Cinco

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Abro los ojos y me encuentro en la cama, bajo la mirada y puedo ver un brazo abrazándome; Damian está a mi lado. Lo veo dormido y cómo a veces suelta pequeños ronquidos, sonrío y me doy vuelta para no verlo.

Siento lágrimas salir y la idea de que él dijo 'No' me mata, ¿por qué me sentía tan devastada? Me dolía la cabeza y no podía encontrar ninguna respuesta clara sobre por qué hacía sido tan frío al responder.

-Aly-, escucho y me tenso. Volteo despacio y lo veo, solo ha hablado entre sueños.

-Gracias-. Le doy un beso en la frente y me vuelvo a dar la vuelta, no quiero que se despierte y me vea así.

***

Me levanto de la cama y voy directo al baño para ver qué tan fea se ve mi cata por haber llorado toda la noche. No había podido dormir casi nada por ese sentimiento de tristeza que me invadía todo el cuerpo.

Trato de maquillarme lo más que puedo para tapar todo rastro de haber llorado ayer y, aunque parece que no ha servido, dejo de hacerlo y me dirijo a mi clóset.

-Aly-, escucho detrás de mí-, ¿cómo te sientes?-

-¿De qué hablas?-

-Ayer te encontré tirada en el piso. No sabía que hacer, entré en pánico-, suspiró-. Pensé que te había perdido-.

-Gracias-, lo abrazo-. Estoy bien-, le doy una sonrisa sin ganas y me doy vuelta.

-¿Qué pasa?-

-Nada-, digo sin importancia mientras me visto.

-Nena, no me mientas-.

-En serio, no me pasa nada-, asintió alejándome de mí, pero me miró preocupado. Él sabía perfectamente que me pasaba algo, pero también sabía que se lo contaría cuando estuviera lista.

Me miró unos segundos y, luego, me dio un beso en la frente-, te amo-.

Se fue del cuarto y siento cómo las lágrimas quieren volver a salir. No.

Bajé las escaleras apresurada, temiendo encontrármelo y que me vea un mar de lágrimas. Me dirijo a la misma banca de ayer y ahí lo puedo ver a lo lejos: el árbol con hojas, ahora, anaranjadas.

¿Me estaría volviendo loca?

-¡Hola!-, el grito e Liam me hizo dar un salto del susto. Lo miro molesta y niego fastidiada.

-Hola-.

-¿Por qué estás triste?-, ¿tanto se me notaba? No podía decírselo.

-No es nada-, tartamudeé.

-Está bien, pero cambia esa cara triste. Debes sonreír, hoy es un bonito día-, miro a mi alrededor, pero nada me llama la atención, lo único que tiene mi mirada cautivada es ese árbol.

¿Debería preguntarle si veía el árbol?

-Bueno-.

-¿Quieres jugar algo?-, no. Quiero que te largues.

-¿Qué cosa?-

-Si sale cara, te dejo de fastidiar-, sacó una moneda-, ¿esta bien?-

-¿Y qué pasa si sale cruz?-, sonríe.

-Me sigues-, frunzo el ceño-, solo es un juego-.

-Bueno-, asiento esperanzada.

<<<Cara, cara, cara.>>>

-Bien-, tira la moneda al aire-, ¡cruz-, ¡genial!-, ahora tienes que seguirme-.

-No-.

-No seas tramposa-, ruedo los ojos y asiento-. Ven, corre-, me dice y empieza a correr hacia la dirección del árbol. ¿Él también lo veía?

Adicto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora