Capítulo 6. "Un dúo y un favor"

1.1K 82 10
                                    

Vueltas, vueltas y más vueltas; así pasó la noche de Santos.

Antonio ya se había retirado a su habitación hacía bastante rato, dejando a Santos con su peor enemigo: la soledad.

No podía entender el por qué de su insomnio, su mente corría a mil por segundos viajando al pasado, a cuando aún estaba con ella, su risa, sus ojos, sus labios...

Se movía de un lado al otro en la cama intentando alejar la imagen de Bárbara.

¿Por qué nunca dejaba de doler?

-
El relinche de un caballo llamó su atención, era cabos blancos lo reconoció. Una mujer cabalgaba con destreza a la fiera.

Se alejaba.
Se iba.
Lo dejaba.
No quería.

Un grito salió de la garganta de Santos haciendo que el jinete parara su cabalgata.

Se acercaba a él. Por fin vería su rostro. Cuando llegó hasta él y la niebla le permitía divisar el rostro de la mujer quedó impactado al ver de quien se trataba. La misma Bárbara Guaimarán. Doña Bárbara. Su ex mujer. Su fiera.

-
Santos se levantó de golpe, estaba lleno de sudor frío y su respiración estaba entre cortada.
¿Todo este tiempo había soñado con Bárbara?
¿De qué trataba ese sueño?
¿Cual era su significado y por qué lo atormentaba?

Sin pensarlo dos veces se levantó de la cama y abrió la pequeña terraza, la poca iluminación apenas le permitió la vista a la playa. El aire frío de la madrugada hacía que se estremeciera.

¿Qué habrá sido de ti, Bárbara? Pensó atormentado.

Buscó distracción con la guitarra, mientras tocaba algunas notas en lo bajo su mente seguía divagando.
Hace tiempo había decidido poner el Miedo en venta, ya no podía seguir estando ahí, ya no quería tener que caminar como fantasma entre los recuerdos que tenían esa casa.

Sus pensamientos divagaron un poco más a un lugar donde Santos no siempre permitía...

Pensó en aquella fiera de ojos azules, con cuerpo de sirena y alma de tigra.

Empezó a tocar una canción que no escuchaba hace mucho tiempo.

''Ya lo ves que no hay dos sin tres que la vida va y viene y que no se detiene y que yo. Pero mienteme aunque sea dime que algo queda entre nosotros dos, que en tu habitación nunca sale el sol ni existe el tiempo ni el dolor. Llevame si quieres a perder a ningún destino sin ningún porque.

Ya lo que corazón que no ve es corazón que no siente, corazón que te miente amor. Pero sabes que en lo más profundo de mi alma sigue aquel dolor por creer en ti ¿Qué fue de la ilusión? Y de lo bello que es vivir. ¿Para que me curaste cuando estaba herido si hoy me dejas de nuevo el corazón partido''

Doña Bárbara: Ojos Color Sol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora