Angel with a shotgun

Capítulo 18: Cita con el desastre parte 2

El auto deportivo era cubierto por las horas de lluvia sin piedad, y mientras Lucian luchaba por ver el camino, Hotaru estaba inquieta.

Matsuoka los había visto juntos y su expresión hizo que Hotaru se preocupara. Deseaba regresar a casa cuanto antes y hablar con Matsuoka-san.

-Es imposible de ver el camino- se quejó Lucian- la tormenta es muy fuerte y parece que empeorará. Es peligroso seguir conduciendo así, mi casa esta más cerca de donde nos encontramos. Iremos ahí y esperaremos a que pase la tormenta

-¿eh?- dijo Hotaru sorprendida- pero mis padres se preocuparan.

-No te preocupes, puedes llamar a casa y avisarles lo que sucede.

-Bien- susurró Hotaru.

Una vez que llegaron a casa de Lucian, ambos bajaron del coche y corrieron a la puerta de entrada.

Lucian encendió las luces, la casa estaba vacía.

-¿Donde están tu mamá y tu hermana?

-Mi madre ha salido de viaje y mi hermana fue a casa de una amiga- dijo Lucian mientras buscaba un par de toallas y le entregaba una a Hotaru.

-Hotaru-chan será mejor que tomes una ducha, o podrías resfriarte. Ven conmigo- dijo mientras la guiaba por los pasillos hasta una habitación con un baño- es el cuarto de huéspedes, puedes bañarte aquí. Iré a buscarte algo de ropa de Alice para que te cambies.

Y así salió de la habitación dejándola sola. Hotaru suspiró, no había nada que hacer.
Así que se desvistió y entró al baño.

Después del largo día que había tenido, una ducha con agua caliente le había ayudado a relajarse.

Para cuando salió del baño, en la habitación había un cambio de ropa. Lo tomó y se vistió. Lucian había escogido unos jeans, una chaqueta roja, unos tenis -que parecían nuevos- y una camiseta con el dibujo de un panda.
La ropa le había quedado a la perfección, salió de la habitación para encontrar un teléfono y llamar a casa.

-Hotaru, hija ¿Estas bien? ¿Donde estas?- dijo su madre por teléfono.

-Si lo estoy, estamos en casa de Lucian.

-Que alivio- suspiró su madre- estaba preocupada, en las noticias han anunciado que un huracán se acerca a las costas, y va a impactar más tarde. Así que han pedido que por seguridad de todos, debemos permanecer en casa.

Hotaru permaneció pensativa por un momento, en verdad quería regresar a casa, pero tampoco podía pedirle a Lucian que la llevará a casa, era demasiado peligroso para ambos.

-No tiene de que preocuparse- dijo Lucian tomando el teléfono que sostenía Hotaru- cuidare de ella, puede pasar la noche aquí y mañana en la mañana la llevaré a casa.

-Muchas gracias Lucian- agradeció su madre.

-No hay nada que agradecer.

La lluvia caía sobre su chaqueta, el viento golpeaba contra su rostro y miles de emociones corrían a través de él.

No podía describir de manera sencilla como se sentía, pero si tuviera que escoger una emoción sería: frustración.

Debió correr hacia ella, debió huir con ella. Pero no había podido hacer nada más que huir.

Llegó a casa de los Tachibana con el ánimo por los suelos, y lo único que deseaba en ese momento era encerrarse en su cuarto y liberarse de las emociones que lo atormentaban.

Pero al entrar a casa, una conversación llamó su atención.

-Recibí una llamada de Hotaru- le dijo a su esposo.