Lo que se quiere

Primera Marca

Llegaste temprano con dos botellas de vodka. Estabas muy feliz. Me ayudaste a organizar la sala para que quedara en forma de semicírculo con la mesa en el medio. Pusimos las botellas, varios vasos y un balde con hielo. Llegaron Itachi y Kisame y trajeron otra botella, se sentaron junto a ti y empezaron la primera ronda de shots. Yo no quería beber todavía porque quería que Pein estuviera ahí sino se molestaría conmigo y con ustedes. Te reíste después del primer trago, a pesar de que te desagrada tanto el sabor del alcohol lo tomas con mucha facilidad. Luego llegaron Zetsu, Tobi, Hidan y Kakuzu que trajeron tres botellas más. Se sentaron con ustedes e hicieron otra ronda de shots. Preferí dejar una sola botella en la mesa y guardar las otras 5 en la heladera. Pein salió por fin del baño después de 3 horas de estarse arreglando y nos sentamos.

-Tardas más tiempo que Konan en alistarte -burló Kisame.

-Ella no tarda porque no tiene que hacer mucho para verse hermosa -dijo Pein poniéndome una mano en la pierna.

-Si hablamos de tiempo para arreglarse Itachi es peor -dijiste al tomar otro shot de vodka.

-Tardo bastante pero siempre estoy listo a tiempo -te miró serio- Sasori es peor, dice que no le gusta esperar pero siempre llega tarde por estarse arreglando.

-Debería ir a buscarlo -te pusiste de pié pero Hidan te jaló de la camisa y caíste sentado en el sofá.

-Déjalo que se demore, empecemos sin él.

-Empezaron hace rato -dijo Pein sirviendo otra ronda- feliz cumpleaños mi vida.

-Feliz cumpleaños Konan -dijeron todos antes de beber.

Pusimos algo de música y seguimos bebiendo y hablando. Tú tomabas trago tras trago y parecías estarte divirtiendo mucho. Hidan también bebía bastante, se apoderó de una botella y se la ponía en la boca a quién no viera con un trago en la mano.

-No vayas a tomar mucho -me dijo Pein al oído, sabe que me encanta que me hable así.

-Lo se, tengo varias ideas para burlarme de todos ellos -burlé.

-¿Sí? -me sentó en sus piernas- dime que travesuras tienes pensadas.

-Tú sólo encárgate de que todos beban mucho y yo me ocuparé del resto. Falta Sasori para poder empezar.

-No debe tardar mucho, mientras llega yo emborracho a estos -me dio un beso y fue a la cocina por otra botella que no tardó en poner en la garganta de ustedes uno por uno.

-Quiero bailar -te acercaste a mí y me tomaste de la mano- ven y baila conmigo.

Subiste el volumen de la música y comenzamos a bailar. Te sentía inquieto.

-¿Estás bien?

-Si -respondiste- tengo mucha energía.

-No te preocupes -te guiñé un ojo- ¿qué te parece si jugamos?

-¿Jugar?

-Si, esperemos a Sasori y propón un juego.

-No se de esos juegos.

-Yo conozco varios pero me da vergüenza -mentí, era parte de mi plan que tu pusieras la energía a la fiesta.

-Está bien -aceptaste sin pensarlo dos veces- ¿a qué quieres jugar?

-Juguemos a el rey manda, amo ese juego.

-A mí no me gusta, nunca soy el rey -te quejaste como un niño pequeño, no podías casi mantenerte en pié de la borrachera.