CAP. 14. Esto parece un sueño

39 2 0
                                    

Me desperté con un nerviosismo dentro de mí. Algo muy raro, ya que hacía tiempo que dejé de ponerme nerviosa por cualquier cosa. Pero esto era diferente; esto no era "cualquier cosa".

Eran las 10 de la mañana, fui a la cocina y me preparé un café. Ni siquiera podía comer, mi estómago estaba completamente cerrado, a causa de aquel nerviosismo.

Mi cabeza estaba a punto de estallar por tantos pensamientos a la vez. Aquello que descubrí era algo que me inquietaba y no podía evitarlo. Y por mucho que tratara de calmarme, seguían ahí, rondando por mi cabeza.

Cuando me tomé el café, fui a mi habitación. Cogí el móvil y me senté en mi silla del escritorio, que estaba delante de la ventana.
Me quedé contemplando el bonito cielo que desde ahí veía y el viento fresco hacía que esa sensación fuese más agradable aún. Hacía eso de vez en cuando, porque me relajaba y me hacía sentir libre.

Tras unos minutos, miré el móvil y tenía un mensaje. El número era desconocido. Confusa, decidí leer lo que habían escrito.
Aquel mensaje decía:

Hola. Soy Sergio, tengo tu número desde hace tiempo pero nunca pude hablarte. Ahora, que ya volvemos a ser amigos, me gustaría hacerte una propuesta. Y es que vengas hoy al parque, me gustaría recuperar todos esos momentos perdidos contigo, tenemos mucho de que hablar. Espero que no te moleste y que aceptes.

Cuanto más leía, más nerviosa me ponía. ¿De qué querría hablar? Bueno, de todas formas acepté su propuesta, al fin y al cabo yo también quería recuperarlos.

Él me dijo que estuviera en el parque sobre las 5 y media. Aún quedaba bastante tiempo.

Ya eran las 12:45 y decidí hacerme la comida.

A las 13:30 la comida estaba lista. Me senté en la mesa y empecé a comer.

Cuando acabé, me senté en el sofá a ver la tele, esperando que pasara el tiempo.

Miré la hora y me di cuenta de que solo faltaba media hora para que fuesen las 5 y media. Así que rápidamente fui a mi habitación a vestirme.
Escogí lo más cómodo que tenía y me peiné un poco.

Cogí el móvil y le dije a Sergio:

Hola, ya voy al parque. Allí te espero y no tardes.

El me contestó enseguida:

Tranquila, ya estoy ahí. Llego en 5 minutos.

Yo no le contesté y salí de casa.
En 10 minutos llegué y le vi sentado en uno de los bancos que había.

-Hola.-Dije.

-Hola. ¿Damos una vuelta?-Me preguntó.

-Claro.-Le respondí.

Y empezamos a caminar. Él me preguntó:

-Bueno, y... ¿Qué tal todo?

-Bien, ¿y a ti qué tal?-Le respondí.

-Pues bien. Aunque ahora mejor.-Contestó sonriendo.

-Me alegro.-Dije.

-Oye, ¿vamos a aquella tienda y compramos algunas gominolas?-Dijo señalando una tienda que había cerca.

-Vale.-Respondí.

Y nos dirigimos hacia la tienda.
Allí compramos gominolas y refrescos.

Salimos de la tienda y nos dirigimos al banco más cercano y nos sentamos.

Empezamos a comer en silencio. Ninguno de los dos sabíamos de qué hablar. Hasta que pasados unos minutos él dijo:

-¿Damos otra vuelta?

-Claro.-Respondí levantándome.

Comenzamos a andar. Nadie decía nada, yo me limité a mirar hacia el suelo.
A Sergio se le veía raro, distante. No sabía bien qué era exactamente, pero no era el mismo. Y me hacía sentir incómoda.

Un rato después él dijo:

-Bueno, y... ¿Sigues sintiendo algo por mí?-Dijo sin pensarlo mucho.

Yo no sabía bien que responder. Ya no sentía nada por él, solo quería una amistad. Pero no podía decirle un 'no', porque quizá le molestaría.

Él me miraba, cada vez más nervioso al ver que me quedé en silencio, con mi mirada fija al suelo.
Yo solo dije:

-Eeeh... yo...-Me interrumpió él.

-No importa. No hace falta que respondas. Yo quiero decirte algo.-Dijo.

-Vale. ¿Qué pasa?-Dije.

-Pues... Andrea...-Dijo haciendo una pausa.

Se detuvo y se giró hacia mí, mirándome a los ojos. Me intimidaba.

-Andrea... yo... te quiero y siempre te quise. Y cuando me enteré de que tú me querías no sabía cómo reaccionar porque eras la primera chica que me amó y fui un completo imbécil al alejarme de ti cuando lo único que quería era acercarme más y decirte todo lo que sentía, pero tenía miedo y me inmovilizaba. Pero ahora que el destino te puso en mi camino de nuevo, vi que era mi nueva oportunidad de arreglar todo y empezar de nuevo. Así que Andrea... te quiero.-Dijo.

No me dio tiempo a reaccionar. Aquello que dijo era como un sueño, pero llegó demasiado tarde. No sabía que decir.

Al momento me miró con un brillo especial en los ojos, algo que nunca vi en él, y se acercó a mi cara dispuesto a besarme.
En ese momento mi cabeza se llenaba de constantes pensamientos. No podía hacerlo, no podía besarle. Quizás en momentos pasados, pero ahora no, ya no estaba dispuesta a hacerlo; perdió su oportunidad.

Yo esquivé aquel beso. Él se quedó mirándome, con confusión.

Puse mi mano en su hombro y le dije:

-Lo siento, no estoy enamorada de ti. El tiempo ha pasado. Debo irme.

Volví a casa, dejándole solo, confuso.

Yo no me podía creer que le hubiera hecho eso, pero quién realmente me importa ahora es Rubén. Nadie más que él.

Y Sin Querer... Me Enamoré (Fanfic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora