Capitulo 15

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Sus ojos azules todavía se quedaron mirando la respuesta de la pregunta dada por el peliteñido.

El papel se arrugó, parcheado por trozos de cinta de celofán transparente. Marcas de la respuesta que fue dada varias veces, borradas y rehechas de nuevo, hizo aparecer una pequeña sonrisa en los labios de Luke.

—Está mal  —susurró para sí mismo, doblando el trozo de papel y poniéndola en un cuaderno.

Como un lirio blanco que su madre le había dado en la infancia, estaba allí en medio del libro conservado. El rubio pasó los dedos con cuidado en la memoria almacenada allí, con gusto, luego se volvió alrededor de cinco páginas y coloco en el medio de dos hojas en blanco aquel pedazo de papel.

Sus delgados dedos cerraron el libro de tapa dura y dibujos aniñados en la cubierta, luego lo guardo en un cajón, junto a una carta resguardada allí durante más de diez años intacta. Y que permanecería durante unos días más hasta su cumpleaños.

—Solo un poco... —Se dijo, cerrando el cajón y luego al dar la vuelta darse cuenta de que ella lo estaba observando en silencio acariciandose el vientre enorme.

—Ella estaría orgullosa Luke —La rubia de ojos azules, dijo con una sonrisa. Era difícil mirar a Luce y no sentir algo, mirar a la rubia y decir que ella no era Liz, que la hermana gemela de su madre era solo su tía y nada más. —Me las arreglé para mantener la promesa —Ella siguió hablando, caminando a la mesa de estudio que se encontraba cerca. —Te pareces a ella, Liz había sido siempre un niña muy obediente. —Los dedos de la rubia se deslizaron sobre la imagen en un cuadro que se encontraba ahí, el cuadro de un niño pequeño sonriente en los brazos de una hermosa rubia de escultural cuerpo. Junto a ellos un hombre de cabello negro, labios gruesos y cara seria que podría asustar a cualquiera, menos a Luke. Él conocía a su padre, a pesar del aspecto firme y controlador, no era más que una persona tímida y relajada. Y a opinión del rubio, muy afortunado de haber estado con una mujer como su madre.

—Yo era como la oveja negra... Como dice el viejo dicho. —sus finos dedos empujaron la imagen, haciendo que tambaleara hacia atrás. —Tenemos una gemela buena y una gemela mala. —Una sonrisa tonta vino a los labios de la rubia, él no dijo nada.

Por supuesto, Luke pudo decir algo al respecto, que no era un niño, que podía soportar los maltratos de parte de ella. De hecho, el tiempo en el que tenía que esconderse en el armario para evitar los abusos de ella habían sido tiempo atrás. Pero aún así, todavía le era difícil mirar a la copia de su madre y levantar la voz en contra de ella. Especialmente en este momento, que ella le hacía tanta falta.

—No he recibido ninguna carta todavía. Estas seguro que vas a Harvard? Yo no te quiero aquí después de la graduación, tú sabes que va a nacer mi hija y que no tendrá espacio aquí, así que...

—Lo conseguí —apenas dijo. —Soy un genio.

—De acuerdo.

Dicho esto se marchó a la puerta de nuevo, todavía con las manos sobre su vientre como si no existiera tesoro más precioso. Lo que en realidad era, después de años de intentos, finalmente Luce tendría el fruto de su amor poco saludable con Andrew cuñado y actual marido.

Ni siquiera fue una sorpresa para el rubio cuando su padre se volvió a casar, y no con cualquier mujer. Con la copia barata y frustrada de su madre!

Luce saltaba de alegría por la boda e incluso al principio pensó que tendría la aceptación del rubio que llegó a pensar que la vería como a su madre. Pero pasaba el tiempo y después de un error en el que Andrew gimió el nombre de la fallecida en un sueño, luce cambió radicalmente.

La rubia siempre le hacía saber que no podía esperar a que por fin se largara a la universidad. Pero se casó con su hermana y ahora tendrán a una hija amada. Ahora que ella (Liz) se había ido, no perdió el tiempo y pronto fue a consolar al hombre con el corazón roto.

En un breve periodo de tiempo, y a pesar de las protestas de la familia acerca de esa absurda y repentina unión de los dos en menos de seis meses después de la muerte de Liz. Luce y Andrew se casaron. Todo parecía perfecto, hasta ese día.

Siendo así, Luce siempre era la sombra de Liz, y en un intento fallido de sacar su frustración Luke se convirtió en el blanco de su abuso.

Advertencia siempre se le dio al rubio si abría la boca.

Después de quince años, y con la promesa de que el se iría, Luce lo dejo en paz. Y ahora que Rose nacería, la rubia no perdió más el tiempo para cobrar aquel trato.

—Tu padre está a la espera para la cena, desciende pronto!

—OK

Y así como él levantó la fotografía de su madre, dio un suave beso y deslizó sus dedos por el rostro de aquella mujer, entonces sonrío.

Después de esto, Luke bajó las escaleras de esa casa enorme con decoración idealizada por Luce que amaba el lujo y las cosas costosas.

Las paredes eran blancas, los muebles de color tabaco. Caras y extrañas pinturas que cubren la mayor parte de las paredes. Luke se dirigió lentamente hacia el comedor con una gran mesa hecha para doce personas, lo que era absurdo porque eran en tan pocos y casi no tenían visitas que ocupasen todos los lugares.

Luke se sentó un poco distante de su padre y su madrastra como siempre. Andrew saboreó un buen cangrejo puffs (empanada de carne de cangrejo) hecha por Marie, la dulce y gentil mujer que era la que se encargaba de todo allí.

Era un poco anciana, cabello rizado de color rojo y un poco rechoncha.
Amablemente sirvió un poco de Kentucky Burgoou (carne cocida de ardilla) para Luce, y para Luke, una buena y grasienta rebanada de pizza de mozzarella.

Todos comían en silencio, mientras que Marie estaba detrás, un poco lejos. Lo suficiente para que pudiera cumplir con cualquier orden rápidamente. Cenaron rápido, al menos en cuanto Luke terminó el pedazo de pizza se levanto sin decir una sola palabra y se fue a su habitación.

—Oh, creo que hay algo malo con Luke, Luce. –Andrew dijo, hablándole a la mujer que rodó los ojos antes de hablar...

—Sólo está frustrado de no haber recibido la carta de aceptación de Harvard. Solo eso, Andrew.

—No sé por qué insiste en que él quiera una beca completa, trabajo duro para darle todas las comodidades posibles y ve como me lo paga... Se viste como un residente de Detroit, eligio una escuela pública para estudiar, se la vive encerrado en esa habitación aislado del mundo. Crees que Luke tenga un problema?

—Deberías estar feliz por Luke que quiere una vida sencilla y hacer las cosas con su propio sudor.

Cualquiera que la viese diría que ella lo estaba defendiendo. Que estaba de parte del rubio. Era una actriz perfecta, ya que de hecho, la rubia acaba de economizar todo lo que pudo en un ahorro referente al rubio en lo que se mudaba.

Para Andrew, su mujer amaba a su hijo hasta el punto de ver sólo el lado bueno en todo lo que hacía.

—Tienes razón, Luce. —sonrió —Que haría yo sin ti? —beso la palma de la mano a la rubia que sonreía sinica y victoriosamente.






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Just One Last Time  || Muke || SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora