Anna.
Lo haces por él, lo haces por él...
-Vete de esta casa ya mismo- le ordené a aquella zorra.
-¿O que?- se rió burlandose- Admitelo, no podrás sacarlo de la droga, Anabella.
Seis horas antes.
Rubén.
Estaba en el bar al que iba todas las noches. Miré la hora en mi teléfono, eran las seis de la mañana.
Me tocaron el hombro y me volteé rápidamente.
Rose me miró con una sonrisa.
-Hace mucho que no te veía, Rubén...-sonrió seductora.
-Si, desde que me vendiste cocaína- dije riendo también.
-No te quejes que yo vendo de la buena- me rodeó los el cuello con ambos brazos.
-Como digas...
-¿Te gustaría pasar un buen rato?
-¿Te gustaría conocer mi departamento?
-Me encantaría...
Comenzó a besarme salvajemente. Entre beso y beso fuimos hasta la calle. Nos detuvimos y pedimos un taxi.
El llegar a casa entramos besandonos, la llevé a mi habitación y la tiré en la cama. Todavía recuerdo la primera vez que lo hicimos, fue hace tantos años.
(...)
Seis horas después.
Anna.
Ya eran las doce, así que me apuré, me vesti y salí de la casa. Tomé un taxi y al fin llegué al departamento de Rubén.
Entré con mis llaves y el silencio reinaba.
Debe estar durmiendo.
Fuí a su habitación y entré sin preguntar.
Me quedé paralizada en mi lugar.
Rose y Rubén estaban acostados juntos, desnudos. Esto sólo significaba una cosa.
-Oh. Buenos días Anabella...-dijo Rose despertando.
Oh porfavor, estaba despierta desde hace rato.
-Sal de esta casa, maldita perra- ordené.
Agarré un vestido que al parecer era suyo y se lo lancé en la cara, al igual que el resto de su ropa.
Rubén desperto.
-¿Que pasa? ¡Anna! ¿que haces aquí?- dijo molesto.
-Vengo a sacar putas- respondí casi gritando.
Rose se levantó y se vistió.
-Tranquila, esta puta ya tiene lo que necesitaba- Rose caminó hacia mi.
-Eres una maldita perra...
-Me vale verga, yo si me acuesto con él cuando quiera, ¿no crees? La que perdió aquí eres tú, Anna.
Intenté no partirle la cara.
Lo haces por él, lo haces por él...
-Vete de esta casa ya mismo- le ordené a aquella zorra.
-¿O que?- se rió burlandose- Admitelo, no podrás sacarlo de la droga, Anabella.
-Si podré, ¡en cuanto acabe contigo!- me lancé sobre ella.
Arranqué sus pelos planchados, rompí su vestido caro de puta y un par de sus uñas postizas.
Ella intentaba golpearme fuerte, pero sus golpes no me importaban, en estos momentos podría matarla.
La golpeé con mi puño una sola vez en la cara y ya tenía lágrimas en los ojos.
Se levantó empujandome al suelo, Rubén nos miraba atonito.
-Ya voy a hacerte pagar por esto, pendeja- dijo ella saliendo del departamento.
Rubén sólo se sentó en la mesa del comedor bufando.
Como mataría a Rose.
(...)
Estaba cocinando, había estado todo el día en el departamento de Rubén por miedo a que Rose vuelva, ahora estaba cocinando la cena.
Serví la misma en dos platos, uno para mi y otro para Rubén.
Me senté en la mesa del comedor frente a él, aunque él sólo jugaba con la comida de su plato y miraba el mismo con un gesto triste. Yo lo observaba en silencio, todo el día estuvo así.
-Me siento demasiado mal constantemente- dijo de la nada- Me siento sólo y trato de cambiar eso con la compañía de esas chicas porque me siento sólo al ya no estar contigo, todas las noches duermo con una nueva estraña y eso es inútil porque te sigo extrañando... Me sigo sintiendo vacío por dentro, haga lo que haga, no importa si hay alguien del otro lado de la cama porque es lo mismo que nada si no estás tú...
Apretó mi mano por arriba de la mesa.
Me miraba a la cara con ojos cristalizados.-Quédate a dormir esta noche- pidió.
-Yo... es...está bien- acepté dudosa.
Rubén sonrió de lado y sacó su mano de encima de la mía lentamente, dudando si hacerlo.
Comimos de una vez por todas, en silencio.
(...)
Me senté en la cama del lado libre. Rubén estaba acostado mirando hacia arriba, sin pronunciar ni una sola palabra.
Me acosté mirando hacia la mesa de luz junto a la cama. Apagué la luz y sin decir más cerré los ojos.
Sentí que tocaban mi cintura, entonces abrí los ojos, no hizo falta mirar hacia atrás para saber que era Rubén.
Timidamente rodeó mi cintura con sus brazos y una vez que lo logró, tiró de mi pegandome a su cuerpo, prácticamente estaba acorralada por el cuando con sus piernas entrelazó las mías.
Como si tuviese miedo de que yo escapara en algún momento.
Apoyó su cabeza sobre mi cuello, podía sentir su respiración tranquila en éste y me daba cosquillas.
Acaricié su brazo en mi cintura y luego dejé mi brazo sobre el suyo.
-Buenas noches- dijo casi en un susurro.
-Buenas noches...-respondí del mismo modo.
Después de eso nos quedamos en silencio, Rubén se durmió sin dejar de apretarme contra él.
Sinceramente, yo no pude dormir en toda la noche. Sabía que si me dormía, la noche pasaría rápidamente. Pero yo quería estar una eternidad de la forma en la que estábamos y disfrutar de ésta última oportunidad de tenerlo cerca de forma duradera.
No quería dormirme, quería permanecer así.
Abrazados.
***
¡Hey! Amenme, un capítulo con un final tierno al fin ;-;
Uno pacifico ;-;
Ay ;-;
Bueno, bueno...
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¿Cuál parte les gustó más?¿Porque?
¿Cuál les dio rabia? ¿Porque?
¿Cuál las entristecio? ¿Porque?
Ya me parezco a las profesoras ce matemáticas con el "porque" :'v
Bsksvsaksgaisv
Bae~
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Cambios Repentinos [2] (#MDFB2)
FanfictionRubén terminó con la relación. Anna quiso suicidarse. Sobrevivió, pero entonces las cosas empeoraron. Todo cambia, Rosa consiguió lo que quería pero...¿Eso fue todo? Todos afrontarán estos Cambios Repentinos. Libro 2 de MDFB