Capítulo 8: Bienvenida a casa

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Después de pasar varias horas en el avión, llegaron a su destino, América.
Los cuatro chicos bajaron del avión y se dirigieron a la salida y tal y como se había imaginado Hotaru, su familia los estaba esperando.

-¡Hotaru!- gritaron ambos al mismo tiempo al ver a su preciada Hija.  Y ella no pudo evitar correr hacia ellos y abrazarlos.

-Nos alegra tanto que estés aquí- dijo su madre, abrazándola, besándola y asegurandose de que ella estuviera bien- ¿como has estado? ¿Has estado comiendo bien? ¿Cómo va la escuela?

-Tranquila querida, acaba de llegar y ya la bombardeas de preguntas- dijo el padre de Hotaru. Su cabello rojizo era llamativo como el de Luka, aunque algunas canas se veían entre ellos. Y a pesar de su edad, seguía siendo tan apuesto como cuando era joven. Se acercó a Hotaru y la abrazo con cariño y le dio un beso en la mejilla.

Hotaru se veía muy feliz de ver a sus padres después de tanto tiempo, hasta por un momento había olvidado que sus amigos estaban ahí.

-¡Ah! ¡Cierto! Mamá, papá, estos son los amigos de Tachibana.- dijo mientras comenzaba a señalar a cada uno- Hosokawa Haruki.

-Es un placer- dijo Haru saludándolos con una reverencia pero el padre de Hotaru se le acerco y le extendió la mano. Haruki respondió su saludo, y la madre de Hotaru se acercó para darle un beso en la mejilla, lo que avergonzó un poco a Haruki.

-Yukimura Tooru- y nuevamente los padres de Hotaru lo saludaron animadamente.

-Y Matsuoka Masamune- en ese momento sucedió algo muy extraño. Los padres de Hotaru habían saludado con mucho cariño y aceptación a Yukimura y Haruki; pero con Matsuoka fue diferente.

En primer lugar no se acercaron a el inmediatamente, sino que primero lo observaron de pies a cabeza. En sus ojos se reflejaba la sorpresa, ¿estaban sorprendidos con Matsun?

Para Matsuoka era normal recibir miradas sorprendidas o contemplativas, después de todo era un Host muy atractivo. A dónde quiera que fuera, siempre había gente que lo admiraba por su belleza; sin embargo había algo en sus miradas que le dio un mal presentimiento a Matsun.

-Mucho gusto- dijo Matsun acercándose con ellos y tratando de romper el hielo.

El padre de Hotaru que había estado tan ensimismado observándolo, volvió a la realidad de lo que sucedía. Le dedico una sonrisa amable y dijo:

-Gracias por cuidar de Hotaru, a los tres

-No es nada- dijo Matsun, más tranquilo ahora que ambos habían dejado de observarlo con tanta intensidad- en realidad Hotaru ha cuidado más de nosotros de lo que podríamos agradecer.

El padre de Hotaru sonrió con ternura, Hotaru siempre era así.

-Bien, hechas las presentaciones, ¿nos vamos?

-Si- dijo Hotaru animadamente, y los otros tres chicos siguieron a la pareja- por cierto, ¿dónde está Izumi?

-Oh Izumi no pudo venir, al parecer tenía clases de ballet hoy.

-¿Ballet?- dijo sorprendida Hotaru- pensé que había renunciado.

-Así fue una temporada, pero de la nada lo retomo, aunque no ha progresado demasiado. Le siguen dando papeles secundarios.

-¿Y han ido a verla?

-No, nos ha dicho que no quiere que la veamos bailar hasta que se haya vuelto una prima ballerina assoluta.

-Es bastante orgullosa- pensó Hotaru- aunque a mi me encantaría verla.  Estoy segura que ha mejorado mucho desde la última vez.

-Izumi es tu hermana, ¿no es así?- pregunto Haruki y Hotaru asintió.

-Les va a agradar, ella es muy linda.

-No se porque, pero tengo el presentimiento de que será igual de plana como Hotaru- murmuro Yuki a Haruki y este no pudo evitar que se le escapará una risa ligera.

Unas horas después llegaron a la humilde casa de los Tachibana, con tres pisos, puertas automáticas y con -probablemente- el terreno más grande que había por esa zona.

-Es enorme- pensaron los tres chicos al ver la enorme casa donde vivían los padres de Hotaru. Cuando ella había dicho que había "espacio suficiente" los chicos habían asumido que tendrían una o dos habitaciones para los tres.

-Pasen- dijo la Madre de Tachibana y ellos siguieron adelante con su recorrido.
A pesar de que el exterior se veía impresionante, no se comparaba con el interior.
Los tres chicos no podían dejar de asombrarse por tanto lujo.
En ese momento de las escaleras iba bajando una chica de cabello negro, sus ojos eran azules y su ropa se ajustaba perfectamente a cada curva de su cuerpo.

-Ah, han regresado- dijo la chica, aunque no parecía realmente sorprendida

-Hola Izumi- la saludo Hotaru aunque la otra chica apenas sí la noto. Estaba tan ensimismada observando a Matsuoka y hasta un pequeño rubor se asomó por su bello rostro.

-Ellos son mis amigos- dijo Hotaru, presentándoselos, aunque de igual forma, la chica a penas si le presto atención a Yuki y a Haruki.

-Me llamo Izumi- dijo la chica sonriéndole a Matsun y acercándose para darle un beso en la mejilla- ven te enseñare tu habitación- dijo tomándolo de la mano y llevándose a Matsuoka por las escaleras.

-Ya que Izumi le mostrará su habitación a Matsuoka-san, yo les enseñare las suyas- dijo Hotaru alegremente y los dos chicos la siguieron escaleras arriba.

-La cena es en una hora- le grito su madre antes de que los chicos desaparecieran.

Una vez que estuvieron solos, ambos abandonaron toda la tensión que habían sentido hasta ese momento.

-Querido, ¿no crees que sea?- dijo su esposa con preocupación en sus ojos azules.

-Si, estoy seguro.- dijo mientras sacaba un cigarro de su cajetilla.

-Eso es imposible- murmuro sorprendida- ¿cuál era la probabilidad de encontrarlo? Tiene que ser un error

-Tu lo has visto Norah, su parecido es inigualable, tiene que ser- dijo absorbiendo el humo del cigarro- lo que me preocupa...

-¿Qué?- le preguntó su esposa al ver que el se había detenido y no había terminado su frase.

-No es nada, sólo tontas suposiciones mías. Estaré en mi oficina hasta la cena- y sin darle mayor explicación se marchó a su oficina

Una vez dentro, se recargó contra el escritorio y recordó como el muchacho observaba a su hija cuando iban en el coche, las pequeñas atenciones que Hotaru no notaba, como abrirle la puerta del coche, o ayudarla a cargar su maleta. - Él esta enamorado de Hotaru- es lo que había pensado hacia unos instantes- sólo esperó estar equivocado, o tendré que hacer algo que no quiero.

Continuara...

Angel with a shotgunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora