Cinderella

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23: Cenicienta.

—Entonces, ¿año nuevo?

La lluvia sonaba con fuerza a través de los vidrios de la cafetería. Flynn estaba frente a ella, con sus café de siempre en las manos, y un beanie en su cabeza, aunque Jasmine insistió en que se lo sacara por estar bajo techo. A la quinta vez, se rindió.

Año nuevo, pareció en nacimiento de todo. Parece que todo se remonta, y se resume a lo que pasó esos últimos y primeros segundos del viejo año, y del nuevo, respectivamente. Los ojitos brillantes de Niall seguían en su cabeza como pequeñas ampolletas que iluminaban todo cuando parecía ser oscuridad. Y las risas aún se reproducen en su cabeza, y las canciones, y los bailes, como una película quemando en su memoria.

Su café reposa en la mesa, medio lleno, y la lluvia suena en el vidrio, y aún así tiene una sonrisa. Porque Flynn le inspira confianza, y es casi como su hermano, y porque está tan, tan feliz con todo, que simplemente no puede disimularlo. Es muy mala mintiendo.

—Pues, nada. Fue asombroso. Fui con mi mamá, y comimos, bailamos, y fui su beso de año nuevo, y fue fantástico. No sé como más describirlo.

Una sonrisa baila en si cara, y revuelve un poco su café antes de dar un sorbo. Flynn la mira con esos ojitos sonrientes y bailarines, casi orgulloso de ella. O así se siente.

Es como si por fin las cosas se estuviesen dando solas, y tan maravillosas. No hay en comparación a lo que siente por Niall, y le asusta como la mierda muchas veces que se pone a pensar en eso, pero siempre intenta hacer volar esos pensamientos lejos, con tal de pensar en su linda sonrisa y su manera de ser. Aunque a veces prefiere olvidarlo con unos buenos besos, por aquí y por allá, como el día del chocolate caliente.

Definitivamente ese día, no necesitó calefacción para entrar en calor. Y de hecho, ni siquiera tocaron el chocolate caliente.

—¿Qué tal el tuyo?

—Bien, con la familia, ya sabes. Las tradiciones, y mi abuela un poco loca con sus cábalas. Lo normal.

Ambos ríen, y dan un sorbo a su café. Es verdad, lo muy poco que conoce a la familia de Flynn, puede decir con certeza que su abuela está solo un poco loca. Y no solo por las cábalas, porque eso lo hace mucha más gente, sino porque realmente hay veces que parece como si algo no estuviera bien ahí dentro. Luego vuelve a la normalidad, y todo arreglado, hasta que vuelve a pasar. Aunque aún así, es una señora muy amorosa, y simpática cuando no está perdida en su mundo.

—¿Y qué pasa con Lauren?

—Maravilloso. —una sonrisa aparece en su rostro en menos de un segundo, y llega a sus ojos, y brilla, y está feliz. —Ella es tan dulce, y linda, y la quiero. Mucho. Es fantástico cada vez que estoy con ella.

—Estoy tan feliz de escuchar eso, Flynn. Sabes que falta, que Beatrice comience a salir con Liam, y estaría todo perfecto.

—Hablando de Liam, Lauren hará una fiesta este viernes, pensé que te gustaría ir, ya sabes, invitar a Niall, conversar un rato, ¿vienes?

—Claro, me encantaría. —el café se termina, y llaman para pedir la cuenta. —Solo una cosa, ¿qué tiene eso que ver con Liam?

—Bueno, a Liam lo conocimos en una fiesta, hice la conexión supongo.

—Eres un tonto, Flynn.

—Y tú Jazzie.

La lluvia seguía afuera, y su sonrisa seguía en su rostro. Piensa en Niall, porque el ambiente es azul, como sus ojos, aunque los suyos siempre brillan cuando está con ella, y ahora las nubes dan un toque opaco al día, pero no le importa. Porque piensa en lo que dijo Flynn, y piensa en que debe mandarle un mensaje, y en que quizá lo vea, y es fantástico. 

Cinderella. [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora