Corrí y corrí hasta que llegué a la puerta de esa habitación. Una vez allí me detuve, imaginandome el estado en el que se encontraria Zeta. En mi mente era demasiado horrible como para explicarlo, me sequé las lagrimas y me decidí a entrar. Abrí la puerta con mucho cuidado y poco a poco me fuí adentrando en aquella habitación.
- Mei: ..... No...- Susurré espantada, al ver el aspecto en el que se encontraba Zeta.
Estaba totalmente cubierto por vendas y donde no estaban, habia muchas cicatrices. Le miré y no pude decie ni una sola palabra.
Durante el tiempo en el que estubo inconsciente, estuve siempre a su lado, contandole lo que ocurria cada dia, justo como hizo el conmigo.
Hasta que 2 días antes de mi cumpleaños... le dió un paro cardíaco. Yo solo podía gritar por ayuda y llorar me sacaron de la habitación y gracias a dios, le revivieron. Me asustó tanto la idea de quedarme sin él, que me quedé impotente, sin poder hacer nada más que llorar. Cuando al fin me dejaron pasar otra vez, me senté al lado suya y le besé en los labios, no era un beso de despedida pero sabia que en cualquier momento podia despertar o... morir.
Esa mima noche, mientras yo dormia sentada en un sofá, que estaba colocado al lado de la ventana y de la camilla de Zeta, noté que algo se movia y me desperté. Miré asustada a mi alrededor y no vi nada, me levanté y observé a Zeta, y lo que vi fue algo sorprendentemente maravilloso.- Mei: ¡¡Doctor!! ¡¡Alguien!! ¡¡¡Esta moviendo la mano!!! No me lo puedo creer...- Grité lo más alto que pude.
De repente entró el doctor y examinó cuidadosamente a Zeta, y por fin me dijo lo que yo queria oir.
- Doctor: Tranquilicese señorita mañana despertará, como si no hubiese pasado nada.- Me explicó mostrandome una tranquilizante sonrisa.
- Mei: Muchas gracias, por todo.- Dije sin poder contener una gran sonrisa.
El se fué, y yo me quedé sin poder dormir por culpa de los nervios que tenia al saber que Zeta despertaria por fin. Pero a las 9 de la mañana el sueño me venció la batalla.
- Zeta: Feliz... cumpleaños...- Fue lo primero que oí decir a Zeta.
Inmediatamente levanté la cabeza y hay estaba, con problemas para mantener la cabeza herguida y con el cuerpo lleno de vendas y cicatrices, pero con vida y despierto.
- Mei: ¡Zeta! Te amo, te amo, te amo, nunca me vuelvas a hacer esto.- Grité sin poder para de llorar de alegria.
- Zeta: .... te lo juro.- Dijo sorprendido mientras acariciaba mi cabeza.
Me quedé abrazandole, sintiendo su calor, lo habia hechado tanto de menos...
- Zeta: Siento que el regalo que habia preparado para ti no haya salido bien.
- Mei: .... (¡¡Con lo preocupada que estaba se me habia olvidado que hoy es mi cumpleaños!!) Me da igual, el mejor regalo que me podian haber hecho es que volvieras a estar conmigo.- Sollocé y le dí un tierno y largo beso en los labios.
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La Primera Vez
RomanceZeta, uno de los chicos mas populares de la preparatoria se enamora de nuestra protagonista Mei, una chica solitaria y muy estudiosa, pero ella no esta interesada en el. A medida que avanza la historia, ella se acaba enamorando de Zeta. Y BUENO ME...