CAP 10. Cosas de hermanos.

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Al día siguiente desperté con un gran dolor de cabeza. Y esta vez no era de resaca.

Me levanté de la cama mareada y me costó mucho hacerlo, ya que no podía mover mucho la cabeza. Fui a desayunar.
Me lo preparé y me lo comí al momento.
Al dejar el plato en el fregadero, fui a coger las pastillas para el dolor. Pero cuando abrí el mueble donde estaban los medicamentos, descubrí que no había.

-Oh genial... empezamos bien.-Dije en voz alta.

Me tendría que aguantar con ese dolor todo el día.
Al momento, vi que me habían mandado un mensaje y, como no, era de Rubén:

¡Hey! ¿Cómo está la más fea?

Yo le sonreí a la pantalla como si pudiese verme. Y le contesté:

Pues la verdad fatal, me duele mucho la cabeza y tengo mareos, casi no la puedo mover.

Él me contestó:

Ooh... sé algo que te va a animar.

Yo me sorprendí y le pregunté:

¿El qué?

Él me puso el emoticono de la cara pervertida de whatsapp y me dijo:

Ya lo verás.

Me reí tras ese mensaje. Al momento se desconectó.
No sabía qué iba a hacer.

Al rato escuché el timbre. Abrí y era Rubén.

-Muy buenas. ¿Quién está lista para pasar un día divertido?-Me dijo mirándome sonriente.

-Así que esta era tu idea... pues la verdad, yo no estoy lista porque como sabrás me duele la cabeza y con eso claramente me refiero a que no puedo salir.-Dije sonriendo también.

-¿Salir? ¿Quién ha dicho algo de salir? Mi plan era quedarme todo el día contigo haciéndote compañía y cuidándote.

-Ah... pues genial entonces. Sí estoy lista.-Reí.

Entramos en casa.

-¿Y cómo es que no estás en la cama?-Me dijo.

-No sé.-Le respondí.

-Pues a la cama.-Me dijo serio.

-¿Para?

-Ssshh. Vete a la cama he dicho. Y sin protestar.-Me dijo.

Claramente era mi hermano, mi hermano mayor.

-Está bien.-Dije dirigiéndome hacia mi habitación.

Me senté en la cama y él se sentó a mi lado.

-¿Así vamos a estar todo el día?-Le pregunté.

-No lo sé.

Yo le miré y sonreí.

-Oye... ¿Qué hora es?-Me dijo.

-Las 12 y media.-Le respondí mirando el reloj.

-Vale. ¿Tienes hambre?

-Un poco. ¿Sabes cocinar?-Pregunté dudando.

-Algo sé. Ahora vuelvo.-Dijo con una sonrisa.

-Por favor, no me destroces la cocina.-Dije riendo.

-Ja ja, muy graciosa.-Dijo bromeando.

Media hora después, entró a la habitación con mi comida.
La probé y dije:

-Está más buena de lo que pensaba.

-Ves.-Dijo sonriendo.

-¿Tú no comes nada?

-No, no tengo hambre.

Yo seguí comiendo y acabé al momento.

Recogió mi plato y me dijo:

-Bueno... ¿Qué quieres hacer ahora?

-No lo sé.

Tras un momento de silencio, dijo:

-¿Tienes algún medicamento para el dolor de cabeza?

-No, fui a buscarlo esta mañana y vi que no tenía.-Respondí.

-Vale. Pues ahora vengo.-Dijo levantándose de la cama.

-¿Adónde vas?-Le dije extrañada.

-A la farmacia. No quiero que mi hermana se lleve todo el día con ese dolor.-Dijo sonriendo.-Ahora vuelvo.

Pasó casi media hora y volvió.
Luego, fue a la habitación con las pastillas y un vaso de agua.

-Aquí tienes.-Me dijo.

-Gracias.-Dije cogiendo el vaso y las pastillas.

Después de eso, se sentó de nuevo a mi lado y empezamos a ver vídeos graciosos. Tras unas cuantas tonterías de Rubén y mucha risa, noté que la pastilla estaba haciendo efecto y el problema era que daban sueño.

-Rubén, las pastillas me están empezando a dar sueño.-Dije bostezando.

-Vale, no pasa nada, duérmete.-Me dijo.

-Pero... ¿Tú qué vas a hacer?

-¿Puedo quedarme hasta que despiertes?-Me preguntó.

-Claro. Puedes dormir conmigo si tienes sueño.

-Vale, gracias.-Me dijo sonriendo.

-De nada.

Al momento me tumbé y me quedé profundamente dormida.

1 hora más tarde, desperté. Al abrir los ojos, me di cuenta de que Rubén estaba acariciando mi pelo, era algo que me encantaba y yo decidí hacerme la dormida.
Al estar de espaldas a él no se dio cuenta de que había despertado.

Notaba como me miraba y acariciaba un mechón de mi pelo suavemente.
Tras eso le escuché decir:

-Es tan preciosa.

Esa frase me sorprendió.
¿Le gustaba a Rubén? Eso era totalmente imposible. En realidad no entendí porqué lo había dicho. Pero yo hice como si no hubiese escuchado nada.
Yo tampoco estaba enamorada de él. Aunque esa sonrisa... esa sonrisa era la más bonita y sincera que había visto nunca.

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A petición de una gran amiga. Lunacristi00

Y Sin Querer... Me Enamoré (Fanfic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora