Capítulo 36

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"¿Qué te parece esta pintura? ¿Es lo suficientemente buena? ¿Crees que alguien la comprará?" Me pregunta Caroline con un cuadro en sus manos.

"¡Me encanta!"

"Eso dices de todas mis pinturas," dice y rueda sus ojos azules. "Necesito alguien que conozca de arte."

"¿Me estás llamando ignorante?" Me hago el ofendido.

"¿En el arte? Sí."

"Mujer, ¿de qué te preocupas? Eres súper talentosa y estoy seguro de que todas tus pinturas se venderán," intento calmarla.

"¡Harry! Es que no sé, es la primera vez que la profesora me invita al festival y si no llevo mis mejores pinturas... se decepcionará."

"No se decepcionará. Todas tus pinturas son perfectas. Tienes que confiar más en ti misma," le aconsejo.

Caroline se pasa las manos por el cabello y suspira, "tienes razón. Todas se venderán."

El Festival de las Artes Plásticas de la Universidad de Liverpool es hoy, y Care ha sido invitada, lo cual – al parecer- es un gran honor que todos los estudiantes de arte desean. La universidad da esta oportunidad a los jóvenes artistas para que ganen dinero y lo más importante: darse a conocer.

Nos encontramos en el estudio del apartamento de Caroline, aquella habitación blanca en donde se encuentran todas sus obras y materiales. El único pequeño sofá de la habitación está ocupado por mí, punto desde donde observo a mi novia escogiendo sus mejores pinturas. Mi celular se cae y cuando lo recojo, encuentro una pintura escondida bajo el sofá. La tomo del suelo y la sostengo en mis manos mientras la observo.

Soy yo.

Caroline ha creado una pintura de mi persona, en la cual me encuentro dormido. Los detalles de la pintura son perfectos y quedo atónito ante tal obra. Ella no se ha percatado de que llevo minutos observando esta pintura hasta que voltea a verme con confusión por mi repentino silencio.

"¿Qué miras?"

"Esta pintura," le muestro. "¿La venderás?"

Ella se sorprende al ver que la he encontrado. Supongo que se le olvidó lo mal que la escondió. Sus mejillas toman color y continúa observando las demás pinturas, ignorándome. Yo la miro, esperando una respuesta y ella simplemente se encoge de hombros.

Caroline carraspea su garganta, "esa no está a la venta."

"¿Por qué no?" Pregunto.

"Porque planeo conservarla," responde sin verme a los ojos.

"¿Por cuánto tiempo?"

"Todo el tiempo que te quiera... no lo sé. Cuando me rompas el corazón, irá a la basura."

Me carcajeo, "eso no sucederá."

Ella rueda los ojos y yo me río. Por alguna razón, su incomodidad ante el tema del amor me encanta. Ser la primera persona que logró enamorar a Caroline me enorgullece. No debería hacerme sentir importante, pero no puedo evitarlo sabiendo que su corazón se acelera con mi presencia.

Midnight, el Husky de Care, se encuentra fielmente al lado de su dueña y amiga. La ojiazul continúa analizando con detenimiento sus obras de arte hasta que finalmente escoge sus mejores diez. Su vestimenta oscura contrasta con sus coloridas pinturas de una manera hermosa.

"Me gustan tus últimas pinturas. Son muy coloridas," comento.

Ella sonríe, "últimamente me he sentido muy feliz."

(...)

"¡Qué nervios!" Exclama Caroline mientras entramos al salón.

Yo me río y juntos caminamos hacia su profesora, la cual le presenta a Caroline varios pintores famosos de Liverpool. Sonrojada y temblorosa, saluda a aquellas personas, con quienes inicia conversación. Estoy acostumbrado a este tipo de eventos, en donde no conozco a nadie y no pertenezco; por lo que no me molesta acompañar a Caroline en uno de sus mejores días de su carrera.

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