Los labios de Michael dejaban marcas por el cuello del rubio, sus fuertes manos se deslizaban por el abdomen del menor, hasta llegar al pantalón de cuero negro, el cual cubría su delicioso trasero que estaba pegado a Michael.
Para muchos, Luke estaba normal. Pero para Michael, el lo estaba provocando. Como siempre.
Trató de hacer un buen uso del tiempo de descanso entre clases, llevando a Luke a un aula vacía en el cuarto piso.
El chico empujó al rubio contra la pared tomando aquellos finos labios.
Luke sintió su cuerpo caliente automáticamente.
Cada toque era perfecto para el.Pero el rubio estaba loco, tanto para apreciar las expresiones del chico al notar su pequeña travesura. Lo que no le llevará mucho tiempo, ya que tenían sólo 30 minutos libres para poder follar.
Michael abrió el primer botón y bajó con la euforia del momento los pantalones, lo suficiente como para exponer su gordo trasero. Pero...
—Estas sin ropa interior? —el chico se mordió el labio mientras sus dedos llegaron tan rápido a aquella piel suave —Oh, mierda, Luke
Era para provocarlo. Fue sin duda para provocarlo a él.
El rubio sonrió sin dar ninguna excusa. Sólo profundizo sus dedos en aquellos cabellos teñidos presionado su nuca mientras tomaba la boca del chico en un beso lascivo.
Michael se volvió loco con esa actitud de Luke, con la forma en como se excitaba tan fácilmente con aquel rubio medio desnudo en sus brazos.
Luego de indicarlo, presionó la entrada pulsante y loca de deseo. Una sonrisa cínica brotó de los labios de Michael, mientras que Luke acabo metiendo las manos en los pantalones del peliteñido.
Los labios atrevidos de ambos no se separaron por un momento mientras esas piezas de ropa fueron lanzadas rápidamente en cualquier rincón.
La espalda de Luke se deslizó por la pared gélida con la pintura desgastada. Los ojos azules miraban a la cara jadeante, con labios hinchados por su culpa. Seguramente el rubio no estaba en mejores condiciones que Michael. La atracción de los dos era enorme, una química perfecta.
El rubio se define a sí mismo como un trozo de hierro y Michael su imán personal. Mientras que el ojiverde era menos filosófico, porque Luke era la encarnación de la lujuria, que si no tenía cuidado. Sería muy malo...
—Ahhh...
Pero lo peor de todo fue que cuando trató de decirse a sí mismo que parase. Los gemidos de Luke le animaban lo contrario.
Su miembro todo meloso, deslizándose por su abdomen le hizo desear más.
La nariz del ojiverde se deslizó por su cuello marcado por mordeduras y chupones, las piernas del rubio estaban más que abiertas, los dedos de Luke se aferraban con fuerza en el cuello de Michael, tal era la fuerza que los pequeños dedos se clavaron marcado esa zona, lo que le provocó gemir de dolor. Mientras que se introducía en el rubio, que gemía sin control de su propio cuerpo.
Cada vez que estaba en manos de ese chico, el rubio se sentía de esa manera. Sin ningún tipo de control. Al igual que un automóvil fuera de control.
Sabía que en una hora un accidente desagradable podría suceder, pero en ese momento se sentía como un adolescente imprudente que se preocupaba poco por el futuro, con las consecuencias, sólo quería sentir su cuerpo temblar, sentirse inmerso en puro placer. Quería llegar al punto de quedar ronco, aturdido... Sólo para follar, follar de la manera mas salvaje y con Michael.
Dios... Él ya era adicto al punto de entender los actos nada castos de Hailey Cooper.
Y eso fue aterrador.
—Ahh... Mi-Michael.
Los labios del chico dejaron de jugar con el cuello del rubio y subieron al oído del mismo, susurrando con voz ronca...
—Tu me dejas jodidamente caliente... Luke. —sus dientes presionaron ese fino oído, haciendo que el rubio gimiera aún más —Con este cuerpo... este sabroso culo... tan húmedo... —las estocadas se incrementaron. Haciendo al de ojos azules parpadear en placer —Siente como mi polla se hace más dura... Cuando esta dentro de ti, Luke... Siente...
—Ahh...
Las esmeraldas encaraban aquel rostro colorado y los labios entre abiertos. La cara sumergida en placer, sus ojos azules tenían ese brillo que sólo aparecía cuando Michael lo follaba.
Tan hermoso...
Tan jodidamente hermoso.
Un beso se inició mientras que el rubio regresaba los pies para tocar el suelo. Su cuerpo estaba tan caliente que cuando sintió el frío suelo debajo de él se estremeció.Michael mordía y presionaba aquellos labios hinchados antes de salir del rubio.
Luke todavía no se sentía satisfecho y antes de que pudiera decir algo, fue elevado rápidamente sobre la vieja mesa de cualquier profesor.
Era enorme, de madera vieja, era casi decadente. Pero soporto el peso corporal del rubio. Lo agarró de los muslos blancos hasta tener un alcance perfecto. Luke dobló las piernas exponiendo todo su cuerpo, dejando a los exuberantes ojos verdes recorrer su cuerpo. Además de los labios que besaban su abdomen, descendieron hasta su entrepierna y chupó la sabrosa cabeza hinchada de su pene.
—Michael... Maldito... El tiempo se esta... Ahhh
—Silencio... —dijo dándole un apretón lo suficientemente fuerte para que el rubio gimiera de placer.
Los largos dedos de Michael fueron directamente a su pene, bombeando un poco al ver como Luke anhelaba por ello, mientras se mordía los labios en pura envidia de esos dedos que tenían aquel miembro en la mano a diferencia del culo gordo que no podía permanecer de pie en la mesa, se movía de aquí para allá en un fallido intento de calmar la necesidad de ser llenado
—Quieres más, Luke?
-Ya sabes la respuesta, maldita sea. Date prisa. —el respondió drásticamente haciendo reír al chico, antes de agarrar su culo y enterrarse de nuevo.
Aprovecho el calor máximo que Luke había proporcionado. Esa buena sensación de joder un agujero tan apretado y tan mojado, en deseo por el.
Las embestidas eran violentas hasta el punto de hacer a la mesa crujir. Balanceándose, moviéndose de acuerdo con el cuerpo de Luke que subía y bajaba, subía y bajaba, subía y bajaba constantemente hasta que no pudo soportarlo más. Mientras se contraía su cuerpo y un fuerte gemido salió de los labios hinchados al mismo tiempo que su polla explotó, manchando todo su cuerpo.
Michael se sentía genial cada vez que el rubio se venía, la sensación era increíble. Él envistió dos o tres veces antes de por fin llegar, manchando todo el culo del rubio.
El sudor goteaba, el cuerpo todavía se estremeció, cayendo rendido sobre el ojiazul haciendo que la mesa se desplomara lo que causó la caída de los dos.
Michael se rió de eso, llamando la atención de el rubio. Incluso aquella risa despreocupada y natural lo dejaba tan fascinado.
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Just One Last Time || Muke || Smut
FanfictionOlvídate de amor a primera vista! La forma más extraña a enamorarse de una persona, es después de una orgía!