CAP. 12. Una gran duda.

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Al día siguiente, como todos los días, desperté sobre las 10 y media y fui a desayunar.

Me levanté con ganas de ir al parque pero no quería encontrarme con Sergio.

Desayuné rápidamente y me vestí.

Decidí que iba a ir de todas formas, no quería parecer una tonta. Era libre, podía hacer lo que quisiera.

Me peiné un poco y salí de casa.

Rubén al escucharme salir, abrió su puerta y asomó la cabeza.
Yo le miré y sonreí.
Él me dijo sonriente también:

-Buenos días pequeñaja, ¿adónde vas?

-Buenos días. Voy al parque.-Le dije.

-¿Para...?-Me preguntó.

-Para dar una vuelta.-Le respondí.

-Ya veo... ¿Vas a ver a Sergio, verdad?

-No. Solo voy a dar una vuelta, nada más.-Le dije mirándole.

-Bueno... está bien. Pero ten cuidado, por si acaso.-Me dijo giñando un ojo.

-Sí. Hasta luego.-Le dije abrazándole.

Me dirigí hacia el ascensor, pero como tardaba, decidí bajar por las escaleras.

Salí del piso y comencé a caminar hacia el parque.

En 10 minutos como siempre, llegué. Y como siempre, el mismo ambiente.

Caminé, contemplando aquel bonito lugar. Hasta que llegué a la parte donde se encontraba el mismo grupo de Sergio.

Yo, decidí pasar por allí, no me importaba que él estuviese.
No dejaba de mirarme, pero ni siquiera quería perder el tiempo hablando con él y peleando. No valía la pena.

Pero al pasar, detrás de mí oí pasos, y noté como alguien tocaba mi hombro en señal de que me detuviera.
Era él.

-Andrea, ¿tienes un momento?-Me dijo.

Yo me giré y le miré. Luego le dije:

-No, una pena.

-Oye... perdón por lo del otro día.-Me dijo.

-¿Que te perdone? No querido. Me demostraste que has cambiado y no hablo con gente así, lo siento.-Le dije seriamente.

-No he cambiado. De verdad, solo quiero hablar. Hace mucho que no nos vemos.-Me dijo mirándome.

-Sí, hace mucho que no hablamos, pero eso no es culpa mía, ¿sabes?-Le dije secamente.

-Ya lo sé, fue culpa mía. Pero... lo he pensado y me arrepiento mucho.-Dijo.

-Bueno, vale. No me importa.

-Andrea... ¿Cómo puedo demostrarte que lo siento mucho por todo esto?-Me dijo arrepentido.

-Ya no puedes hacer nada. Es demasiado tarde.-Dije bajando la cabeza.

-Andrea, ¿de verdad quieres esto? Yo quiero que volvamos a ser amigos. No me importa si no me crees, pero yo lo siento mucho. Y no voy a dejar de intentarlo.-Me dijo mirándome.

Yo me quedé callada, mirando fijamente al suelo. No quería eso, no quería llevarme mal con él. Yo lo echaba de menos y el hecho de que estuviera hablando con él me hacía feliz, pero hubiera preferido que fuera de otra forma, en otra situación.

-Eeeh... yo... Sergio, no quiero estar mal contigo. Pero... lo que hiciste me molestó, porque tenía otra faceta tuya en mi mente y verte así me chocó bastante. Yo... lo siento también.-Dije mirándole e intentando sonreír.

-Entonces... ¿Me perdonas todo esto?-Me preguntó más calmado.

-Sí, claro que sí.-Le respondí con una sonrisa.

Eso me hacía muy feliz. Por fin conseguí de nuevo estar bien con él. Era mi mayor sueño.

Pero, hubo algo que no puedo entender aún. Porque, al mirarle, no sentí lo mismo que sentía antes. No sé si será el tiempo, no sé si habré cambiado, pero... lo que sé es que ese sentimiento no era el mismo. Ya no sabía que hacer. Sabía que estaba enamorada, porque lo notaba en mi interior, pero... ¿De quién lo estaba?


Y Sin Querer... Me Enamoré (Fanfic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora