EPÍLOGO

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Varios años después...

Las 6pm, estoy llegando a casa después de atender a mi último paciente. Hace unos siete años me recibí de sicóloga, entre a la facultad de sicología a los 23 años, cuando mis hijos ya eran un poquito mas grandes, me llevo cinco años licenciarme pero lo conseguí. Gracias al apoyo incondicional de Teo, que siempre me ayudó en todo, no se que habría echo sin él. Recuerdo el día mi boda con Teo como si hubiese sido ayer, pero hace tanto... parece mentira que Olivia y Benjamín ya tengan 16 años, ahh y tenemos otro hijo, Max de 15, si ya se lo que están pensando ¿se llevan solo un año? Si, técnicamente se llevan año y medio. Quede embarazada de Máximo cuando los mellizos tenían 9 meses, al principio fue horrible porque cuando nació Max, Emma estaba por cumplir 4 años y los mellizos tenían año y medio. Y les juro estuve al borde del manicomio, pero a medida que fueron creciendo nos dimos cuenta que fue lo mejor, ellos son muy amigos. Me recuerdan mucho a mi y a mis hermanos.  

Empezó a sonar mi celular, no es raro porque de 24 horas que tiene el dia mi celular suena 25.

—Hola—respondi sin mirar.

—Maaaa—en ese momento no pude deducir de cual de mis hijos se trataba.

—Ya llego, salí y ayúdame con las bolsas—dije sin darle tiempo a nada. Vi salir a Max corriendo para ayudarme.

— ¿Que necesitabas Max? —le pregunte cuando estuvo a mi lado.

—Yo nada, la que te llamo fue Olivia, pero me dijo que vos me pediste que saliera a ayudarte—agarro un par de bolsas y las llevo adentro.

—Maaa—no había puesto los dos pies dentro de mi casa, cuando escuché el grito de mi hija.

—Olivia que sea la última vez que cuando te pido algo lo mandes a tu hermano—le dije sin mirarla y pasando a la cocina.

—Pero ma…—intentó quejarse pero la interrumpí.

—Bueno ahora decime que es eso tan urgente que necesitas—en ese momento entraron Benjamín y Emma a la cocina.

—Es que...Ana me viene a buscar para ir un rato a una fiesta ¿Puedo? —puso su mejor cara de niña buena.

— ¿Es la fiesta de Noah? —intervino Benjamín.

—Si, voy con Ana y con Sam. ¿Puedo?

— ¿Vos vas a ir? —le pregunte a mi hijo.

—Un rato con Salvador y Felipe—dijo mientras se sentaba y engullía un paquete de papas fritas.

— ¿Y a quién le pediste permiso vos?

—Bueno ma ¿Puedo ir con Salvador y Felipe un rato a la fiesta de Noah? —dijo de muy mala gana.

—Si, pueden ir un rato, pero no se olviden que mañana es el cumpleaños de Rodrigo y vamos a ir a almorzar a la casa de sus tios—Rodrigo es el hijo de mi Thiago y Agus, tiene la edad de Max—Y vos Em ¿que vas a hacer?

—Salgo con Abby, pero vuelvo temprano More, no te preocupes.

—Ok, Max. Somos papá, vos y yo. ¿Que queres hacer?

—Ma...lo siento. Pero hoy duermo en lo de Franco—lo mire seria y él entendió enseguida—Papá me dio permiso hace un par de días—Y con eso salio corriendo a su habitación. En ese momento la puerta del frente se abrió y mis hijos salieron corriendo a recibir a su padre. Teo ya a sus 38 años, es un hombre muy bien conservado. Hace ejercicio dos veces por semana y a veces sale a correr con Benjamín, a quien le gusta mucho mantenerse en forma. Para mi esta cada día más lindo, pero que voy a decir yo si es mi marido.

Si pudiera ser parte de Ti © (#1) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora