Capítulo 10

539 79 39
                                    

Mensaje de Whatsapp de: Caroline

<<Hey, ¿puedes venir a mi apartamento? No me siento bien. Oh, y abre con tu llave. No tengo ganas de levantarme para abrirte>>

Me asusto y le contesto que estaré allí lo más pronto posible. Me pongo la primera camiseta limpia que veo y salgo corriendo, tomando las llaves de mi auto. Papá está en la cocina, mirando unos archivos y me pregunta a dónde voy.

"Con una amiga," le contesto.

"Harry, recuerda que tenemos que discutir ciertas cosas sobre la próxima reunión. ¡Será en 16 días! Tenemos que prepararte bien, muchacho," me reclama.

"Lo sé. Sacaremos tiempo para eso después, papá," intento convencerlo.

"Harold, por favor. Quédate. Tenemos que planear eso. Hablo en serio," me pide.

"Lo siento. Esto es urgente."

Tardo unos 25 minutos en llegar al apartamento de mi amiga de pelo negro, ya que hubo un tráfico del puto demonio. ¡Y eso que apenas son las tres de la tarde de un sábado! Entro y el muchacho de la entrada me sonríe como saludo y me deja subir las escaleras, las cuales subo en 15 segundos y abro la puerta del apartamento 102 con la llave que robé hace un par de meses.

No la encuentro en la sala –como normalmente lo hago- y sigo caminando hasta el pasillo de las habitaciones, donde comienzo a escuchar un suave llanto. Camino lentamente hacia su habitación y la veo sentada mirando hacia la ventana, con un cigarro en sus manos y una botella de RedBreast a su lado.

"Me cago en la puta mierda," maldice.

Yo no sé qué hacer o qué decir, así que me siento en el piso en silencio mientras la escucho maldecir en voz alta y tomar de su vino bruscamente. No sé si ir a abrazarla. No sé si le gusta que la consuelen de esa forma o si solo quiere ser escuchada.

La veo llorar por unos 15 minutos hasta que grita: "¡¿Y DÓNDE PUTAS ESTÁ HARRY?!" Yo frunzo el ceño en confusión. ¿Acaso no se ha dado cuenta que tengo ya 15 minutos de estar aquí? Midnight entra corriendo a la habitación y se va con su dueña para consolarla con su cariño, hasta que me ve y ladra. Ladra dos veces. Ladra tres veces hasta que Caroline le pone atención y voltea a verme. Sus ojos se abren de sorpresa y su cuerpo pierde el equilibrio, cayéndose de la silla en que estaba sentada al mismo tiempo en que suelta un leve grito.

"¡Hijo de puta! ¡Me has asustado, nuevamente!" me grita furiosa.

Yo le doy media sonrisa y le pregunto qué ha pasado. Su semblante cambia. Ya no está furiosa. Ahora se ve muy triste. Ella tuerce la boca y niega con la cabeza. No quiere contarme. Pero yo necesito saber. Necesito saber quién fue el hijo de puta que la ha golpeado. Necesito saber si hay algo que yo pueda hacer para ayudarla.

"¿Es esto por lo del otro día, cuando te drogaste?" pregunto suavemente.

Ella asiente. "He decidido que hoy te contaré todo. Pero debes dejar que me tranquilice. Espérame en la sala y te buscaré cuando esté lista."

Yo asiento y me voy hacia la sala. Me siento en un sofá y cojo un libro que veo tirado en una mesa. Justamente es el libro de economía que debo leer para el examen de la próxima semana. ¡Debí haberlo dejado botado aquí! Abro la página en que quedé y continúo leyendo. Cojo un papel y un lapicero de Caroline para escribir un resumen de lo más importante.

Estoy así por 20 minutos hasta que escucho una voz detrás de mí diciéndome: "¡Qué bella caligrafía la tuya! Es perfecta." Me río suavemente y volteo a ver a Caroline, quien se ve un poco mejor que antes. Sus ojos azules observan los verdes míos por unos segundos antes de caminar hacia el sofá que está enfrente de mí y sentarse.

Work SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora