Melodías del Destino (BaekYeol)

Una cosa llevó a otra

Baekhyun se encontraba sentado en la sala de espera del aeropuerto. Suho le envió un mensaje en la mañana diciéndole que su vuelo llegaría a las 11:30, por lo que Baekhyun se bañó y vistió lo más rápido que pudo. Se sintió aliviado cuando no vio a su madre en la casa esa mañana, y se disculpó con Brandon por el incidente del otro día. Brandon no estaba enojado, sólo preocupado. Sin embargo, tras contarle lo sucedido, Brandon entendió y comprendió a Baekhyun. El camino al aeropuerto fue más calmado y silencioso, pero no incómodo.

— Te ves muy feliz –mencionó Suho y Baekhyun lo abrazó.

— ¡Suho, te extrañé tanto!

— Oye, si haces eso me vas a arrugar el traje.

— Lo siento mucho, obsesionado del control –Suho rio–. Ten, te compré un café latte.

— Wow, algo bueno debió haberte pasado para que hicieras esto.

— Pues, creo que sí...

— ¿Quieres contarme?

— ¿Recuerdas al chico que mencioné hace tiempo?

— Ah, ¿el que te gusta?

— Ja-ja, pues sí. Él y yo... somos novios... –Baekhyun se sonrojó.

— Por alguna extraña razón sabía que esto pasaría. Quería burlarme de tu reacción enamorada, pero no estuve aquí para hacerlo...

— Cuánto apoyo.

— Claro, soy el único que te lo da jaja. ¿Y Kyungsoo?

— Ahora que lo mencionas, no lo he visto en estos días... Tampoco me ha llamado, ¿debería de hacerlo?

— Déjalo, ya lo hará. ¿Me acompañarás a mi casa a desempacar? Puedes contarme tus citas cursis también.

— ¡No he tenido citas cursis!

— Claro, lo que digas.

Ambos subieron al auto de los Byun y Brandon condujo hasta la casa de los Kim. En el camino, Baekhyun le contó a Suho todo sobre Chanyeol mientras su amigo se burlaba por su historia "rosa". Baekhyun bufó varias veces en las pláticas. Todo lo que le rodeaba, a excepción de sus amigos y su ahora novio, era un caos total. A veces se preguntaba si ese era el costo que tenía que pagar por vivir en esa clase social. No era justo.

Por otro lado, Kyungsoo se encontraba en la plaza de la vez pasada y se preguntó por qué. ¿Qué tenía esa plaza que le provocó volver? No tenía nada diferente más que el tipo de gente que había ahí. Kyungsoo no debía relacionarse así, pero lo estaba haciendo. Habiendo descubierto su pérdida de tiempo, se dispuso a irse, pero se encontró con quien no quería hacerlo.

— Oh, ¡hola! –se acercó el chico alto.

— O-oh, eres tú...

— ¿Qué haces por aquí?

— N-nada, simplemente... Eh...

— ¿Paseas?

— ¡Eso!

— ¿No tienes amigos?

— ¿¡Q-quién dice que no tengo?!

— Pues, siempre te veo pasear solo.

— P-pues, eso es porque no les avisé para que vinieran conmigo...

— Mmm... ya veo... ¿Quieres que te acompañe?

— ¿Eh? No, eh... estoy bien así, gracias. Además, ¿no te interrumpo?