Melodías del Destino (BaekYeol)

Esperanzas

— Escuché que te viste con Taeyeon –mencionó la madre de Baekhyun a éste.

— No puedo imaginar quién te habrá dicho eso. ¿O es que acaso me mandas a espiar?

— Por supuesto que no lo hago. Sin embargo, me alegro mucho que no lo hayas negado.

— ¿Por qué debería de negarlo?

— Qué bueno que te hayas dado cuenta de ello. Lo mejor que te pudo haber pasado fue conocerla.

— Madre –Baekhyun la vio directamente a los ojos con una mirada seria–. El hecho de que ella y yo nos hayamos visto no quiere decir que pasó algo entre nosotros.

— Pues ya deberías hacer algo tú.

— ¿¡Por qué?! –Baekhyun se paró precipitadamente y tiró el vaso de agua cerca de él.

— ¡No me grites!

— ¡Tú deja de meterte en mi vida! –Baekhyun aventó al sillón la revista que estaba leyendo y subió corriendo a su cuarto.

— ¡No puedo creerlo! Justo cuando todo va tan bien.

— ¿Qué has hecho esta vez? –preguntó el padre.

— Nada que no tardes en ver.

— Hoy estás un poco apagado. ¿Te ocurrió algo? –preguntó Kris.

— Sí. Bueno, no... Agh, ni siquiera sé qué pensar –Chanyeol recargó su cara en las teclas del piano haciendo que muchas sonaran al mismo tiempo.

— ¿Te gustaría contarme? –Kris tomó asiento al lado de él.

— ¿Te ha pasado que quieres decirle algo a alguien pero no puedes por temor a su reacción o al cambio que haya entre ustedes?

— Sí. Varias veces.

— Qué bien, entonces entenderás cómo me siento en este momento...

— ¿Qué es lo que le quieres decir y a quién?

— A Baekhyun.

— ¿Baekhyun? ¿El chico que vino el otro día?

— Sí, ah... Ya no pude mencionártelo, pero él y yo estamos saliendo –Chanyeol sonrió un poco.

— Woah, espera, ¿qué?

— Sí... No hace mucho aceptó ser mi novio.

— ¿Tú declarando tus sentimientos? No te creo.

— Lo hice. Baekhyun es especial, Kris. Es como si todo fuera nuevo con él. Jaja, tampoco es como si hubiera tenido muchas parejas en mi vida...

— ¿Entonces, si es especial, qué problema tienes con él?

— No lo sé. Siento una especie de barrera entre él y yo.

— ¿Cómo?

— Siento que él no confía tanto como yo en él.

— Uh. Eso ya está mal.

— Sí... Así que quiero que lo haga, pero no sé cómo decírselo o pedírselo, con cualquiera de los dos estaría satisfecho...

— Mira, por mis experiencias en este tipo de cosas, es difícil pedirle a alguien que confíe en ti. Tendrán sus razones las personas que no lo hacen, pero ellas y sólo ellas deben de hacerlo por sí mismas.