento un nudo en mi garganta se formó.
¿Peter le pondrá su apellido a Emma?
No quiero que ella deje de ser Gray es lo único que tengo, ella es mi única familia, sé que la deje ir pero necesitaba rehacer mi vida para darle un mejor futuro a ella, pospuse mil cosas por su bienestar. No me había llamado la atención estar en una relación.
¡Pero llega Peter y cambia todo!
Me lance a mi cama, tapándome completamente me quede dormida.
*
Me levante, con una misión para este día. Mis maletas ya estaban listas, lo que había pensado no me tomaría mucho tiempo, necesitaba irme con la conciencia tranquila respecto a lo de Emma.
Tome mis cosas y salí a tomar el auto bus. Una vez arriba me puse mis audífonos y comencé mi viaje.
Tome aire al encontrarme frente a un gran edificio lleno de vidrio, Sin pensarlo entre.
Una chica de más o menos unos veintitrés años, me miro de arriba y abajo e hizo una mueca.
¡Muérete castaña estoy mejor que tú!
-Buenos días ¿En que la puedo ayudar?- dijo ella tratando de ser cortes.
-Busco al señor Peter Miller- ella abrió sus ojos como platos
-Veré si se encuentra dispuesto a recibirla- hizo una mueca -¿Cuál es su nombre?-
-Lucie Gray- dije orgullosa, ella tomo el teléfono y comenzó a hablar. Luego de unos minutos se dirigió a mí.
-Señorita Gray- su tono había cambiado -Esta es su tarjeta de visita, suba hasta el décimo piso que es el último y hable con la secretaria del señor Miller- me dedico una sonrisa. Tome la tarjeta y asentí.
Al subir al ascensor mis manos comenzaron a sudar. Oprimí el botón con el número diez y comencé a ascender una vez que las puertas se cerraron.
Unos minutos más tarde estaba en otra recepción, esta vez era más elegante que la de abajo y vi a una rubia sentada tras un escritorio.
-Buenos días soy Lucie Gray- dije, ella levanto su cabeza y me miro detenidamente, puso la misma cara que la recepcionista de abajo.
-El señor Miller la espera, es por esa puerta señorita Gray- asentí.
Comencé a caminar, en este momento recordé un libro que leí que la protagonista se caía al ingresar a la oficina del gran hombre. Mis mejillas se sonrojaron. Sin tocar abrí la puerta.
Mire hacia su escritorio, pero no estaba, sino que junto a otro que estaba iluminado por una lámpara y más ancho que el anterior, se encontraba sin su chaqueta, solo en camisa y sin corbata, concentrado en lo que estaba haciendo. Levanto su vista y me miro directamente a los ojos.
-Señorita Gray ¿A qué debo su visita?- dijo levantándose y acodando los botones de la manga de su camisa
¡¿Por qué vine?!
-Buenos días Peter, espero no molestar- al mirarlo más detenidamente se le veía cansado, tenía ojeras y su cabello estaba revuelto y se le notaba aun húmedo.
-No molestas por favor toma asiento- su voz se notaba cansada, algo dentro de mí se apretó.
-Vine hasta aquí, Emma anoche no me llamo y al darme cuenta de ello ya era tarde para hacerlo yo ¿Paso algo?- dije caminando hasta donde me apunto que me sentara. Se quedó de pie mirando por los grandes ventanales.
-¿Por qué no me contaste lo de Matthew?- mi cuerpo se congelo por completo, sentí que mi corazón dejaba de funcionar, eso es algo que nunca creo superar.
-No sé de qué hablas- dije con un nudo en mi garganta.
-Lo sé todo incluido lo de Hanna- gire para mirarlo mejor, ya se había vuelto hacia donde yo estaba.
-Emma no lo tiene que saber, eso la mataría-
-Ya lo sabe- se sentó en la silla que estaba junto a mí -Matt lo grito y sin darnos cuenta que estaba escuchando, hable con ella, la logre contener, pero necesito que seas sincera conmigo-
¿Sincera? Me está pidiendo que sea sincera, ¡Oh Peter créeme que no lo quieres saber!
-Lo soy, solo que eso es un punto aparte, algo que he estado olvidando, no fue fácil para mí y aun así me hice cargo de mi sobrina y creo que hice un buen trabajo haciendo de padre y de madre para ella-
-Lo es, hiciste un excelente trabajo- nos miramos directamente a los ojos - Sabía que había algo detrás de todo ese lindo rostro, tus ojos se ven tristes Lucie-
¿Me acaba de decir que me encuentra linda? ¡Concéntrate Lucie!
-Vine por una respuesta Peter- el me hace una seña de que siga -¿Cambiaras el apellido de Emma?- me quedo mirando.
-¡NO!- dijo tajante -Bueno esa es decisión de ella no mía, si lo quiere hacer comenzare con el papeleo pero no la puedo obligar a nada-
-No sabes cuánto me alivia escuchar eso- dije llevando mi mano inconscientemente a tomar la de él -Es lo único que me queda de mi familia Peter- una vez que me di cuenta quise soltarle la mano pero no me dejo.
-No soy tan ogro como me crees- puse mis ojos blancos.
¡Ya mucho habíamos durado sin pelear!
-No creo que seas un ogro, solo un poco mal humorado pero nada más que eso- dije riendo. Seguimos con nuestras manos tomadas.
-No sabes lo bien que me hace tenerte cerca- dijo eso y sentí que todo mi rostro ardía.
¿De verdad lo dijo? ¡Oh dios mío, muero!
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Eras tú mi vida #NFUE2
RomanceSegunda parte de Nunca fuiste un error (NFUE) Peter Miller de veintinueve años, soltero codiciado por todas la de sus áreas, arquitecto que posee una gran empresa con su mano derecha su mejor amigo de infancia Daniel Saavedra, quien juntos sacan a f...