Seguía acurrucada sobre el regazo de Daniel respirando mejor y con el llanto desapareciendo poco a poco. Alejándome lo suficiente para verlo directo a sus dos ojos nos sonreímos como dos tontos y tímidos, como si fuese la primera vez que nos vemos o como si fuese nuestra primera cita. Estaba debatiéndome en producir alguna palabra pero estaba tan emocionada y en completo shock que no podía formular ni una letra.
Los minutos avanzaban pero entre Dani y yo no surgía el tiempo, estábamos tan ensimismados viéndonos que lo demás no importaba, ni los cuatros cuerpos que son también mis amigos. Sólo eramos él y yo, nada más.
Mordí mi labio por el temblor, las lágrimas queriendo salir, escondí mi cara en su cuello. Apretando su anatomía, queriendo encontrar la tranquilidad que emana su cuerpo al mío.
—Tengo que decirte algo cariño y quiero que me mires. -carraspea y dijo bajito, asentí aún hundida en su cuello. Lo abracé fuerte una última vez y nos separamos provocando más atención de la poca gente de la terraza.
—Cariño, hace unas horas te había dicho lo afortunado que fui al conocerte aquella noche, aceptaste conocerme verdaderamente y poco a poco mi certeza de tenerte conmigo se fue cumpliendo. -estaba nervioso pero cada palabra la saboreaba tranquilo, sonriendo y sus ojos brillaban por la intensa noche.
Estaba confundida, pensando demasiado sus palabras sin saber a dónde quería llegar.
—Hay algo que quiero decirte desde que te pregunte un día mientras desayunábamos al aire libre. -respiró profundo y continuó hablando. —Sabes que eres todo para mí y que haría lo imposible porque sigamos juntos cumpliendo nuestros sueños. -nuestras manos estaban sudando, pero no quería soltarlo quería hacerle saber que aquí estaba a pesar que me estaba poniendo de los mil nervios. —Sé que de alguna formas estamos juntos pero quiero llevarte a otro nivel de confianza, te quiero muchísimo y no veo la mejor manera de llevarte conmigo a mi hogar y se convierta de los dos.
¿Hogar? ¿Qué no ya estábamos en uno? Daniel puedes hablar más claro es que no entiendo que sucede ahora mismo. Recargo todo mi peso sobre una pierna, confundida suspiro tratando de leer sus pensamientos.
—¿Por qué no viajar a tu lugar favorito que siempre has querido?
Pregunta captando toda mi atención esperanzado escucharme decir algo. Pero no entendía. ¿Viajar, ir a dónde?
-Ahm y-yo... -me sentía tonta ahora mismo, murmuros y sonidos de cubiertos resonaban el cuadro.
—España. -murmura lento, ronco y profundo.
-¿Qué? -abrí los ojos como platos comprendiendo todo.
—España nos espera cielo, ¿qué dices? -susurra Dani, yo ya no puedo hablar. Mi pecho subía y baja de tan repentino sentimiento y emoción, dejando escapar libremente mis lágrimas.
—¡Dile que si Sofía! -una voz muy chillona me anima, me río y veo a Carlos disfrutando con sus pulgares arriba. Niego sonriendo y vuelvo a ponerle atención a mi novio.
Estoy temblando. ¿Que digo?
—Mi amor. -susurrando aprieta mis manos.
No digo nada, solo hago lo que me apetecía hacer desde hace rato, besarle. Saboreo sus labios, produciéndole mi amor hacia él en cada roce. La gente de nuestro alrededor aplaude eufórica, separándonos reímos.
—¡Te quiero, te quiero, te quiero!
Besa de nuevo mis labios, pero unos brazos fuertes sobre mi cintura me separan de Dani. En medio del abrazo se abalanzaron sobre mi cuerpo tres personas más y gritaban sobre mi oído, lo que provocaba muchísima risa a Dani, que miraba muy divertido la escena que estaban montando sus cuatro mejores amigos.
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Quédate conmigo, siempre [Dani Auryn]
Fanfiction¿Quien iba a imaginar que iba a terminar así? ¿Cuantas cosas no hemos pasado los dos juntos? En verdad no acabaría de contar...