® Secrets in The Darkness ©

Capítulo 7

A la mañana siguiente se escuchaba en el fonógrafo la agradable canción que todos los días escuchaba Sir Craven durante su aseo. Eric estaba de pie frente a los espejos en los vestidores del club de caballeros, ataviado en bata, con una sonrisa triunfante en sus labios. Había logrado impedir que Edith se fuera a Inglaterra junto a esas personas. Si Sir Thomas Sharpe hubiera conseguido llevar a cabo se nefasto plan, Elizabeth no hubiese tenido la estadía que se merecía en aquel lugar

Aquella mañana podía sentir como si su esposa estuviese con él, por varios momentos miraba al espejo y podía recordar su bello rostro. Aquellos hermosos ojos y esa tierna y cálida sonrisa.

"He cuidado a nuestra hija durante esto años Sarah" Pensó con una sonrisa "Aún está a salvo"

La noche anterior, luego de despedirse de cada invitado, subió hasta el cuarto de su hija. Cuando abrió la puerta con lentitud, se encontró con su hija dormida en su cama, sus mejillas estaban húmedas al igual que la almohada donde reposaba su cabeza. La habían humillado como mujer, le había destrozado el corazón, era el primer hombre que la maltrataba y sabía a la perfección que su hija nunca había estado acostumbrada a que alguien la ofendiera o la lastimara verbalmente. Craven no había tendido otra opción hacer eso, su hija estaría a salvo ahora, pero él pensar que su hija ahora lloraba por todo lo sucedido le rompía el corazón, pero no estaba arrepentido.

De mal humor, comenzó a prepararse para rasurarse. El mozo llegó con toallas limpias, las dejo a un lado y abrió la llave del agua caliente del lavabo.

-¿Cómo está el agua hoy Charles?- Preguntó Sir Eric mientras se lavaba las manos

- Caliente señor, como a usted le gusta- Charles respondió mientras acomodaba las toallas

-Muy bien, ¿Serias tan amable de pedirme jamón y huevos y un poco de café caliente?-

-Si señor- Dijo el mozo antes de retirarse dejando completamente solo a Craven. El hombre se dispuso a comenzar a rasarse, colocándose la crema en las mejillas. Agarro la navaja y justo cuando la acercó a su mejilla izquierda sintió pasos en la parte de las duchas. Dejo aquel objeto en la orilla del lavabo y camino hasta el lugar de donde había escuchado los pasos.

El ruido de la navaja cayendo al suelo junto con el agua lo hicieron regresar rápidamente a su lugar; cerró la llave del agua y se inclinó para levantar la navaja. Volvió a sentir los pasos y esta vez se detuvieron detrás de él. Antes de que siquiera pudiera ver quien era, lo agarraron del cuello de la bata y de la nuca y le golpearon la cabeza contra el lavabo varias veces, causando una herida profunda que empezaba a derramar sangre tan roja como la arcilla misma. Cayó aturdido al suelo

-Por favor no, piedad- Rogó aterrorizado e intentó levantarse pero aquella persona se le acercó nuevamente y comenzó a azotar su cabeza sobre la porcelana. Sintió los huesos de su cabeza romperse junto con su nariz

La silueta se fue caminando tranquilamente mientras el inerte cuerpo de Craven cayó nuevamente al suelo, la sangre escarlata brotaba de la gigantesca herida que había en su cráneo. La sangre se mesclaba con el agua. Cuando Charles regresó con el desayuno, se encontró con aquella aterradora escena, intentó reanimar al hombre pero era demasiado tarde. Eric Craven estaba muerto.

                                                                                                    ***

Comencé a recobrar la conciencia poco a poco, estaba recostada sobre la cama con las sabanas aun tendidas, seguía con la ropa que había llevado puesta la noche anterior, me había dormido llorando, sin dudas eso era vergonzoso.