2T / Capitulo 3. Recuerdos

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Ya habia pasado una semana desde que Zeta me dijo lo del viaje por mi cumpleaños, y yo estaba bajando las maletas desde mi cuarto hasta la puerta, listas para cuando viniera a recogerme. Mientras colocaba las ultimas sonó el timbre de la entrada.

- Mama: ¡Yo abro! No te preocupes.- Me dijo con una mirada muy tierna y un rostro triste.

Al instante en el que mi madre abrió la puerta y pude ver a Zeta, me invadió una sensación de tristeza pero a la vez de nerviosa. El se adentró en mi casa y cogió todas mis maletas de una sola vez.

- Zeta: ¡¡Oye!! ¿¡Se puede saber que diablos llevas aqui!? Pesa...- Exclamó malhumorado.

- Mei: Mmmm... todo lo que necesito. Mis libros, ropa, dinero, fotos de mi familia... (¡Mierda... no debí decir eso...!) Lo siento... no debí...- Me quedé callada para no seguir metiendo la pata.

- Zeta: No importa.- Dijo mostrandome una alegre sonrisa. Ahora, tu eres mi nueva familia.- Respondió sonrojado.

Cogimos un taxi hasta el aeropuerto y nos subimos a un avión rumbo a Hawai. Este estaba lleno de parejas recien casadas. Zeta y yo nos sentiamos como verdaderos extraños ante aquella situación. Una pareja muy amable que teniamos al lado, recien casados al igual que el resto de parejas,nos preguntó que como nos habiamos conocido y mientras Zeta se lo contaba todo desde sus recuerdos yo recordaba los mios. Recordé como me sentia cuando estaba al lado de Zeta al principio, como supe que Zeta me queria aunque luego lo rechazara, cuando le clavó el cuchillo a Ayato por celos, cuando nos dijimos mutuamente que nos amabamos, cuando lo secuestró aquella chica en España... y muchas cosas mas. Lo que recuerdo con mas cariño fue cuando aquel coche me arrolló y Zeta estuvo conmigo todos los dias, sin importar nada, siempre estaba a mi lado, contandome todo lo que ocurria fuera del hospital y contandome tambien alguna que otra historia, me acuerdo que el decia que eran sus preferidas cuando era pequeño. De repente algo me hizo salirme de ese tierno recuerdo. El avión se movia de un lado a otro, temblando y descendiendo. La gente comenzó a gritar y yo me agarré al brazo de Zeta lo mas fuerte que pude esperando que fuera un sueño. Pero el rostro de este me hizo ver que no era un sueño, era real. El avión se iba a estrellar.

- Mei: Zeta...- Un torrente de lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas y mi pecho comenzó a doler muchos mas que cuando negaba mis sentimientos por Zeta. No volveria a ver a mi familia nunca mas.

- Zeta: Mei...- Me miró con una cara de terror absoluto.- ¡¡No voy a permitir que acabemos como mi familia!! Volveras a ver a la tuya y viviremos para crear una.- Exclamó levantandose de su asiento.

Zeta fue a hablar con una de las horrorizadas azafatas lo mas rapido que pudo. Mientras yo me quedé anclada, paralizada ante la idea de morir. Miré por la ventana y por la altura que teniamos calculé que nos quedaban unos 20 minutos de vida, Zeta pareció adivinar lo mismo ya que de inmediato se metió en la cabina del piloto. Como pude hice acoplo de fuerzas y logré levantarme del asiento para dirigirme hasta la cabina donde Zeta se encontraba. Al llegar allí vi que las azafatas estaban sujetando como podian al copiloto mientras este se retorcia diciendo: " ¡¡Morid!! "
Cuando pude entrar me senté en el lugar del copiloto y Zeta se quedó mirandome muy soprendido. Al cruzar nuestras miradas por tan solo un instante, supe que es lo que debia hacer. Cogí los cascos con microfono que estaban tirados en el suelo, me los puse e intenté contactar con el aeropuerto de Hawaii ya que estabamos sobrevolandolo. El miedo, minuto a minuto, nos fue invadiendo a Zeta y a mi cada vez más, pero sabiamos que debiamos ser fuertes si queriamos salvar a todos estos recien casados que todabia tenian una vida y una familia por delante. Por suerte logré contactar con la torre de control del aeropuerto y con alguien que hablaba mi idioma. Le expliqué todo lo mas rapido que pude y este nos dijo que tendriamos que aterrizarlo en una playa que habia unos km mas adelante. Le explicó como pudo a Zeta como se aterrizaba y este sigió paso a paso las lecciones dadas por el hombre de la torre de control. Todo parecia bien hasta que...

- Zeta: ¡¡MEI NO!!

Sentí como una masa se avanlaza sobre mi protegiendome del impacto del avión contra suelo de la playa. Aunque parezca mentira el avion aterrizo bien y ningun pasajero sufrio ningun tipo de daño excepto...

- Mei: ¡Zeta lo conseguiste! ¡¡Nos has salvado!! ¡Oye! ¿Zeta? ¡¡Zeta!! Despierta.- Por mas que lo llamara el no abria sus ojos, y su cuerpo estaba lleno de cristalitos. El me salvó y yo no era capaz de reaccionar, solo lloraba y lloraba con la esperanza de que en algun momento despertara. Segundos despues llegó una ambulancia que enseguida se llevó a Zeta al hospital mas cercano.

La Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora