Comenzamos a prepararnos para ir al pueblo, nos tomaría varias horas por lo que habíamos decido salir muy temprano para poder llegar antes de que anochezca. Como era costumbre, Lucille se despidió de ambos y subimos a carruaje para partir. Aun no estaba del todo recuperada, Thomas intentaba hablar conmigo pero yo no quería hacerlo; había pensado que él me iba a apoyar pero resultó ser que se terminó burlando de mí y me acuso silenciosamente de estar imaginándome cosas. Estaba molesta, confundida, asustada, defraudada, estaba llena de preguntas sin respuestas ¿Quién era aquella criatura? ¿Cómo sabia mi nombre? ¿Por qué me pedía alejarme de la mansión?
Nadie parecía querer responder a mis preguntas, ni siquiera mi hermano, él parecía ser el que menos quería que supiera los secretos de la mansión, porque los tenía. Cada pared podrida y rota guardaba un secreto, secretos que al parecer deseaban salir a la luz.
Cuando llegamos a la oficina de correos Thomas me bajo con delicadeza del carruaje y nos dirigimos al interior del lugar, mi hermano se fue con varios hombres mientras que yo me acerqué al recepcionista
- Así que, ¿Usted es Lady Sharpe?- preguntó un hombre a mis espaldas, me giré y asentí suavemente
-Soy yo- Sonreí levemente- ¿Sucede algo?
-Si señorita. Han llegado dos cartas provenientes de su Abogado en Colorado y otra viene desde otro camino. Desde Milán, Italia- Me respondió entregándome las tres cartas.
-Disculpe, pero yo no conozco a nadie en Italia- Le expliqué sin entender
-Lo siento, pero parece ser que es así- Dijo con una sonrisa y se fue.
Miré la carta que llegaba desde Italia con confusión. No conocía a nadie en Milán, pero tenía las iniciales "E. Sharpe" en la parte delantera del sobre. Tal vez había otro Sharpe, alguna tía o pariente lejano pero me extrañaba que mis hermanos no me hubiesen contado nada al respecto. Agarré las tres cartas y me dirigí a donde estaba mi hermano.
-Mira Elizabeth- Mi hermano parecía estar alegre- Esta es una válvula que mande a fabricar en Glasgow. Esto podría hacer la diferencia hermanita. Con esto posiblemente saquemos adelante a las minas Sharpe- Sujetó mis manos con alegría y me dedicó una sonrisa llena de esperanza.
Su sonrisa. Su adorada y hermosa sonrisa me había conquistado con una fuerza increíble, pero lo que mi interior crecía cada día era un sentimiento impuro, aberrante, prohibido. Sentía el deseo de tocar su piel, de saborear sus labios, de sentirlo tan unido a mi como habíamos sido en mis sueños más oscuros y secretos. Sabía que lo que sentía estaba completamente mal, pero era algo que no podía evitar.
Lo necesitaba a él.
Mi hermano salió unos momentos mientras yo me quedaba observando las partes de la máquina que habían llegado. Estaba un poco mejor que antes, el aire fresco y el cambio de ambiente me habían sentado bien, ya no estaba tan tensa y alarmada, me gustaría poder quedarme aquí y no tener que regresar a esa mansión nunca más.
-Elizabeth, la tormenta se acerca. Debemos irnos ahora o sino la tormenta nos agarrará en el camino- Me explicó Thomas. Suspiré cansada y comencé a guardar las cosas
-Señor Sharpe, si desean pueden pasar la noche aquí. Hay un pequeño cuarto en el sótano, bastante acogedor para ustedes dos- Dijo uno de los trabajadores. Thomas me miró fijamente, preguntándome en silencio si deseaba quedarme-
-¿Por qué no?- Pregunté con esperanza. Sujete su brazo con algo de temor. Él me sonrió y se giró nuevamente al hombre.
-Está bien, nos quedaremos esta noche- Él joven asintió y mando a que varios hombre arreglaran el cuarto para nosotros. Sonreí anchamente, al fin dormiría tranquilamente sin esos susurros y pesadillas a la mitad de la noche.
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® Secrets in The Darkness ©
Fanfic¿De que somos Capaces por amor? Elizabeth es la hija de James Sharpe y media hermana de Thomas y Lucille. Tras el repentino asesinato de su padrastro, Sir Eric Craven, se ve obligada a irse con sus hermanos a Cumberland, sin saber todo lo que espara...