Capítulo 13: Una Comida al Estilo Van Helsing
— ¡Bienvenidos todos! Mi nombre en Eduart Van Helsing y seré su chef esta noche.
Di una inhalación profunda... Dioses.
Mi saliva se atascó en mi garganta y más de algún jadeo salió de las bocas de mis compañeras.
Éste metro ochenta —o quizás incluso más— sucesor del antiguo asesino más despiadado de la historia sobrenatural... ¡Era jodidamente sexy! e incluso ¡Parece de nuestra edad!
Ojos pardos, cabello ligeramente largo y ondulado color rubio ceniza. Mandíbula recta y una nariz semi-respingada. Hombros anchos y cintura estrecha... ¿A esto es a lo que se le debe llamar Adonis?
Wow... súmenle a eso el acento más cautivador que haya escuchado ¿Qué pasa conmigo?
Terminé con mis análisis tragando sonoramente por la garganta y creo que no fui la única porque un sonido generalizado llegó a mis oídos. Una sonrisa ladeada llegó a mi rostro.
En ese instante sus ojos se conectaron a los míos y un calor extrañamente anormal cubrió mi cuerpo. Pero no duró mucho. El brazo de Aiden llegó a mis hombros rodeándolos y acercándome al calor ahora proveniente de su cuerpo. La burbuja se reventó. ¿Qué rayos había sido eso? ¿En serio acabo de llamar adonis a esté tipejo que no le llega ni a los talones a mi Aiden?
Bien, lo admito me extralimité. Mejor recapitulemos ¿Vale?
Leila me arrastraba por el suelo de su habitación. Mis uñas se enterraban en el suelo de madera dejando cuatro perfectos surcos...
Okey, sí no puedo creer que esto me haya pasado de nuevo. Creo que el dramatismo de Leila me está consumiendo a mí también. Pero de que mi querida amiga me arrastró, me arrastró.
Ya resignada salimos de casa de Leila y montando su Ducati fuimos de su casa a la mía. Obviamente luego de relatar rápidamente los planes de Leila para mí ser aquella tarde —con los cuales Tía Delia quedó encantada— nos fuimos a centro comercial.
—Bien, ya me tienes aquí, ¿Qué sugieres? —pregunté quitándome casco.
—Ya te vio con vestido así que... —llevó su dedo índice y pulgar a su mentón haciendo la típica pose pensativa— ¡Ya lo tengo!
Tomándome de la mano me arrastró hacia la entrada. Cuando estuvimos dentro se tomo unos minutos para visualizar lo que en su mente era mi atuendo especialmente impaktante y sí, con k, lo recalcó bastante. Y así comenzamos nuestra travesía.
Al contrario de cómo he visto que la mayoría de las humanas hacen para comenzar Outfit Leila empieza por los zapatos.
—Son lo más importante a la hora de empezar un conjunto —y ahí estaba, su frase tan característica en referencia a compras.
Mientras ella estaba de lo más feliz escogiendo mis zapatos, yo en cambio me dediqué a observar a la gente. La mayoría eran adolecentes como nosotras, señoras, unas parejas por aquí y por allá, algunos machos pechos peludos que no se inmutan por andar solos y típicos especímenes del sexo opuesto, eso sí, de nuestra edad.
Eso a simple vista, verán. En su mayoría las adolecentes son mitad hadas y la otra mitad humanas, los machos pechos peludos son los típicos Lycans adultos. Los especímenes como yo los llamé y las señoras son entre Vampiros, Zombies, Brujos y Humanos.
En cuanto a lo que se refiere a parejas... son unas mezclas de todo lo anterior, algunas agradables a la vista y otras tan entrañas que te hacen pensar ¿Acaso el mundo se puso de cabeza?
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Zombie
Fiksi RemajaTabata es una Zombie, Aiden un humano. ¿Podrán superar la desigualdad de su ser, la química entre ellos y la creciente sed de ella? Lamento decirte que si esperas una novela como cualquier otra de zombies, con apocalipsis, canibalismo por doq...