® Secrets in The Darkness ©

Capítulo 9

Me encontraba frente a la tina del baño en corsé y camisola. Giré la llave del agua caliente, un baño caliente me relajaría; mañana me esperaba un día muy agitado. Los primeros chorros salieron tan rojas como la sangre misma. Me alejé un poco al ver aquella sustancia salir de la tubería.

Los calentadores en ambos lados de la tina comenzaron a agitarse. Las tuberías vibraron produciendo un traqueteo horrible, cada vez más fuerte. Después de un momento el agua comenzó a salir más y más clara y caliente. Solté un suspiro de tranquilidad, no todo estaba destruido en la casa.

Cerré la llave del agua y me metí a la tina caliente. Relajé todos mis músculos, disfrutando del calor que me brindaba el agua. Comencé a bañarme tranquilamente mientras iba acomodando en mi cabeza las cosas que tendría que hacer en la casa hasta dejarla en perfecto estado.

                                                                                                            ***

Mientras la menor de los Sharpe se bañaba arriba, los dos hermanos se encontraban en la cocina preparando Té. Mientras Lucille limpiaba y acomodaba cada pieza del juego de té. Thomas avivaba el fuego de la caldera echando más carbón, con eso él agua de la bañera y él agua para el té estarían calientes

- Pensé que te habías desasido del perro-Dijo Lucille tranquilamente. Thomas se tensó rápidamente. Miró a su hermana con algo de nerviosismo

-Lo deje solo- Le confesó sentándose a su lado-Pensé que perecería en la nieve-

-¿Cómo habrá sobrevivido?- Se preguntó la en voz alta- Seguramente a base de sobras, como todos lo hacemos-

-Pues, ya no tendremos que hacerlo más- Dijo Thomas. En su voz se notaba certeza, estaba seguro de lo que decía

-¿Ah no?- Le preguntó con el ceño levemente fruncido- Su dinero no está aquí ¿O sí?-

-Aún no pero pronto lo estará- Le aseguró.

Lucille caminó hasta la estufa y preparó una tetera con agua hirviendo, regresó a la mesa y selecciono cuidadosamente una tacita y un platito. El servicio de té era de esmalte alveolado, sin duda una preciosa reliquia familiar. Una de las pocas que quedaban en la casa. Cuando estaba a punto de agarrar un tarro azul Thomas la detuvo sujetándola de la muñeca, Lucille lo miró fijamente, entrecerró sus ojos ante la repentina acción de su hermano

-¿Qué crees que haces?-Le preguntó Lucille

-Esta vez será diferente, no lo haremos más. No quiero que la envenenes, no quiero que la toques- Dijo Thomas con seriedad- Tienes que confiar en mí-

- Tú la elegiste- Dijo Lucille sujetándolo suavemente de la barbilla-¿Por qué la elegiste? De entre todas las mujeres que vimos en América, ¿Por qué la elegiste a ella?-

-¿Ya está listo el té?- Le preguntó cambiando totalmente de tema. Lucille se separó lentamente de su hermano y acomodó todo en la bandeja de plata

-Espero que esto termine pronto y se vaya de aquí, entretanto, no cometas otro error - Le advirtió entregándole la bandeja. Thomas asintió levemente y se retiró a la recamare de su hermana

                                                                                                               ***

Estaba relajada, tranquila, perdida en mis pensamientos. Aquel baño sin dudas me había ayudado mucho, por eso aún seguía en el mismo lugar. El viento soplaba con fuerza, las ramas golpeaban el vidrio del baño. Sentí las pequeñas pisadas del perrito entrar al baño, abrí lentamente mis ojos y lo vi acercarse a la tina y dejar su pequeña pelota en el escalón. Extendí mi mano fuera de la tina y agarré el pequeño juguete