Capítulo 24

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Finalmente llegó el día, Luce parecía que se mudaría, llevaba seis enormes maletas con todo tipo de ropa y accesorios. Luke tuvo que ayudar a su padre, por si acaso se quedaba atorado en la puerta. También lo ayudó en aquello que no encajaba en el Ferrari.

Andrew se despidió de él con un beso en la mejilla mientras que la rubia solo le dio una fuerte palmada en los hombros y luego se metió en el coche. En menos de dos minutos ya no se veía más el mismo.

Por lo pronto ya era hora de que Marie recogiese su bolso y con un beso en la mejilla se despidió y se marchó.

El rubio entró, suspiró y se dejó caer en el sofá. Realmente le fue estresante, emocionante e incluso sintió un poco adrenalina con todo esto.

Pero ahora... Pronto cosecharía sus frutos cuando Michael saliese del trabajo.

No lo admitió ante el teñido pero no podía soportar más la espera. Necesitaba con urgencia su cuerpo tan cerca de él. Esa increíble sensación de ser llenado por Michael Clifford. Al sentir la presión de dos cuerpos tendidos y, por supuesto... Esos besos lujuriosos y altamente pornográficos que él daba.

Luke suspiro con una sonrisa en los labios. Nunca se imaginó que iba a necesitar tanto la presencia de alguien... Especialmente para algo más... Algo que nadie más sabría...

Con una pequeña punzada en el corazón, y con los ojos llorosos, se permitió llorar en silencio. Con órdenes estrictas de su mente que serían ignoradas por un corto tiempo.

Al final, llorar para si mismo era muestra de debilidad. Nunca se permitió llorar delante de nadie, cree fielmente que sólo su amada madre lo había visto llorar, y por supuesto, el médico bastardo que había golpeado su culo al nacer.

Pero bueno, el rubio estaba allí en esa casa vacía que sólo era vista por la fachada, perdido en los recuerdos tristes de un pasado no muy lejano, para Luke aquello parecía haber sucedido ayer.

Los ojos azules se derramaron durante aproximadamente una hora, poco después el rubio se arrastró hasta el baño y trató de tomar una buena ducha. Lavarse la cara, encender la televisión y ver cualquier porquería que estuviese pasando.

Gracias al cielo pasaban The Big Bang Theory, que el rubio amaba. Sheldon era el tipo de persona que lo hacía reír siendo inteligente al mismo tiempo, tenía ese aire de arrogancia que le recordaba a cierta persona, aquel don de saberlo todo era lo que le simpatizaba al rubio.  Además, por supuesto, la pasión en común por los cómics.

Perdido en la temporada completa de TBBT, el rubio no se percató que alguien tocaba el timbre. En el tercer toque frenético e impaciente Luke saltó del sofá y se dirigió a la puerta de entrada para encontrarse con un sexy teñido.

No tuvo tiempo ni de decir "Hola" ya Michael pronto lo tomo por la parte inferior del cuello tirando hacia el, besándolo lleno de deseo y ansiedad que dejó a ambos sin aire.

Luke dio unos cuantos pasos cortos hacia atrás, sintiendo su cuerpo siendo empujado, mientras que con el pie Michael cerraba la puerta, o solo la empujo... No importaba. El sólo quería tomar al rubio en la habitación más cercana, bautizándola.

Luke había sido empujado hacia la sala de estar en donde no hace mucho estaba viendo uno de los pocos programas de televisión que amaba, su cuerpo fue arrojado contra el sofá de cuero de color tabaco y luego inmediatamente presionado por el cuerpo del mayor que usaba y abusaba de aquellas grandes manos que tentaban toda la extensión de los deliciosos muslos de Luke. Vagaban por esas colinas divinas... Se deslizaron debajo de la camisa en tono celeste un tanto grande para el pequeño cuerpo de el rubio. Aquellos pezones rosados ​​pronto fueron apretados con facilidad y estimulados haciendo gemir al chico mientras deslizaba sus manos por los costados del mayor.

Luke se aferró al beso como una miss a su corona de "chica más sexy". Sus pequeñas e imprudentes manos estaban tomando rápidamente la primera capa gruesa de cuero un tanto desgastado. Después, sus dedos recorrieron aquel abdomen cubierto por aquella camisa negra de Kizz hasta llegar a la cintura de los pantalones tomando el borde de la camisa deteniendo y haciendo a Michael estar lejos por milímetros con el fin de deshacerse de esa pieza.

El rubio aprovechó la visión de aquel teñido sobre él totalmente agitado.

Sus ojos vagaban por ese cuerpo escultural parcialmente revelado.

—Te extrañe. —dijo Michael en un tono sensual.

El rubio sonrió de lado, levantando los cortos y delgados brazos, hasta que alcanzo el cuello del mayor... Michael se acercó a él hasta que sus labios rozaron entre sí, varias insinuaciones de un beso fueron dadas...

—Yo también...





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*se prepara para el ataque*

Just One Last Time  || Muke || SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora