Capitulo 2

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Se citaron para el próximo domingo, después de todo, a pesar de que tener sexo en la escalera del colegio era algo tentador, la pelirroja tenía sus límites. Y el rubio quería estudiar un poco más sobre qué hacer y que no hacer en ese momento, y admitamos que Internet es una gran fuente de conocimiento para saciar la mente de cualquier niño de 17 años.

Luke pasó la noche del viernes y sábado buscando cómo darle una noche de placer a una mujer. Y después de mucho estudio, decidió darse un buen baño para luego vestirse con ropa casual que no lo dejara con cara de "virgen ansioso" optado por unos Skinny Jeans, una camisa negra para no llamar la atención de ella de una forma infantil y el cabello en punta.

Luke comprobó su billetera con una identificación falsa, dinero suficiente para pagar por un almuerzo o una cena después del acto, para el taxi de vuelta ya que el no tenía licencia de conducir y el lugar de encuentro estaba un poco alejado. Preparo una mochila con un poco de ropa extra para cualquier insidente, condones. Pues recordemos que Hailey Copper no es una santa, y un niño estaba muy fuera de la ecuacion. Un spray de pimienta y un cuchillo por si era algún tipo de broma de mal gusto, prevenir era mejor que remediar.

Se dio aliento y luego salió, tomó un autobús hasta el centro de Sydney, bajó tres calless antes de llegar al motel asignado y siguió a pie, atento a su alrededor.

Entró en el "Delirium" y luego la vio, con un shortcito negro apretando su culo, mostrando sus muslos, sus grandes pechos resaltaban en un hermoso top color blanco, unas botas de cuero del mismo color que los pantalones cortos. Su pelo rojo cayendo en cascadas sobre los hombros finos y delicados, enrollados en rizos perfectos. El maquillaje pesado, como de costumbre, lo hizo sentir como un hombre mayor y era bueno para él.

El rubio no vio a nadie más allí, y desistió de disparar el spray de pimienta a los ojos de algún idiota. Se acercó y la saludó. Atento a sus movimientos. Le dio un abrazo emocionada y el rubio, que estaba nervioso, y ella se notaba ansiosa, ¿por eso?

No pudo evitar esbozar una enorme sonrisa que se rompió al momento que él apareció.

Michael Clifford.

La sonrisa fue sustituida por un gesto de disgusto, mientras que en su mente, Luke, se auto cuestionaba, ¿como es que no se había dado cuenta antes?

Es cierto que un chico como Michael no debía pasar desapercibido. El líder del club de lucha, cuerpo escultural, estilo de modelo, ojos verdes y la piel algo bronceada pero pálida en ocasiones, con el cabello teñido de un color peculiar.

Era el tipo de persona que paraba el transito y mojaba bragas. El tipo de persona que Hailey no se había llevado aún a la cama y por alguna extraño motivo estaba allí en ese momento, en ese motel con la puta del colegio y dos chicos que ella no se había tirado aún. O esto era una broma y ellos tenían algo que ver. Pero la primera hipótesis era la más bizarra para Luke.


Y lo peor era que tenía razón...

Pronto la pelirroja estaba explicando, diciendo que quería un trió. Los dos más populares y el invisible, en una habitación... Teniendo sexo.

Peor aún, Luke no había estudiado sobre un trió. ¿Quién estaba con quien? ¿Quien decidía que? ¿Y cómo no mostraria más nerviosismo en ese momento? Mientras Michael se dio cuenta de todo sonrío al ver lo idiota que le pareció al oír eso, mientras la pelirroja solo pensaba en saciar su lujuria.

Luke suspiró, tenía que mantener la calma. En primer lugar, al menos, el sexo sigue siendo real y pasaría. En segundo lugar se convertiría en una leyenda en Harvard. Pero la decisión había sido tomada incluso cuando Michael hablo.


—¿Lo harás, Hemmings?

Y como un niño al que habían retado, el rubio eligió el cuarto tomó las llaves y se las entregó al ojiverde. Michael sonrió mientras Hailey iba saltando hacia la habitación.

Cuando entraron, la pelirroja pronto fue quitándose la ropa, dejando sus pechos expuestos mientras apoyaba sus piernas sobre la cama y rápidamente se sacó las botas, Luke se sonrojó al ver el cuerpo de la pelirroja ser expuesto con tanta rapidez, incluso las prostitutas en las películas seguían un patrón, hablaban algo antes, no saltaban directamente sobre la ropa de cama blanca exponiendo el sexo afeitado y con ganas de ser invadido.

—¿Primera vez, Hemmings? —Por otro lado, Michael estaba tranquilo. Se quitó la camisa negra de una banda de rock cualquiera y desabrochaba su pantalón.


—Eso quisieras. —respondió rápido, dejando la mochila en el suelo y despojándose de su ropa también.

Michael sonrío al ver que el cuerpo del rubio se desnudaba con rapidez. Aquello parecía más una competencia, a ver quién se desvestía primero. Michael gano.

Luke todavía se sentía incómodo de estar expuesto ante un hombre. Sobre todo después de ver lo bien dotado que estaba el peliteñido.


Pero, si estás en la Atlántida, te hundes con ella.


Se puso de pie, desnudo, ahí y decidió seguir los pasos del de más experiencia. Es decir Michael.

Él ojiverde se aproximó a la cama, luego Hailey lo agarro y lo beso.

Aquello era irritante. Luke se sentía como estar viendo una película más de porno, completamente desnudo y lo suficientemente avergonzado a la vista. De verdad no sentía nada con aquello.


Hailey era linda, era innegable. Pero, quedarse viendo era demasiado.

Just One Last Time  || Muke || SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora