1.

1.2K 54 10
                                    

Llegué a casa y para mi sorpresa no traía mis llaves. ¡Bravo Sofía! Me dijo mi querido subconsciente.

Toqué una, dos, tres, cuatro veces al timbre hasta que por fin se le ocurre a Daniel abrirme la bendita puerta. Se sorprendió al verme parada ahí ya que gracias a la lluvia me encontraba empapada y tiritando de frío, mi cabello seguramente estaba revuelto. Bufé cruzándome de brazos y se hizo a un lado para darme paso, entré sin dirigirle ni una sola palabra y corrí a la habitación a darme una buena ducha y entrar de nuevo en calor para no tomar una enfermedad después.

Media hora después me encontraba tumbada en la cama escuchando música cuando sentí a alguien tumbarse a un lado de mí. Volteé y noté a un Dani ¿preocupado? ¿triste? No lo sé pero me sentí terrible en ese momento y totalmente apenada.

—Siento por salir así de repente. -dije rompiendo el silencio que nos rodeaba en la habitación.

—No pasa nada cielo. -sonríe a medias. —Yo también lo siento por haberte gritado en la mañana, no sabía que habías peleado con tu hermano. -suelta cabizbajo rascándose la nuca.

—Estaba muy molesta y pagué contigo terminando en un caos, creí que lo mejor era despejar mi mente. -peino su cabello aún lado, dejándome ver sus ojos. Azules como el océano.

Dani niega tranquilamente y toma mi mano besando mis dedos.

—Te quiero.

—Yo sí que te quiero. -dijo el rubio acariciando mi mejilla con su dedo pulgar. Sonrío por su caricia, haciéndome cerrar los ojos.

El mejor lugar, sus abrazos.

Sin dejar de mirarnos el uno al otro, busco su mirada oceánica. Sus ojos joder. Si me dieran la oportunidad de detener el tiempo seria precisamente ahora. Sonreía por cada roce que hacía en mi piel, erizándome por cada toque. Comenzó a acercarse más a mí, cerrando por completo la distancia. Sentir su respiración en mi boca me ponía nerviosa e inquieta, dándome un hormigueo por todo mi cuerpo.

¿En serio Daniel va a besarme? Porque si es así, no sé que está esperando.

Sin esperarlo, este jaló de mi cintura hasta chocar con su cuerpo fuertemente, rozándonos por encima de la ropa. Acercó sus labios con los míos acariciándolos suavemente, nuestros labios encajando a la perfección, tímidos y provocativos a su vez. Aquel beso estaba lleno de dulzura, ternura y mucho amor. No deseaba separarme de él, lo necesitaba después de haberme levantado enojada después de la llamada y regalarle aquel portazo.

Mi respiración nos separó del jadeante beso pero Dani me lo impidió y volvió a comerme de verdad la boca, sentí una pequeña sonrisa en mis labios. No me resistí y le mordí el labio inferior, Dani como respuesta gruñó en mi boca.

Nos separamos por falta de aire y me incorporé de golpe saliendo de la habitación con una sonrisa en mis labios.

Quédate conmigo, siempre [Dani Auryn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora