CAP. 4. Momentos de sinceridad.

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Desperté, sobre las 9 de la mañana. Intenté dormir un poco más, pero no pude. Fue tan solo despertar y pensar en Rubén. Por segunda vez estaba mal y por mi culpa de nuevo, soy un desastre. Debía aclarar las cosas con él, tal vez debería tener un rato de confesiones con él. Que me diga por todo lo malo que ha tenido que pasar y yo decirle lo mismo. Porque lo mío no es mucho, pero es muy importante para mí, aunque nunca se lo conté a nadie. Puede que Rubén y yo no nos conozcamos de mucho, pero le quiero como un hermano y debo saber qué le hizo tanto daño. No me gusta verle mal.

Aún estaba en la cama, pensativa, y di con la respuesta, esa misma tarde hablaría con él y aclararíamos todo. Si él quería, claro.
Salí de la cama y fui a desayunar, como siempre. Me lo preparé y me senté a comer.
Cuando acabé, fui a vestirme y a lavarme los dientes.

Lo hice y me senté en el sofá. Allí tumbada, empecé a mirar instagram. Mirando las últimas publicaciones, me encontré una foto de Rubén que acababa de subir hacía 3 minutos. Y en ella ponía: "Buenos días".
Miré la hora y eran las 11 y poco más de la mañana. Le comenté: "Estás hecho un vago". A lo que él respondió tras unos minutos: "Lo sé, no soy como tú pequeñaja".

Eso me hizo gracia. Y aún no sé porqué.

Ya eran las 12:45 y empecé a hacerme la comida. Era temprano aún pero quería ir lo más pronto posible a hablar con Rubén.
Comí y miré la hora, eran las 13:30. Aún faltaba mucho para ir, así que opté por salir a dar una vuelta cerca del piso, para despejarme, ya que estaba muy nerviosa tras la charla que tendría con Rubén más tarde.

Fui al parque al que fui días atrás cuando llegué a Madrid. Allí, vi al mismo grupo de chicos de la otra vez, que me miraban de nuevo. Aunque no hice caso.

Me senté en un banco viendo a la gente pasar y observando el paisaje. Allí me llevé media hora aproximadamente. Pasee durante un rato por allí, aburrida y casi sola, porque no había mucha gente.
Cansada de dar tantas vueltas por allí como una loca, decidí volver al piso y esperar.
Aunque ya solo quedaba una hora.

Entré en casa. Me senté de nuevo en el sofá y cogí el móvil. Al encenderlo vi que tenía una notificación de mensajes. Era de Rubén y decía: "Muy buenas peque". Lo había enviado hacía 10 minutos. Yo le respondí: "Hola, caramono".
Tras unos minutos respondió: "¡Eh! Pensaba que no lo dirías más". Yo me reí y le dije: "Bueno, perdón".
Dejó de hablar y yo decidí ir ya a su casa.
Salí y llamé a su timbre. Él abrió y dijo con una sonrisa:

-Vaya, primero tras una pantalla y ahora delante mía, que bien.

-Sí.-Sonreí.-Oye, quería hablar contigo.

-De acuerdo, pasa.-Dijo.

Allí me senté en su sofá y comencé a decir:

-Bueno... yo quería hablar sobre lo de ayer.

-¿A qué te refieres?-Preguntó.

-A cuando te pusiste mal... lo siento mucho.-Dije yo.

-Ah eso... no es nada.

-Sí, sé que es algo, porque alguien no se pone mal si no es nada.

Él se quedó en silencio y tras una pausa pensativo dijo:

-Tienes razón... te contaré lo que ocurrió.

-Está bien. Te escucho.-Dije mirándole y sonriendo.

-Verás... hace un año, conocí a alguien que me gustó muchísimo, una chica que me enamoró al instante. Pero, creí que era diferente cuando descubrí que no, porque a los 2 meses me dejó cruelmente, diciendo que yo era muy poco para ella, cuando le ofrecí todo lo que pude y le entregué mi corazón. Y aún no he podido superarlo, por eso, al tú decir aquello de 'mi novia' me hizo recordarla. Pero no es nada. No tienes la culpa, así que no te preocupes.

Aquello me entristeció.
No dije nada, tan solo le miré. Tenía una mirada llena de dolor. Me acerqué a él y le abracé muy fuerte. Sabía que lo necesitaba.
El dijo:

-Bueno, Andrea, estoy bien de verdad.

-Bueno, estés como estés, quiero decirte que eres genial y que estaré a tu lado hasta en los peores momentos. Porque no quiero verte mal jamás. Aunque eres la persona más fuerte que conozco, en serio.-Le dije poniendo mi mano en su hombro.

-Bueno gracias... Pero oye... tu también actúas como si nada, ¿verdad? Sé que también te ocurre algo. Y puedo ayudarte si quieres. ¿Un chico también, a que sí?-Dijo mirándome.

-Sí, hubo un chico.-Dije firme.

-Y... ¿Qué pasó?

-Pues... jamás llegué a estar con él.-Dije mirando al suelo.

-¿Cómo?-Dijo sin entender.

-Sí... que lo quise muchísimo, pero él nunca sintió lo mismo por mí. Fue mi mejor amigo, fue alguien que me ayudó mucho en mi vida. Pero como todos los chicos que fui conociendo en mi vida: nadie saldría conmigo, soy un bicho raro para todos.

-¿Todos decían eso de ti?

-Sí...

-Pero que imbéciles.

-¿Por qué?-Pregunté confusa.

-Porque sí. Porque no se dan cuenta de lo divertida que eres.-Dijo sonriendo.

-Gracias.-Le sonreí también.

-No es nada. Pero oye, ¿qué pasó al final con aquel chico?

-Pues... un día dejamos de hablar y nos convertimos en desconocidos. Pero aún recuerdo todos aquellos momentos que pasé junto al él. Era un chico fantástico. Una lástima que cambiara tanto...

-Jo... ¿Él sabía que le querías?-Dijo interesado.

-Sí, se acabó enterando. Pero nunca me comentó nada sobre eso, es más, parecía cómo si no le molestara, cuando normalmente empezaban a mirarme con asco, pero él nunca lo hizo y siguió hablándome; compartiendo momentos conmigo. Fue raro pero igual no me quería. Se alejó poco a poco sigilosamente hasta que lo consiguió y no lo pude superar. Pero fue bonito y también fue la primera persona que amé. Y viendo cómo me fue, opino que no me enamoraré más.

-¿Por qué dices eso?-Preguntó.

-Porque me destrozaron tanto que ya no creo en el amor. Pienso que es una estupidez.

-Yo no pienso eso. Yo creo que el amor es igual de importante que respirar.-Dijo sonriendo.

-Bueno, pensamos distinto.

-Sí, tal vez.

Yo me quedé callada.
Él se acercó y me abrazó. Nada me hizo mejor que eso.
Tras abrazarme me dijo:

-Te quiero hermana.

Yo me prometí no hacerlo y ser fuerte, pero una lágrima brotó de mi ojo y no pude contenerlo. Aquellas palabras me hicieron recordar, esa frase era la que me decía él cuando hablábamos. Sí, el chico que me gustaba. Y esas palabras dichas por Rubén significaron mucho, porque pensé que nadie me lo volvería a decir nunca más.

Y Sin Querer... Me Enamoré (Fanfic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora