Daniel Fernández Delgado.
El único pedazo de cielo que puedo tener, el que me puede y me hace bien. Siempre logra hacerme feliz y alegrarme los días a pesar de todo.
Lo más difícil de sobrellevar en nuestra relación es su trabajo, aún no me acostumbro a su carrera musical, cada vez lo veo menos, cada vez son menos los días que estamos juntos. Cada vez su carrera va creciendo, siendo más visto en más países. Pero lo mejor de todo es que siempre pensamos que esta distancia que nos suele separar nos hace más fuertes aún, que nosotros podemos con ella y nadie ni nada nos separará. Manteniéndonos juntos.
Oh baby I'm yours, Oh baby I'm yours.
—¡Hey! -siento que tocan mi hombro derecho intentando no asustarme pero el intento es fallido quitándome la inspiración, me quito los auriculares con el teléfono dejándolos sobre el tocador.
—¿Qué? -me remuevo sobre el banco girándome con el seño fruncido.
—¿Por qué no te has preparado para nuestra cita nena? -dice mientras camina lentamente a mi dirección. —¿Que tal me veo?
Extiende sus brazos dándose una vuelta sobre sus pies. Sonrío. Si va muy guapo hay que reconocerlo, esos pantalones negros muy ajustados a sus piernas, esa camisa color salmón que le queda fantástica que así dan ganas de quitársela pero dejémoslo así un rato a ver cuánto dura en toda la noche. No creo que mucho.
Me señala con su dedo y abre sus brazos en modo de un suplicante abrazo. Sin pensarlo dos veces le correspondo a sus brazos y me envuelvo a su colonia muy varonil, llenando mis fosas nasales.
—Luces increible mi niño. -digo en su oído. —Y perdona, pero es que estaba sumida pensando en nosotros, lo que hemos pasado en todo este tiempo. Lo feliz que me hace estar a tu lado y nada, me quede ahí sin más con la mente sobre ruedas. -digo aún abrazándolo fuertemente, sobando su espalda un poco ancha.
—¿En nosotros? -pregunta separándose confundido pero después sonríe tiernamente apretando mis hombros. —Te quiero demasiado, no sabes lo feliz que me hace verte cada mañana, estar aquí contigo y con nadie más es lo mejor que me ha pasado. Estoy muy agradecido por haberte conocido esa noche en aquel bar, sabía que tenía que hablarte si o sí. Sabía que iba a enamorarme perdidamente de ti, como un loco. Y miranos ahora. -mira al techo y después a mi aún sonriendo, viendo que ahora sus ojos tienen un brillo especial. —Compartiendo el mismo techo, siendo la pareja ideal más locamente enamorada. Nena te pertenezco como tu a mi.
Muerdo mi labio inferior, ¿recuerdan esas mariposas que aparecen el estómago y te causan alegría interna? Aparecieron y sólo quiero besarlo hasta quedar sin aliento.
Me suelto de su agarre con mucho trabajo y camino hacia el tocador nuevamente.
—Espabila entonces si no quieres perder esa cita, tenemos que disfrutar de esta noche antes que acabe. ¿No? -le digo mirándolo desde el espejo levantando una ceja mientras me deshago de mi camiseta de tirantes lanzándosela.
—Bonita ropa interior. -susurra intentando acercarse, niego divertida y lo saco muy a mi pesar de la habitación.
Hago mis apuestas por una ducha en menos de diez minutos, bien eso ha salido perfecto con la toalla aún puesta no se que ponerme si un vestido corto o largo. Maquillándome con algo de prisa, me pongo mi ropa interior y después mi vestido, llegando arriba de mis rodillas y por último un poco de perfume sobre mi cuello y muñecas, acomodo los delgados tirantes de mi vestido viéndome sastifecha sobre mi espejo. Sonrío para mí.
El ruido de mis zapatillas despiertan a Dani que espera en el salón.
—Wow, estás preciosa cielo y... ¿ese vestido? -suelta Daniel desde la sala principal tomando su chaqueta y mi abrigo.
—Ya deja de mirarme con esa cara. -me escondo sobre mis manos y llego a su lado.
—Nunca te lo había visto, te queda genial. -me alaga y pregunta. —¿Lista? -me tiende su mano y encantada la tomo entrelazando nuestros dedos. Yo sí que estoy lista.
Dani va conduciendo y yo estoy hecha un manojo de nervios ahora. Si hemos salido bastantes veces que no sabría cuantas han sido pero esta vez me encuentro así, se supone que va a darme una sorpresa esta noche y lo más importante es que podría cambiarnos la vida. Eso me asusta, ¿y si me pide matrimonio? Sinceramente no estoy lista para llegar a un altar, además es muchísima responsabilidad, por ahora no quiero pasar ese ciclo. Aún no. ¿O si ya no me quiere? Eso lo descarto, hace unas horas me volvió a declarar lo mucho que me quiere, o si es así y ya quiere dejarlo de esta manera. O, ¿qué tal si quiere dejar la música por mi?
Niego internamente poniendo mi mente en blanco, pasará lo que tenga que pasar. No dejo de moverme en mi asiento y Dani al parecer lo nota.
—Ey, ¿cálmate quieres? -apoya su mano sobre mi pierna. —Todo estará bien, ya sabrás lo que te espera y quiero que disfrutes tanto como lo he hecho yo al prepararlo. -me mira de reojo sin quitar la vista hacia en frente y me regala una sonrisa que me calma un poco.
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Quédate conmigo, siempre [Dani Auryn]
Fanfiction¿Quien iba a imaginar que iba a terminar así? ¿Cuantas cosas no hemos pasado los dos juntos? En verdad no acabaría de contar...