Cosas buenas y malas

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— ¡Voy tarde al trabajo, mamá! ¡Luego nos ve-! –Chanyeol no terminó su frase.


Al abrir la puerta, alguien estaba frente a él con un gran ramo de flores. Por la impresión, Chanyeol dejó su boca abierta y poco a poco fue cerrando la puerta tras de sí. Cuando estuvo completamente cerrada, quien sea que estaba frente a él fue bajando las flores hasta revelar su identidad. Cuando lo hizo, Chanyeol abrió de más los ojos y su boca estuvo a punto de caer al piso.


— B-Baek...

— Yo... Sé que esto no lo arreglará, pero tómalas por favor, Chanyeol –Baekhyun cerró sus ojos fuertemente y le extendió las flores a su novio.

— Baek, ¿por qué...?

— Yo... no vi tu mensaje y por eso no fui a donde acordaste... Chanyeol, lo siento tanto, yo...

— Baek, Baek –Chanyeol hizo las flores a un lado y lo abrazó–. No te preocupes... Sé que no fue tu intención, aunque no hubiera sido malo que me avisaras qué ocurrió...

— Lo siento tanto, Chanyeol...


Chanyeol sonrió y apretó con más fuerza a su pequeño novio. A decir verdad, quería una explicación mas no estaba enojado. Para Chanyeol, todo tenía su razón de ser, así que sólo esperaba el momento en que Baekhyun se lo dijera con calma. Baekhyun abrazó de igual manera a Chanyeol, pero él lo hizo por su cintura. A Chanyeol le agradaba mucho la diferencia de estatura entre ellos.


— Gracias por las flores, Baek.

— Te recompensaré con algo más, lo prometo.

— Jaja, no quiero nada. Mejor acompáñame al trabajo que... ¡Oh, cielos! ¡Voy tarde!


Como pudo, Chanyeol volvió a entrar a su casa sólo para dejar las flores, volver a salir y tomar la mano de Baekhyun para llegar rápidamente a su trabajo. No es que estuviera muy lejos, pero Chanyeol no solía llegar tarde. Cuando llegaron, Chanyeol abrió el local y ambos entraron. Baekhyun se sentó en un banco y observó a Chanyeol todo el tiempo. era entretenido verlo ir de aquí para allá.


— ¿Y cómo te ha ido estos días, Baek?

— Ah... bien, aunque...

— ¿Aunque?

— Mi amigo Suho se va a ir.

— ¿A qué te refieres?

— Digamos que su padre le dio a elegir y decidió estudiar en el extranjero...

— Eso es bueno, ¿no?

— Sí, pero... lo voy a extrañar...


La mirada de Baekhyun calló y Chanyeol lo único que pudo hacer fue levantarla con su mano y besar sus labios. De cierta forma, los besos de Chanyeol lo tranquilizaban bastante. Cuando se separó de él, Chanyeol le sonrió y revolvió su cabello. Baekhyun se sonrojó y le sonrió de igual manera. Sus manos fueron hasta el rostro de Chanyeol y lo acarició con sus pulgares. Baekhyun en realidad no sabía por qué alguien como él estaba a su lado. Sentía que no le devolvía todo lo que Chanyeol le daba.


— Imagino que Suho es muy cercano a ti para que te sientas así, pero descuida. No creo que en este mundo haya alguien que te quiera olvidar.

Melodías del Destino (BaekYeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora