Introducing me

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19: Presentándome.

Habló con Niall por la noche, y de nuevo por la mañana, y sin contar cuando iba de camino a juntarse con Flynn, y cuando iba de vuelta. Pero nadie debe saberlo, además de ellos dos. Y ella está enamorada de Niall, así que supone que no importa, porque está enamorada... y nada más importa.

Y vaya, hasta ahora, cuando está caminando hacia la casa de Niall para verse para su segunda cita oficial; no lo había pensado. Sí, lo sabe. Ya lo tiene muy claro, cuando se lo confesó a Flynn, pero no se había detenido todavía a pensar que significaba estar enamorada de Niall. Porque si bien ha tenido relaciones antes, y novios y esas cosas, nunca ha sentido lo que siente ahora con Niall. Cada cosa, cada sensación, cada sentimiento con él, es algo nuevo. Y a veces le da un poco de miedo, pero otras veces solo quiere sonreír como colegiala y sonrojarse por todo. Se siente en el cielo, y siempre es tan maravilloso, y tiene una sonrisa de mil metros en su cara justo ahora, pero a quién le importa, irá a ver a Niall, y solo eso la pone feliz.

Camina por al menos diez minutos más, solo divagando entre lo lindo que es Niall cuando sonríe, o cuando ríe, o cuando se queda mirando a la nada, o cuando le besa el cabello, o cuando esconde su cabeza en su cuello, o siempre. Porque Niall siempre es lindo, y Jasmine solo se pasa todo el camino pensando en todas las cosas lindas que tiene.

Por fin llega a la casa de Niall, con una gran sonrisa y el espíritu radiante. Está enamorada, por dios, y como que le pica un poco la lengua por gritárselo al mundo (Niall).

James abre la puerta después de que termina de subir las grandes escaleras, que recuerda, fue donde conoció y vio por primera vez a este chico tan lindo que la está esperando ahora. El padre de Niall la hace pasar y entre un poco de charla la conduce hasta el segundo piso donde supone que está el cuarto de Niall.

La casa es inmensa. Por un momento se siente en un laberinto, es como si hubiese pasado por el mismo lugar muchas veces, y por dios, han caminado demasiado para solo encontrar una habitación. Guau, sabía que la casa de Niall era grande, y de hecho ya ha ido al cuarto del chico lindo, pero quizá solo fue guiada por el alcohol, y ahora que está lúcida, puede notar todo lo que tuvieron que andar hasta llegar ahí.

Después de lo que parecen años, llegan a su habitación, y James la deja en la puerta y se despide con un guiño. Un sonrojo se extiende por sus mejillas, y solo decide entrar antes de morir de vergüenza.

La pieza está sola. Algo desordenada, y una ternura le recorre el cuerpo cuando ve unas fotos en la mesa de noche de una pequeño niño castaño con muchos otros adolescentes rubios, que obviamente supone, son Niall y sus hermanos. Hay otra con su papá, y él con un diploma y el típico birrete en su cabeza sonriendo hasta más no poder. Y hay otra mucho más antigua, y algo desgastada por el tiempo. Es una bella mujer, rubia y de ojos azules, con una gran sonrisa, y un bebé en sus brazos. Con cuidado de no romperla, la toma entre sus dedos para verla mejor.

Niall nunca ha hablado de su madre, y al parecer es alguien muy importante en su vida, tanto así como su padre para ella. Y no puede culparlo, porque hasta la última vez en el auto, ella tampoco había mencionado a su padre, o su muerte. Y lo entiende, es difícil, y doloroso, sea lo que sea que haya pasado con ella, siente que Niall es muy apegado a su familia, y no es un persona rencorosa, o eso cree. Así que sea lo que haya pasado, es su familia, y Niall lo perdonará. Es maravilloso, otra cosa linda que agregar a la lista. Niall es un ángel, cada vez se convence más de eso.

Deja la foto en su lugar y avanza por la habitación sonriendo inconsciente en cuanto ve la ventana donde tuvo su primera conversación con Niall. Su primera noche de ebriedad y solo un poco de lágrimas. Que fantástico.

Cinderella. [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora