Star Wars Episodio VII: Un amor oscuro (Kylo Ren)

Capítulo 6

Antes de nada. Me habéis preguntado varias personas lo mismo así que voy a responder a dos cuestiones ^^

La primera es que el como va vestida Alisa se muestra en el trailer. Pensé en poner una foto al principio pero no encuentro ninguna así por lo que si queréis verlo os dejo el link y ya de paso si queréis votar y suscribiros a mi canal mejor jajaja

Booktrailer : https://www.youtube.com/watch?v=vf4HYHci5go

La segunda es que sí tengo planeado hacer una maratón. Pero eso será cuando llegue a los 300 seguidores de Wattpad y 50 en YouTube. Así que ya sabéis, si todavía no me seguís, tenéis hasta que termine la novela.

Siento ser tan mala. ^^

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Maldita sea.

¿Cómo podía ser posible que aquella persona se me resistiera? Es más, ni si quiera había intentado usa la fuerza con ella. ¿Pero qué demonios me estaba pasando? Me era imposible acercarme a ella sin ponerme nervioso. ¿De dónde era? ¿Estaría usando algún truco para que me ocurriese esto?

Volví a mi dormitorio y me senté en la cama, estresado. No sabía que me había pasado, y en el fondo, no quería saberlo. Ya me temía la respuesta.

--¡Guardias!

--¿Si, señor?

--Llevaos a la prisionera a una celda individual y proporcionadle agua y comida. Mañana me encargaré de ella.

--Sí, señor--respondió el soldado.

Estaba harto. Harto de pensar y complicarme por ella. Quería saber quien era, quería verla. Pero sabía que no debía. Miraba a mis pies, indeciso. ¿Valdría la pena  ir a verla de nuevo?

Aquella noche solo llegaría a dormir unas 3 horas debido a que no dejaba de pensar en ella. Además, en mis sueños también  estaba ahí.

A la mañana siguiente fui a hablar con ella. Al abrir la puerta, esta ya estaba despierta. Su mirada me penetraba fuertemente, una mirada indiferente.

--¿De dónde vienes Alisa?--le pregunté yendo directo al grano.

--De Jakku, ya te lo dije, ¿recuerdas?--dijo aún manteniendo la mirada.

Me cansé, usaría la fuerza. Estiré mi mano hacia ella, la cuál sabía perfectamente lo que iba a hacer.

--No te atrevas.--comentó, ahora sí, con temor.

--Solo quédate quieta.

Su mente era un completo misterio para mi. Parajes que jamás había visto la surcaban. Era extraño, pero no debía dejar que ella lo notase. Cambié rápidamente mi expresión y seguí descubriendo. 

--¿Qué es ese extraño lugar?--le pregunté mientras que seguía con mi búsqueda.

Pero ella no respondía. Cerraba los ojos fuertemente. No quería verme. Parecía que le dolía.

Mientras tanto, seguía buscando. Ella estaba sola, no veía ningún rostro en ella por más de dos segundos.

--Estoy viendo perfectamente el mundo del que procedes. Y también veo tu soledad.

--¡Para!--gritó entre lágrimas.--Te lo diré. Pero por favor, para.

Estos momentos, en los que todos empezaban a suplicar, eran mis favoritos. Siempre aumentaba la fuerza y los hacía sufrir más. Pero con ella, todo era diferente. No pasó ni un segundo desde que ella me pidió que parase para que yo lo hiciera sin siquiera pensar en ello. A ella le dolía, y a mi verla. Alisa ni se inmutó de mi acto, pero yo me quedé helado al ver lo que era capaz de hacerme.

Tras ver que yo no decía nada, Alisa levantó su pequeño rostro humedecido por sus lágrimas para verme.

--¿De dónde vienes?--pregunté seriamente, recuperando mi rol.

--De una planeta, que todavía no ha sido descubierto. Que vive independiente a todo esto.

--¿Cómo se llama? ¿En qué sistema está?

--La Tierra, en el Sistema Solar.--dijo, entrecortadamente.-- En la Vía Láctea.--Añadió.-- no lo conocerás.

Tenía razón, no conocía aquel sitio en lo más mínimo.

--¿Y cómo has conseguido venir a Jakku?--continué.

--Me encontré con un transportador de mercancías que acabó allí por error y se ofreció a traerme.

--¿Quién?

--No recuerdo el nombre.

--Mentira. Dímelo. Sé que lo recuerdas.

Alisa dudó unos instantes.

--Han Solo.

Aquello me sorprendió. No sabía que contestar.

--¿Le conoces?--preguntó ella, como si me hubiese leído el pensamiento.

--Es mi padre.--contesté lacónico.-- Más bien, "era".

Ella no respondió.

--¿Por qué buscabas a Guideón?--pregunté, volviendo a retomar el interrogatorio.

--Necesitaba trabajo.

--¿Para qué?

--Para quedarme aquí.

--¿Para qué?--volví a repetir. Sabía que faltaba algo.--¿Qué buscas?

--¡A mi hermana!--acabó gritando ella, presa del estrés de tantas preguntas.

--Entonces, ¿no llegaste a conocer a Guideón?

--No.

--Perfecto.

Me preparé para irme. Ya tenía todo lo que buscaba. Pero justo cuando salí por la puerta su voz me detuvo.

--Por favor, prométeme que  no informarás sobre mi planeta. No quiero que entré en más guerras.

--Lo prometo.--contesté antes de irme.

Abuelo, ¿por qué soy tan susceptible ante ella?