CAP. 15. Parecía algo tan lejano...

43 4 3
                                    

Eran las 5 de la madrugada, no pude dormir. Daba vueltas y vueltas en la cama, pero no servía de nada. Tan solo pensaba en Rubén, en todo lo que viví con él y en lo que me hizo sentir.
Estaba ciega, siempre he sentido esto por él, pero no pude verlo. Pero ahora, que lo veo todo más claro, me doy cuenta de que él es la persona indicada, y que no habrá nadie más. Lo presiento.

Cansada, decidí levantarme y hacer algo mejor que estar tumbada sin poder dormir. Pero no sabía qué hacer.

Me senté en el sofá. Miré mis redes sociales, pero no había nada interesante. Miré whatsapp, pero ningún mensaje.

Me quedé sentada, a oscuras, en aquella habitación tan tranquila. Pero de repente escuché mi móvil sonar. Era un whatsapp de Rubén, y decía:

Hola. ¿Tú tampoco puedes dormir?

Yo le respondí:

No. Tengo muchas cosas en mi cabeza que me impiden dormir.

Y él dijo:

Pues ya estamos igual.

Y yo le dije:

¿Ah sí? ¿Y eso?

Él respondió:

Nada... nada en especial.

Yo me quedé preocupada por aquella respuesta, pero no hice mucho caso, y me dijo de nuevo:

¿Y a ti? ¿Qué te pasa?

Yo no sabía muy bien que contestar, porque no podía decirle que era por él. Y tan solo le dije:

Ayer no me fue muy bien con Sergio...

Él dijo:

¿Cómo? Oye... ven y me cuentas anda.

En ese momento me di cuenta de que metí la pata. Pero dije:

No, no importa.

Él me obligó a ir.

Y yo le dije:

Bueno, bueno, está bien, iré. Pero tengo que vestirme.

Él me respondió:

Ven en pijama mismo, estamos al lado.

Yo dije:

Vale... ya estoy ahí.

Me desconecté y salí de mi casa. Enseguida llamé a su puerta. Él abrió al momento.

-Pasa.-Me dijo.

Yo entré en su casa y me senté en el sofá.

-Bonito pijama.-Me dijo sonriendo.

-Ha sido idea tuya, así que déjame en paz.-Dije.

-Bueno, está bien. Cuéntame, ¿qué pasó ayer?-Me preguntó sentándose a mi lado.

-Empezamos a hablar y... me preguntó si yo seguía enamorada de él. Y al yo no contestar, me dijo que no pasaba nada, y me confesó que me quería y que siempre me ha querido, y tras eso pues... me quiso besar y...-Dije yo.

-Vale, vale, es suficiente. ¿Y qué? Te besó y todos felices, ¿no?-Dijo con un tono de enfado.

Noté como si eso le hubiera molestado, pero continué diciendo:

-No, no me llegó a besar porque yo le detuve.

Él me miró sorprendido y preguntó:

-¿Cómo? ¿Pero no era el sueño de tu vida? Si te quiere, ¿qué más necesitas?

-Es que... me he dado cuenta de que no estoy enamorada de él, todo ha pasado ya, ha llegado demasiado tarde.-Dije mirándole.

-¿Y por qué noto como si te pasara algo más? Estás rara últimamente.-Preguntó.

-No me pasa nada Rubén, está todo bien.-Dije bajando la cabeza.

Intenté disimular, pero se notaba que ocultaba algo.

-Andrea no pienso dejar que te vayas de aquí hasta que no me cuentes.-Dijo.

-No puedes hacerme eso.

-Sí puedo, esta es mi casa. Estoy en todo mi derecho.-Dijo sonriendo.

-Rubén, me encantaría contártelo, pero no puedo. Lo siento.-Dije sinceramente.

-Me estás asustando.

-Ya, pero no te preocupes. No es malo.-Dije.

-¿Entonces?-Dijo confuso.

Yo me quedé en silencio. No podía ocultarle nada, pero ¿cómo le contaba que estaba enamorada de él? Podría alejarse de mí como hizo Sergio y no podría soportarlo. No sabía qué hacer y solo dije:

-Yo... solo es que estoy enamorada de otra persona. Eso es todo.

-¿Y qué tiene de malo para que estés así?-Me dijo.

-Pues que... esa persona siente amor por mí, pero no el amor que yo quiero que sienta. Ese es el problema, tampoco quiero que se entere, porque quizás se aleje también de mí.

-Ah...-Dijo bajando la cabeza con nerviosismo.

Parecía que había averiguado de quién hablaba. Estaba raro, nervioso. Yo no sabía que hacer.

-Oye, yo... me voy ya. Hasta luego.-Dije levantándome.

-No, espera.-Dijo levantándose también para estar a mi altura.

Se le notaba nervioso, más aún. Y yo también lo estaba.

-¿Qué pasa Rubén?-Dije intentando ocultar mis nervios.

-Que creo que sé de quién hablas.-Dijo él.

-¿Ah si? ¿Y quién crees que es?-Dije mientras mi corazón latía cada vez más rápido.

-No estoy muy seguro, pero... ¿Esa persona soy yo, verdad?-Preguntó clavando su mirada en mí.

Eso hizo que me pusiera peor. Tan solo quería salir corriendo, pero era el momento; no podía escapar.

-Rubén, yo...-Dije.

-Andrea solo pido un sí o un no, nada más. Por favor.-Dijo con cierto entusiasmo.

-Antes de que quieras salir corriendo recuerda todos esos momentos juntos, ¿vale?-Dije.

Él se rió tras esa pregunta mía y espero a mi respuesta:

-Rubén... es por ti. Estoy enamorada de ti.

Él era una mezcla entre alegría, confusión y nervios. Y dijo:

-Pero, ¿esto va en serio?

-Sí.-Dije.

-Andrea... verás, yo... creo que también me estoy enamorando de ti, es más, creo que lo hice en el primer momento en que te vi, pero lo ocultamos con una amistad.-Me dijo con más seguridad.

Eso me impactó muchísimo. Ya no sabía que hacer.

Yo sonreí y dije:

-Bueno... debería irme.

-Está bien.-Me contestó.

Me acompañó hasta la puerta y yo me metí en casa.

Fue un día muy raro, pero... conseguí algo bueno. Rubén me quiere igual que yo a él y eso es algo que me sorprende bastante, la verdad. Lo único que quiero es pasar momentos inolvidables junto a él, es al único que necesito para ser feliz. Espero que todo vaya bien a partir de ahora.

Y Sin Querer... Me Enamoré (Fanfic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora