Caminaba tranquilamente por los corredores de la mansión. Era muy tarde en la noche por lo que no estaba usando ninguno de mis vestidos elegantes, solo llevaba puesto mi pijama. Mi cabello negro caía libremente por mi espalda hasta llegarme a la cintura, tarareaba suavemente la canción de cuna de mi caja musical.
Caminé hasta llegar a la puerta del taller de Thomas, sabía que se encontraba del otro lado de la misma, me armé de valor y entre lentamente al cuarto. Thomas se encontraba sentado frente a su modelo a escala de su máquina de arcilla, la habitación estaba tenuemente alumbrada por unas velas.
Thomas se giró y me miró a los ojos, lanzándome un hechizo oscuro y perverso. Quise resistirme, irme de ese cuarto, pero me fue imposible no caer rendida ante esos hermosos ojos azules y aquel cabello negro, tan oscuro como la noche que estaba siendo testigo de cómo nuestros cuerpos se juntaron. Una presencia nos empujaba. Un espíritu con voluntad propia nos incitaba a seguir adelante con aquel acto perverso.
Nos incitaba a pecar
Atraje a Thomas hacia mí, sintiendo el calor de su cuerpo traspasar mi camisón blanco, que a la luz de las velas revelaba en su transparencia su cuerpo de mujer. Acaricie suavemente su cuello antes de unir sus labios con los míos en un apasionado beso, lo besaba con tanta profundidad que sentí el aire abandonar mis pulmones. Pensé que moriría con aquel beso, en sus labios. Lo deseaba, deseaba su cuerpo, su calor, deseaba unirme a él como si fuésemos solo uno
Mi voluntad había sido quebrada.
Sus manos recorrían mi cuerpo con necesidad, tocando todo con libertad. Caminamos un poco hasta llegar a la mesa que se encontraba en el centro de la habitación, Thomas lanzó todas las cosas que había en ella al suelo antes de subirme a la misma.
No dejaba de besarlo, abrí con desesperación su camisa, acariciando su pecho y abdomen. Thomas arqueo la espalda antes de juntarme más a su cuerpo. Sabía que estaba totalmente fuera del control, era un animal en aquel momento.
Terminó por sacarme el camisón, admirando mi cuerpo con deseo. Acariciaba cada centímetro de él con extrema delicadeza. Besó cada milímetro de él, dejándome conquistar por su perfume. Llevé mis manos a su pantalón, desabrochándolo con desesperación. Se acomodó antes mis piernas ligeramente abiertas entes de enterrarse en mi interior
Sentí mi interior arder antes de recostarme en aquella mesa. Thomas comenzó a moverse lentamente hasta volver los movimientos erráticos. Los gemidos comenzaron a brotar de nuestras bocas, sin embargo los míos eran más altos por lo que Thomas se vio obligado a taparme la boca para acallarlos.
"Eres mía, Elizabeth"
Thomas pronuncio aquellas palabras antes de embestir con fuerza antes de terminar dentro de mí, en aquel lugar que a los ojos de los demás, estaba prohibido para él.
Era suya.
Desperté empapada de sudor y con la respiración errática, mi corazón latía de manera increíble. Restregué mis ojos antes de sentarme en la cama. Recorrí con lentitud toda la habitación, estaba amaneciendo pues los tenues rayos del sol entraban por la ventana.
Entonces los recuerdos de aquel sueño golpearon mi mente con fuerza. Sentí todo mi cuerpo calentarse al recordar aquellas imágenes tan excitantes como prohibidas. Primero sentí vergüenza, luego llegó la culpa y el pánico. El recuerdo del cuerpo de Thomas me hizo temblar ¿Cómo podía haber soñado algo como eso? ¡Era mi hermano con quien me había soñado haciendo el amor! No era Christian el protagonista de sus sueños más profundos e íntimos, era su propio hermano, su sangre.
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® Secrets in The Darkness ©
Fanfiction¿De que somos Capaces por amor? Elizabeth es la hija de James Sharpe y media hermana de Thomas y Lucille. Tras el repentino asesinato de su padrastro, Sir Eric Craven, se ve obligada a irse con sus hermanos a Cumberland, sin saber todo lo que espara...